El sueño llamado realidad

I


- De nuevo fuera de este mundo, ah.- dijo Lucía rompiendo mis pensamientos y con un tono un poco burlón empezó a hablarme.
- Qué te pasa?, acaso estás de nuevo en tu extraño mundo y te hice regresar sin decir adiós.
- No, lo que pasa es que estaba pensando en mi vida, estaba recordando los problemas que tenía y pareciera que se repite de nuevo, porque me encuentro con el  mismo problema de hace tanto tiempo.
- Bueno, porque no te das una vuelta y tal vez vuelvas a tus pensamientos.
- Quizás tengas razón tal vez deba dar una vuelta solo, y reflexionar sobre lo que me ocurre. Hasta luego Lucía.
- Chau...
            Al salir de su casa, yo no sabía a donde ir, Lucía se encontraba en la puerta y como yo no sabía a donde ir me fui a la izquierda en dirección a una tienda, caminando a un paso lento.
Ya me encontraba a un poco más de una cuadra cuando di vuelta y la vi ahí parada, en el umbral de la puerta se encontraba Lucía que no se había movido de donde estaba y aunque se encontraba lejos me di cuenta que tenía la vista dirigida hacia mí, en que habrá estado pensando me preguntaba sin darme cuenta por donde iba.   Ya lejos, a tres cuadras de su casa, me encontraba yo frente a una tienda, era una bodega, una de esas en que el dueño es amigo de todos los vecinos y personas que van frecuentemente a comprar allí.
            La tienda se encontraba prácticamente vacía, sólo había una señorita de unos hermosos cabellos negros, era blanca y eso hacía un magnifico contraste que resaltaba su belleza; mas no pude distinguir muy bien sus facciones a través de la ventana, por lo que me decidí a entrar porque me parecía conocida.
            Entre a la tienda, despacio, silenciosamente para no interrumpir a la señorita, me estaba acercando cuando de repente empezó a voltear y su mirada quedo fija en mi por unos segundos y luego se retiro sin decir una sola palabra, yo me encontraba paralizado, fue como si hubiese vuelto al pasado, frente a mí, por ese breve instante que paso, estaba ella con su mirada misteriosa que salía de sus hermosos ojos negros, pensaba que era un sueño que no podía ser verdad que ella estuviese frente a mi de nuevo después de tanto tiempo, pero era ella, aunque sea eso es lo que pensaba, era Margarita.
            Me encontraba anonadado, perdido en mis pensamientos que no sabían si era verdad o me lo había parecido, por lo que decidí entablar conversación con el dueño de la tienda a ver si la conocía.
- Buenas noches, señor. - dije muy cortésmente.
- Buenas noches, en que lo puedo ayudar.
- Si no fuera mucha molestia, por casualidad no sabe quién era la señorita que acaba de salir?
- Le noto cierto interés especial por ella, acaso se enamoró a primera vista?
- No, nada de eso, es que...
- Sin ofenderlo, pero es que la mirada de la señorita deja a todos como unos tontos.
- Bueno en eso tiene razón, pero no es eso, es que me parecía que la conocía y que no veía hace tanto tiempo a esa persona, y menos aquí siendo ella colombiana, pero ella tiene la misma mirada que deja a los hombres a sus pies, esa mujer que me volvió loco, y aun no he podido olvidar. Pero como era que se llamaba... ah sí, María Margarita Morales Calderón como iba a olvidar su nombre si nunca la he podido sacar de mi mente.
- No se como decírselo pero es que yo sólo se como se llama y no se llama María, pero quizás le consuele saber que ella se llama Margarita, pero no sé si será colombiana aunque tiene un acento que no es peruano.
- Se llama Margarita, entonces debe ser ella siempre usaba su segundo nombre, si yo la conocí y pensé que tenía uno solo hasta que un día me dijo todo su nombre completo.
- Ella vive a cinco cuadras de aquí, tiene un pequeño departamento y creo que vive sola, aunque nunca se queda en su departamento.
- Sí, y cómo sabe todo eso?
- Es que mi sobrino se ha enamorado de ella, aunque sea eso es lo que él cree y siempre me cuenta que cada vez que va a buscarla nunca la encuentra.
- Tome, dele esta tarjeta y dígale que es alguien que la conoce de antes, quizás no recuerde quien soy, pero otro día que la vea le diré quien soy. Ah sí, si le pudiese decir que deje su teléfono para que me pueda comunicar con ella e ir a visitarla un día que la encuentre.
- Muy bien, voy a ver que puedo hacer. Cuando vuelva por aquí pregunte por Sergio, ese soy yo.
- Muchas gracias, adiós. ah yo soy Alex.
- Hasta pronto.
            Salí de la tienda con la mente en ella, eran las ocho de la  noche, y pensé volver a ir a ver a Lucía para contarle lo que me había sucedido, pero mejor iba para olvidar lo sucedido, ya que entre Margarita y yo la ultima vez que nos vimos hubo un gran problema entre nosotros dos.
            Ya en camino a ver a Lucía estaba pensando si ella, Margarita, todavía se acordará de mí y si se acordará los hechos acontecidos el año en que nos conocimos.
            Encontrándome frente a la puerta, dude por unos instantes en tocar esta, era un poco tarde y quizás su tía no quiera que yo este allí con ella.
            Al tocar la puerta, unos pocos segundos después fue abierta y allí estaba parada Lucía, yo me quede mudo y ella me dijo que era lo que me pasaba; ya adentro la salude, disculpando mi actitud en al puerta, ella que estaba extrañada por mi visita tan tarde empezó a hacer preguntas.
- Qué haces por aquí tan tarde? - dijo con una voz llena de curiosidad.
- Me encontraba pasando por aquí y vine a verte, ya que cuando estuve aquí temprano estaba en otro mundo.
- Sí eso ya lo sé y por lo visto el paseo que diste no fue muy lejos.
- Sí, pero si supieras lo que me ha sucedido... - dije con un tono intrigante, haciendo que Lucía se interese y me pida contárselo.
- Ay! ahora te me pones intrigante si quieres contármelo cuéntamelo sino, no. - dijo Lucía con una voz muy seria.
- Ya, ya... no te molestes te lo voy a contar.
- Sí, espero que sea interesante para que pongas tanta intriga para contármelo.
- Está bien, al salir de tu casa me fui a una tienda y ahí ni te imaginas a quien me encontré...
- Quién?... habrá sido la chica de tus sueños o qué?
- Oye ya basta que esto es serio y eres la primera a la que le voy a contar esto.
- Ya, está bien disculpa no sé que me sucedió.
- Pero tenías razón, se podría decir que era la chica de mis sueños, porque hay veces que mi mente la recordaba y para mí ella ya no era más que un sueño que se hacía lejano. Ella..., al verla me pareció un sueño, pensar que después de tanto tiempo la volví a ver con esa misma mirada seductora, con esos hermosos cabellos y con su piel blanca como la nieve, ese contraste de su piel blanca con sus cabellos negros, me llamó de tal forma la atención que pensé que era una diosa que había aparecido por un momento para volver locos a los hombres.
- Pero quién es ella, acaso será la reina de la belleza. - me interrumpió bruscamente Lucía con una voz que tenía un tono de celos.
- Me vas a dejar que termine la historia? - dije con una voz muy seria.
- Ya, continua no más. - dijo Lucía con tono despreciativo.
- Margarita, que fue de la primera...
- La diosa, verdad.
- Lucía sigues cortándome, si no quieres oír la historia cambiamos de tema.
- Es que me dio un poco de celos eso de diosa.
- Entonces continúo... Margarita fue la primera chica de quién me enamoré y sin darme cuenta. Al principio era curiosidad saber quién era ella, después se hizo un capricho.
            Yo, la conocí en el colegio un año, no recuerdo bien, la vi saliendo del aula, y yo me quedé pasmado al verla, pero ella desapareció cuando me di la vuelta por unos breves segundos; en todo ese año de colegio no la volví a ver nunca más, ver esa mirada que me conquisto desde la primera vez, ella me pareció un sueño, pensé que quizás como no había una mujer de quien me enamorara mi mente inventó la mujer perfecta para mí.
- Me vas a decir que no hay otra más bonita que ella, claro para ti - dijo Lucía enfatizando las palabras para ti.
- Bueno, eso ya es historia aparte.
- Entonces hay alguna de quién estés tan o más enamorado que de ella.
- Déjame continuar con la historia ya.- dije tratando de cambiar de tema.
            Lucía que se dio cuenta que no quería hablar sobre quién estaba enamorado en estos momentos guardó silencio, pero se quedo mirándome fijamente como si quisiera decirme algo.
- Siguiendo... - continúe con la historia, - en todo ese año no la vi, hasta una noche en que no sé si había sido real o fue mi imaginación que la hizo aparecer frente a mí.
- Pero si era real; porque si estaba frente a ti tú aprovechaste para hablarle o no?
- Te digo una cosa, cada vez que la veía, no tenía el valor de hablarle porque me convertía en una persona extremadamente tímida, como si al empezar a hablar me pondría a tartamudear. Por eso, yo no pude hablar con ella porque se me paso el tiempo.
- Cómo que se te paso el tiempo, acaso desapareció o qué?
- Esa noche, estaba en una fiesta, ahí fue donde la vi, apareció frente a mí, pero me encontraba un poco lejos, dude el ir hacia donde estaba y cuando por fin me decidí ella se paro y se fue hacia la parte de afuera del local, yo me fui atrás de ella pero no podía ir muy rápido por la cantidad de gente que había. Al llegar hasta el umbral de la puerta que daba hacia afuera, vi por todas partes pero no la pude encontrar, no había ninguna seña de que ella hubiese estado allí. Como podía saber si ella era real o no, si sólo la había visto dos veces por unos cuantos segundos.
- Esa mujer quien era?, acaso nadie la conocía para que te den razón de ella.
- No, es que yo no quería demostrar mi interés por ella, por eso no pregunté nada.
- Sólo me está quedando una duda, si nunca has hablado con ella entonces cómo sabes que es real?- dijo Lucía como si le pareciese un cuento o una novela sin un final explícito.
- Es que, el primer año en que la vi, sólo la vi dos veces, después, en vacaciones me la pase pensando si algún día la volvería a ver.
- A tu diosa? - dijo con tono sarcástico.
- Oye, ya basta de burlas, esta bien, exageré un poco pero es que... no sé, fue lo que me salió de la mente en esos momentos.
- Ya esta bien, pero entonces cuando la volviste a ver.
- El siguiente año, yo llegue al colegio y pensé si ya nunca la iba volver a ver para que buscarla por todas partes, en alguna parte encontraré a otra que me robe el corazón.
- Entonces nunca la volviste a ver. - dijo Lucía impaciente por saber lo que seguía.
- En ese año, por casualidad o por la gracia divina de Dios, Margarita se encontraba en el mismo salón de clases que yo, mas como yo ya quería olvidarla no le preste mucho interés.
- Y qué, encontraste a otra o qué?
- No, yo quería olvidarla pero no se como ella llego a ser una buena amiga, pero había algo en el fondo que me hacía que me comportase como un tonto. Como yo ya me había acostumbrado a que ella sea mi amiga y nada mas, no sabía como decirle que me encontraba enamorado de ella, ya que Margarita estaba enamorada de otro y me lo había dicho.
- Qué, ese fue el problema que tuviste?
- En parte si, ya que en un año ella se iba a ir a Colombia; pero había otra persona envuelta en todo esto, su hermana que la conocí un año antes, pero no sabía que era hermana de Margarita; pero como te explico... ella tenía un carácter fuerte, pero casi desde el principio hubo una rivalidad entre ella y yo que no se como fue que comenzó.
            Por otra parte, yo no sabía como podía hacer para que Margarita sé de cuenta que existo, y empecé a hacer estupideces, lo cual unido con los problemas entre su hermana y yo, creó un alejamiento entre ella y yo. Yo estaba loco porque me encontraba en una guerra que nunca iba a ganar, porque Margarita tenía algo que hizo que me pusiese a sus pies; entonces cual es la única forma de acabar una guerra que se sabe perdida?
- Rendirse o no?
- Bueno, podría ser pero lo que quiero decir es que si una guerra no la puedes ganar, hay varias formas de acabar; la primera la del hombre valiente, morir y ser vencido; la segunda la del cobarde, la retirada y el deshonor; otra sería rendirse y ser vencido, pero yo estuve pensando y encontré otra solución, la cual sería, si la guerra se extiende por largo tiempo va a llegar un punto en que tu enemigo llegue a cansarse de pelear y pediría la paz en las que se encontrarían algunas condiciones de ambos bandos, y así no te pueden decir que te has rendido si no que todo llego a su fin.
- Y eso que tiene que ver con la historia. - dijo Lucía con una mirada extraña.
- Si yo me encontraba a merced de ella, ella no lo sabía, entonces la teoría se podía hacer practica, pero hubo un error, el tiempo, si el tiempo es el enemigo de todo siempre corre y no espera a nada ni a nadie. El tiempo no espero y el año que me quedaba antes de que ella se vaya se acabo, no tuve oportunidad de llegar a la paz, quedamos como en un empate, sólo que me sentía el más grande perdedor que por no aceptar que estaba derrotado y hacer un acuerdo prefirió morir tontamente.
- Y luego, qué paso?
- Luego ya nada, ella se fue y no supe cuando, de ahí no la volví a ver nunca más, pero ni te imaginas se fue ella, pero no podía olvidarla y ahora después de tanto tiempo ya sólo me quedaba un pequeño recuerdo y ahora la tuve que volver a ver para que jamás me olvide de ella.
- Tú crees que ella va a acordarse de ti, no sabes que por naturaleza las personas olvidan los malos acontecimientos.
- No yo no lo he pensado así, yo sólo sé que a ella yo le debo una disculpa, y yo lo prometí por eso yo a ella le voy a dar esa disculpa aunque jamás sepa quien fue el que se la dijo.
- Lucía!, Lucía!, puedes venir un momento. - grito su tía molesta.
- Ya voy, un momento.
- Lucía, yo ya me voy se paso el tiempo hablando mira ya son las once, yo te llamo otro día, chau. - dije antes que Lucía pudiese hablar.
- Chau, anda con cuidado.
            Salí de su casa con un sentimiento de desahogo, de que me hubiese librado de un gran peso de encima; bueno después de todo quizás era el tiempo de contárselo a alguien y quien mejor que ella que es la única que me comprende.
            No sé porque pero quisiera jamás haber vuelto a ver a Margarita, ya después de tanto tiempo ella ya era parte del pasado, ahora que de nuevo esta aquí no se como voy a actuar, ella me volvió loco y yo ni me di cuenta como lo hizo, tengo miedo que me vuelva a enamorar de ella y me olvide de todo lo que hago para que al final ella se vuelva a ir.


II


            - Ya es otro día, y ahora que voy a hacer hoy. - pensaba al momento de levantarme.
            Decidí buscar a un amigo para ver que es lo que estaba haciendo y pasar el día. Al llegar a su casa me contaba que su sobrino estaba postulando a la Escuela Naval y me empezó a preguntar que tal era, yo que no tenía ganas de hablar sobre eso, traté de cambiar de tema dándole las características generales.
- Qué te pasa?, pareciera que estas pensando en otra cosa, tienes una cara, no sé de... a ya sé, estás enamorado, claro todavía me acuerdo de las tonterías que hacías cuando te enamorabas. - dijo Luis.
- Si supieras... - dije con voz baja.
- No me digas que sigues enamorado de Ellianna.
- Y tú como sabes que yo estoy... estuve enamorado de Ellianna.
- Si se notaba a lo lejos.
- Si te contara todo, todo lo que hice para que ella se enamorara de mí... oye y Pamela cómo está? - dije cambiando de tema bruscamente.
- Bien, bien, el próximo año nos casamos.
- Que suerte tienes de haber encontrado a una chica que quieras y te quiera.
- Ya, ya no te pongas sentimental. Qué te pasa, te veo preocupado?
- Es sólo que ha vuelto, ella ha vuelto.
- No me digas que ha vuelto Margarita, con razón el primer amor no se olvida, aunque sea eso dicen. Bueno, pero en realidad no veo el problema, te la encontraste una vez, no sabes si la vas a volver a ver o no?
- Si, si pero tú sabes, yo no puedo a olvidar a alguien como ella.
- Y claro está, puede intervenir en tus sentimientos con respecto a Ellianna.
- Bueno me voy despidiendo porque tengo otras cosas que hacer. - dije sin responder nada más.
- Chau. - dijo Luis.
- Chau. - dije y me marché.
            Ahora yo me encontraba en duda, si en verdad me encontraba enamorado de Ellianna, porque tenerle miedo al regreso de Margarita.
            Salí de mi casa a visitar a Charito porque quería hacerle unas preguntas sobre Ellianna y Lucía, ya que ella las conocía mejor que yo, y como era su amiga pero no andaba mucho con ellas podía contarle o preguntarle sobre ellas sin que se enteren ninguna de las dos.
            Al llegar a su casa, Charo me hizo entrar y empecé a hablar con ella pero cosas sin mayor importancia y luego en menos de treinta minutos yo me despedí, ni yo mismo supe porque o para que me fui tan pronto.
            Mientras tanto en otra parte sentía que me necesitaban, como saberlo en verdad sólo era un sentimiento, pero en esos momentos como si un fantasma apareciese de la nada, al frente de la casa de Charo pasaba ella, Margarita, la que se encontraba doblando la esquina; salí desesperado en búsqueda de ella, corriendo a toda velocidad pero con tanto nerviosismo me resbalé y caí bruscamente al suelo, tenía un gran raspón en el brazo pero ni me di cuenta porque me levante en menos de un segundo, pero ya era muy tarde, como siempre Margarita había vuelto a desaparecer; por más de una hora vagaba por las calles cercanas a la casa de Charo para ver si la encontraba a Margarita en algún lado pero no había ni una seña de ella, hubiera sido como si el viento la robara de este mundo.
            Ya cansado de buscarla decidí irme a mi casa, pero era una mala idea al encontrarme solo en mi casa, me iban a destrozar los nervios, pareciera que me he vuelto loco y que en cualquier parte viera a Margarita.
            En mi casa, solo como siempre me prepare algo de comer y me puse a contemplar la foto de Ellianna, y tenía el recuerdo que me quedaba de Margarita en la otra mano; me ponía a pensar en Ellianna y mi mente no dejaba de acordarse de Margarita. Ellianna, una mujer tan hermosa como... ni puedo compararla con nada ni nadie ya que no existe hermosura semejante;  y Margarita, la dueña de mis sueños, la primera mujer que robo mi corazón y que se fue y me dejo varado en mi mundo. Como pensar que Margarita iba a volver de nuevo a mi vida después de tanto tiempo.
            En verdad es irónico, no sé ni siquiera lo que se siente estar enamorado, y pienso que lo estoy con dos, la bella Ellianna y la misteriosa Margarita; todas las tonterías que les hice a las dos, si lo recuerdo bien... hace años cuando aún estaba en el colegio.
            Bueno, todo empezó por cosas del destino porque la primera vez que la vi fue cuando dejo olvidado su cuaderno en mi salón, leí su nombre y me llamo la atención ya que “Ellianna” para mi se escribía con una sola “l” y una “n”; yo fui a buscar a la dueña del cuaderno ya que como yo lo había encontrado nadie quería perder el tiempo llevándole un cuaderno a alguien que ni conocían. Al llegar a su aula no había casi nadie debido a que empezaba el recreo, yo que no la conocía a ella, fui y pregunté por ella, pensando que no la iba a encontrar pero por casualidad ella se encontraba allí no sé que me paso al verla, la vi por unos minutos y ya tenía su recuerdo en mi mente sin poder alejarlo por un momento. Cada día que pasaba trataba de verla, saber que ella no era un sueño, saber que en verdad existía semejante belleza y dulzura, volverme loco con su mirada, pero a veces parecía que yo no existía, que yo era el sueño y no ella, saber que en la realidad yo no vivía sino en mi fantasía, que tonto fui, y que podía hacer yo sino era más que una ilusión lo que sentía, lo que en verdad tenía y no existía; en fin el sueño es más que la realidad querida.
- Alex! Alex! abre la puerta me estoy congelando de frío. - dijo una voz conocida pero no sabía quien era, así que fui a ver quien llamaba, dándome con una sorpresa, era Sofía la hermana de Lucía, la hice pasar y le pregunté que hacía por mi casa.
- Es que venía de la casa de una amiga y el bus que tomé se malogro y no tenía más dinero así que me acorde de que vivías cerca y me he venido caminando como cinco cuadras. - dijo Sofía que se veía que tenía mucho frío.
- Deseas una taza de café caliente para que te caliente un poco.
- Gracias, pero si me podrías hacer el favor y prestarme un poco de dinero para regresarme a mi casa.
- No te preocupes yo te voy a llevar.
- Gracias, entonces te acepto el café caliente; por cierto en que estabas pensando cuando toque la puerta, estuve más de cinco minutos afuera y tú no salías.
- Discúlpame pero estaba tan concentrado en mis pensamientos que no me di cuenta que habían tocado la puerta.
- Cuan importantes habrán sido tus pensamientos para sacarte de este mundo.
- Más o menos, sólo que no esperaba a nadie.
- Como siempre, siempre te a gustado estar solo.
- No es que... no sé quizás es verdad, y Lucía qué tal está? - dije para que Sofía deje de preguntar sobre mi vida.
- Lucía?...bien, bien, ella está bien. - respondió Sofía con cierto enfado conmigo.
- Ayer estuve por tu casa, pero tú no estabas.
- No me encontraba, disculpa que me tenga que ir tan pronto pero puede ser que mi tía se preocupe.
- Si, no te preocupes espera un momento que voy a traer mis llaves. - dije y  subí las escaleras rápidamente.
            Sofía, sola abajo se puso ha pensar porque era yo así, siempre viviendo en otro mundo como si la realidad escapase de mis manos, así se encontraba Sofía en silencio cuando baje para irnos a su casa.
            Luego, nos subimos al auto para irnos a su casa; por un largo tiempo dentro del auto no se escucho ni un ruido, ninguno de los dos habló de nada, fue como si cada uno estuviera en un mundo distinto, yo al verla me di cuenta que estaba pensando en algo que parecía preocuparle demasiado; pero cuando me entro la curiosidad por preguntarle, no sé que paso pero dude en hacerlo por temor a que el problema sea muy personal.
            Al llegar a su casa, yo la acompañe hasta la puerta y me fui rápidamente para no encontrarme con Lucía, porque no me sentía con el animo de encontrármela tan pronto después de lo de ayer, pues no me sentía como para verla después de haberle contado mi vida; pero no se como sucedió que Sofía, se había olvidado su cartera en el auto y tuve que volver a su casa para entregársela, al tocar la puerta estaba asustado por quien sería la que me respondiera al llamado si sería Lucía o quizás Sofía; no quería encontrarme con Lucía de ninguna forma, me destrozaba los nervios el sólo pensar que iba a ver a Lucía pero quien se iba a imaginar que la persona quien me iba a abrir la puerta iba ser ella, como pensar que ella iba a estar en la casa me quedé pasmado perdí el habla por unos segundos y cuando pude hablar lo único que me salió fue el buenas noches; ella me saludo y al ver que yo no decía nada me pregunto como estaba.
- Bien, bien, bi...... - dije tratando de empezar la conversación.
- Y qué te pasa te veo nervioso? - dijo ella cuando de repente llego Sofía.
- Oye, muchas gracias me había olvidado por completo de mi cartera, ven pasa un rato, espera un momento creo que viene Lucía. - dijo Sofía volteando a ver si se encontraba Lucía. - Lucía! Lucía! - grito Sofía para que se acercase su hermana.
- Discúlpame, pero ya me tengo que ir le das mis saludos, disculpa pero estoy un poco apurado y tengo muchas cosas que hacer. - dije para no encontrarme con Lucía.
- Ya esta bien, anda con cuidado. - dijo Sofía.
- Chau. - se despidieron las dos.
- Chau. - dije y me retire rápidamente.
            Subí a mi auto y me fui hacia mi casa, ya era de noche y me sentía cansado. En todo el camino hasta mi casa no pude dejar de pensar en ella, se me había metido a la cabeza, pensar que me comporte como un completo tonto frente a ella, que habrá pensado ella de mi? ; en verdad quien podría saber lo que en verdad ella pensó de mi en ese instante, quizás que yo era un tímido que no se atrevía a hablar con las mujeres o algo semejante a eso, lo único es que perdí otra oportunidad para decirle cuanto la quiero.
            Al llegar a mi casa, me sentía demasiado cansado para hacer cualquier cosa así que me fui a acostarme, cuando en ese momento sonó el teléfono justo cuando había entrado al baño y este sonó varias veces hasta que pude contestarlo, al levantar el fono no se escuchó nada excepto cuando colgaron el teléfono.
            Me quedó la duda de quien podría haber sido, que al acostarme seguía eso en mi mente, y lo que me preguntaba era que es lo que quería, quien llamo tan insistentemente y no hablo ni hizo un solo ruido.
            A la mañana siguiente, me desperté aún un poco cansado, fui hacia la cocina cuando de repente veo un papel que habían tirado por debajo de la puerta. Lo recogí rápidamente y lo empece a leer y lo único que decía era una dirección de una casa pero no había ninguna firma ni nada que se le pareciese, lleno de curiosidad decidí ir a dicha dirección.
            Ya cerca de donde la dirección me lo indicaba, me di cuenta que estaba cerca de la casa Lucía y cerca de la tienda de Sergio por lo que decidí ir hacia allá para preguntarle sobre la dirección, si sabía algo sobre aquel lugar.
            Al llegar entré y sólo se encontraba un joven.
- Buenos días señor, qué se le ofrece? - dijo el joven muy
cortésmente.
- Buenos días... estaba buscando a Sergio.
- A mi tío, pero no creo que pueda venir ya que se encuentra delicado de salud, pero voy a ir a verlo a ver si tiene algo que decirle.
- Muchas gracias, dígale que soy Alex.
            Después de unos minutos...
- Tome, me escribió una nota.
- Gracias espero que se mejore, chau.
- Hasta pronto señor.
            Salí de la tienda y abrí la nota, en la que me decía que me olvide de buscar a Margarita, pero no decía el porque; me quede con esa duda y me fui a mi casa a pensar un poco.
            Ya en mi casa seguí pensando en la nota, pero trate de olvidarla; fui y me prepare algo de comer, y me puse a buscar entre mis cosas entre las que se encontraba el único recuerdo que me quedaba de Margarita, una hoja de papel donde sólo hay escrito cinco palabras, las cuales me hicieron pensar mucho sobre quien era ella, me daba las gracias y nunca supe de que, porque gracias después de todo lo que yo le hice, me porte tan mal con ella que no supe porque gracias, y lo peor tan confundido me encontraba al leer por primera vez el papel que lo único que atine fue a reírme; también encontré una foto de Ellianna que tome por fastidiar en la que venía corriendo desde lejos, y la tomé justo en el momento que ella subía al ómnibus, y una foto de Lucía cuando entraba a su casa.
            Todas esas cosas que guardé cuando era joven, me dieron que pensar en cada una de ellas en Margarita, Ellianna y Lucía, pero lo único que logre fue ponerme más triste que antes; como me hubiese gustado que se hubiera detenido el tiempo cuando estaba en quinto de media, cuando conocí a Ellianna, Lucía y Denisse, pero que mas da ese año se acabo e iba a postular a la Escuela Naval, y ya no iba a volver a ver a nadie, todo iba a cambiar cuando ingrese a la Escuela y así fue todo, era verdad ya no iba a ver a mis amigos tan frecuentemente como antes; ya bueno basta de los recuerdos.
            Decidí llamar a Ellianna para hablar y preguntarle algunas cosas, pero ella no se encontraba, entonces no me quedaba otra cosa que seguir sentado viendo antiguas fotos pero con eso recordé la dirección y me decidí buscarla en un plano de la ciudad, donde ubique la casa de Lucía, cerca de ahí se encontraba la bodega de Sergio y de ahí a cinco cuadras se ubicaba la dirección del papel, pero me parecía conocido ese lugar, luego me acorde que Sergio dijo que Margarita vivía a cinco cuadras de su tienda, pero entonces la dirección del papel podía ser la casa de Margarita pero quien pudo ser el que dejo el papel bajo la puerta, quien hubiese querido que sepa donde vive Margarita; pero era mejor olvidarla como me lo decía Sergio y jamás volver a recordarla, al cabo sino la había visto en más de quince años como podía ser que ella se acuerde, o es mas  que le interese después de tanto tiempo una disculpa mía.
            Sueños, eso es todo lo que me queda de ella, solamente el recuerdo de lo que viví hace años nada más me queda de ella, como poder saber si ella recuerda algo de mi, y yo que soy tan tonto que por tratar de conquistarla puedo perder a la mas hermosa mujer de toda mi vida, la cual, claro ni siquiera sabe cuanto la amo y sólo me ve como un gran amigo; como los sueños mi vida surge de la nada y después desaparece en la nada, como saber si existo, si todo lo que vivo, hago, siento no me parece que sea real, como saber si los sueños son mas reales que la vida misma, como soñar sin saber vivir en lo real.
            Si fuese el destino lo que rige mi vida, entonces mi vida estuvo hecha para conocer a Ellianna, o mejor dicho a que yo me acercase a ella, y si fue así hice tantas cosas para que ella me conociera.
            El siguiente año, luego de la primera vez que vi a Ellianna, todo cambio en mi, yo en el colegio no fui el mismo del año pasado.
            Bueno al principio todo fue normal, luego al ver que el psicólogo era buena gente me hice su amigo y ahí fue donde comenzó todo, las clases que no quería asistir me iba a psicología y me quedaba allí, después me gusto estar allí y también en los recreos iba, ahí conocí mucha gente entre los cuales estaba Lucía.
            Yo primero no hice nada extraño, sólo que me atrajo mucho la mujer del año pasado, Ellianna por supuesto, pero solo un poco. Al ir a psicología casi diariamente me aleje de mis compañeros y empece a pasar los recreos con los que se encontraban en segundo (yo estaba en quinto), vi que Lucía era amiga de Ellianna, y en su salón estaba Charo, la hermana de un compañero de mi promoción. Entonces, yo me quería acercar a Ellianna pero no sabía como, así que se me ocurrió una cosa hacerme amigo de todos los de ese salón, al principio fue fácil ya que yo me acerque con unos alambres en los que escribía el nombre de cada uno; entonces eso fue lo que les llamo la atención menos a Ellianna, que suerte la mía de todas las personas a la única que no le llamo la atención fue a Ellianna. Pero se me ocurrió una cosa ya que todos o mejor dicho casi todos eran mis amigos decidí hacer un regalo, justo en una actuación del colegio donde iban a bailar ellos, entre los cuales estaba Ellianna y Lucía yo me metí donde estaban esperando para salir a bailar y le regale un nombre de alambre a Ellianna, a Charito y a Pamela, a las tres para que nos se dieran cuenta que estaba enamorado de Ellianna. A ella le gusto solo que al hacerlo me confundí y su nombre lo hice con una sola “n” por lo que tuve que hacerle otro pero lo que yo quería ya estaba hecho, de ahí Ellianna se hizo muy buena amiga mía y hasta ahora seguimos siendo muy buenos amigos nada más.



III


            En la casa de Sofía se encontraban Lucía y Denisse hablando sobre la reunión que tuvieron anoche ellas tres con Ellianna y Paloma.
- Lucía, Qué te pasa?, te veo deprimida. - dijo Denisse con cierta preocupación.
- No es nada, es que me quede con la duda de porque Alex se puso tan nervioso cuando le abrieron la puerta. - dijo Lucía muy pensativa.
- A mi me parece que Alex está enamorado se le ve distinto ya no tiene la misma alegría que antes. - dijo Denisse cuando empezó a sonar el teléfono.
- Denisse! Denisse! - gritaba Sofía para que Denisse se acercase al teléfono.
- Ya voy espera un rato.
            Luego de unos breves minutos Denisse regreso del teléfono y se despidió de todos.
- Chau, chau nos vemos mañana. - dijo Denisse al salir de la casa.
- Chau. - dijeron Lucía y Sofía que se quedaron conversando.
- Lucía no te has dado cuenta que Alex es muy extraño, me intriga porque se tenía que ir ayer tan rápido sin esperar a que llegaras, si cuando estuve en su casa me dijo que no tenía nada que hacer.
- Pero yo si lo sé Sofía, él no quería encontrarse conmigo luego de lo que me había contado y aparte por...  otras cosas. - dijo Lucía arrepintiéndose de lo que iba a decir.
- Lucía, qué tal te parece Alex?
- Por qué me preguntas eso?
- Sólo quería saber si te habías...  no sólo que tal te parece nada más.
- A mi parecer él es...  como te lo digo es un poco extraño para hacer y demostrar lo que siente; pero eso si, él, para mi es muy romántico, eso nadie se lo quita. - dijo Lucía escapándosele un suspiro de los labios.
- Muy romántico, por qué? - pregunto Sofía extrañadísima por la respuesta dada.
- A mi me parece así no se si a otra le pareciera igual pero eso a mi no me interesa.
- Pero por qué?
- Déjame que te cuente, hace tiempo cuando recién nos habíamos  conocido, cuando aun estabamos en el colegio, él hizo cosas que nunca antes se habían visto en el colegio.
- Claro, como el sentarse en medio del patio.
- Semejante a eso, no se en verdad si lo que hizo fue porque él estaba enamorado de mi o tan sólo lo hizo por probar algo; pero eso si después de eso todo cambio, yo me enamore de él sin saber que era él; y él se enamoró de mi sin querer.
- Cómo, cómo? se enamoraron los dos sin darse cuenta, por casualidad.
- No, es que, ni te lo imaginas déjame que empiece, no se en verdad como se le ocurrió pero mira todo empezó un día normal, cuando llegue al colegio y todos me llamaron, me enseñaron una carta dirigida a mi que la habían encontrado pegada en el periódico mural; en la carta tan solo había un poema y al final una firma no tenía en ninguna parte el nombre de quien mandaba la carta, eso fue lo que me llamo la atención y me hizo pensar que estaban jugando solamente.
- Y luego, cómo supiste que era Alex el que te escribía?
- Yo ni me lo imaginaba, en fin era sólo una para que ponerme a pensar quien era si sólo se podía tratar de una broma. Pero al día siguiente en el mismo lugar otro poema para mi con la misma firma, el mismo modelo de carta y la misma letra que la anterior, ahí me empezó la curiosidad, trate de analizar la firma haber para ver que es lo que decía pero no pude lograr nada. Al día siguiente fue lo mismo otra carta mas; Ellianna, Denisse y yo nos pusimos a pensar quien podía haberlas escrito, nosotras tres queríamos saber quien era el poeta secreto.
            No nos imaginábamos quien podía haber sido así que intentamos adivinar mientras que cada día me enamoraba mas de aquel poeta desconocido. A veces nos quedábamos hasta tarde para ver si lo ponía en la  tarde, otras veces llegábamos primeras al colegio para atraparlo justo en el momento cuando lo colocase en el periódico mural, pero era inútil siempre llegábamos y ya estaba allí, nunca dejo huella o algo que lo pudiese identificar pero no nos dimos por vencidas.
- Cómo lo averiguaste?, Cómo supiste que era él?
- Fue fácil, aunque a mi ya poco me interesaba quien era, solo quería saberlo por curiosidad nada mas pero Ellianna y Denisse si se esforzaron en averiguar quien era, pero era lógico; a quien en el colegio se le hubiera ocurrido esa locura de escribir anónimos.
- A un loco pues.
- Ahí esta tú misma lo dijiste un loco quien mas sino “Loco”(Alex) era el único que cumplía todos los requisitos para dicha operación, mas yo no quería acusarlo sin tener pruebas antes. Claro que a Ellianna y a Denisse no le interesaban las pruebas y fueron y lo acusaron, le preguntaron casi afirmando que él era él de las cartas.
- Y que hizo Alex, reconoció que era él?
- Como te dije no lo dejaron que hablase sólo le echaron la culpa, si lo hubieras visto después que le dijeron que el había sido, se quedo con la boca abierta, ni se imaginaba que iba ha ser descubierto.
- Entonces lo acepto luego.
- No luego que lo acusaron se fueron y lo dejaron parado e inmóvil, después de la sorpresa se marcho y los siguientes días lo hubieras visto se encontraba escribiendo solo, casi escondido sin hablar con nadie, porque después empezaron a acusarlo casi todos.
- Y que escribía, nunca supiste?
- Nunca me lo enseño, pero lo que me contaron es que estaba escribiendo como poemas para demostrar a todos que no era el poeta secreto.
- Pero cuando supiste que era él?
- Una vez nos encontramos y él me pregunto sobre las cartas y me dijo que hablara con los demás para que las convenciera que él no era él que las escribía; se le veía muy serio así que porque no creerle, podía ser que otro las escribiera o no?
- Si pero solo alguien que este muy enamorado o muy loco.
- Tienes razón, pero como lo iba a reconocer después de recibir doce cartas todo acabo ya no volví a recibir otra mas, pero lo seguían culpando a Alex y él poco a poco ya tuvo que aceptarlo por mas que no lo hubiera hecho él creo que hubiera aceptado con tal que se acabaran todas las acusaciones a parte el se escondía de todos como arrepentido de si mismo.
- Cuándo fue que lo supiste en verdad?
- Un día yo me encontraba hablando con el psicólogo  y el me espero afuera, se escapo de clases para encontrarse justo en el momento que yo saliera, ahí fue cuando me lo dijo, me pidió disculpas por si me había causado algún daño y me pidió que lo perdonase; me sentí un poco mal al verlo como se disculpaba de algo que me había encantado y que quizás nunca jamas lo vuelva a vivir. Me contó que lo había hecho sólo por probar si a una mujer le gustaban los anónimos, o sea si se enamorase de quien le escribe. Lo malo fue que desde ese momento él ya no era él mismo, yo me di cuenta que él se había enamorado de mi, y con su forma de ser y con esos poemas de las cartas puede ser que en el fondo yo también me había enamorado de él.
- Nunca supiste si en verdad se había enamorado de ti?
- No, nunca; en verdad después de todo lo sucedido él ya no era el mismo se distancio mucho de mi, ya no me hablaba con la misma alegría que antes.
- Quizás se sentía avergonzado de lo que había hecho y...
- Pero si me encanto no me hubiera imaginado que iba a recibir anónimos, poemas dirigidos a mi. - dijo Lucía interrumpiendo a Sofía.
- Si verdad, que hermoso sería recibir anónimos, cartas de amor, te crea una gran duda pero es muy romántico.
- Si, como la televisión - dijo Lucía como broma.
- Y las cartas, aun las conservas? - dijo Sofía con gran curiosidad.
- Por supuesto, las tengo bien guardadas para que no les pase nada, las guardo como oro, son mi mejor recuerdo del colegio. Y ahora después de 10 años siento que me estoy enamorando de él.
- Si, me di cuenta de eso hace tiempo pero porque no se lo dices.
- Para que, sería perder el tiempo si él sólo piensa en ella y nada mas que en ella, y claro ahora para mala suerte también en Margarita, y él esta tan confundido con las dos que no sabe que hacer.
- Quién es Margarita? - exclamo Sofía muy intrigada.
- Margarita ella... es una larga historia que me contó hace poco.
- Pero quién es? De dónde salió?
- En resumen ella fue su primer amor pero nunca se lo dijo, y como ella era colombiana tenía que regresar; lo malo que el hizo muchas tonterías que hizo que terminara la amistad de las dos.
- Y ella, a quién te refieres con ella?
- Ella, ella es la mujer que lo ha vuelto loco, la que puede hacer su antojo con él, pero ella nada, ni siquiera se da cuenta que él esta tontamente enamorado, tú la conoces, y él sabe.....
- No me digas que es Ellianna, con razón su actitud cuando ella abrió la puerta parecía como si hubiese visto a un fantasma.
- Claro ni se imaginaba que ella iba a estar aquí.
- Pero porque el miedo si ella es su amiga.
- El miedo, porqué el miedo? puede ser quizás porque temía que yo contase algo sobre lo de Margarita y Ellianna lo escuche; él esta tan confundido desde que encontró a Margarita de nuevo, ni siquiera le ha vuelto a hablar pero la ha vuelto ha recordar y la recuerda como si fuera la mas grandiosa mujer del mundo.
- Pero si tú no hablaste nada sobre Margarita y menos lo hubieras hecho, contar los secretos que Alex te confio a nadie.
- Si, claro y ya se me escapo, te lo he contado a ti, por favor no le vayas a contar esto a nadie.
- Ni tonta, a nadie le voy a contar sobre Margarita te lo prometo.
- Esta sonando el teléfono quien podría ser. - dijo Lucía mientras iba a responder.
            Cuando Lucía levanto el fono no respondieron y después colgaron.
- Quién era, ah?
- Nadie, solo estaban jugando, no dijeron nada.
- Como odio, la gente que llama y no habla, que creen que el teléfono es para juegos.
- Quizás tuvo miedo de hablar
- Nadie llama y no le dan ganas de hablar.
- Si pasa Sofía, yo ayer llame a Alex, quería hablar con él y el teléfono sonó varias veces y cuando contesto me arrepentí y colgué.
- Pero porque lo hiciste.
- No sé, no lo sé.
- Quieres que te diga algo, yo que tú le haría saber lo mucho que lo quieres.
- Para que acaso crees que yo le pueda ganar a su diosa.
- Qué?, qué es eso de diosa? , será bonita pero no es para que compares a Ellianna con una diosa, tú también eres hermosa y hasta mas que ella.
- No te estoy hablando de Ellianna, Alex no me ha dicho ni siquiera que esta enamorado de ella, yo lo supuse por la forma como se comporta cada vez que se encuentra cerca de ella desde hace tanto tiempo. A la que me refería como diosa era a Margarita ya que él me la describió como tal.
- Ya basta, cambiemos de tema eso de los hombres ya me aburrió y yo estoy feliz con mi querido Francisco.
- Ay sí que bonito, suertuda. - dijo Lucía con un tono de desprecio.
- Bueno hablando de él, en dos horas va a venir nos vamos a dar un paseo, otro día seguimos hablando de Alex, ahora me tengo que arreglar.
- Apúrate que te demoras un siglo. - dijo Lucía con cierta gracia.
- Graciosa, graciosa. - dijo Sofía y se fue a arreglarse.



IV



            Salí de mi casa a buscar a Charo, solo por visitarla; mientras estaba en camino a su casa me encontré con Denisse, la cual se encontraba yendo hacia su casa que queda cerca de allí, yo la acompañe hasta su casa y me quede hablando con ella todo el camino y se me olvido que iba a buscar a Charo.
- Cómo se encuentra Lucía, sabes como esta? - pregunte a Denisse para enterarme como se encontraba Lucía.
- Esta bien, porque me lo preguntas? - respondió Denisse con mucha curiosidad.
- Era solo por saber - dije yo tratando de ocultar mi interés por Lucía.
- Alex, dime algo, pero respóndeme con la verdad que sientes por Lucía?
- Yo,...  yo por ella... que siento... bueno ella es una muy buena amiga mía igual que tu - dije y se me notaba cierta duda en mi respuesta.
- Estas seguro solo es una amiga nada mas? - pregunto Denisse dudando de la respuesta que le había dado.
- Que quieres que te diga, que estoy enamorado de Lucía, no te lo puedo decir porque no es cierto. - dije un poco enojado con la actitud de Denisse.
- Disculpa, solo que si estas enamorado de alguien es mejor que se lo hagas saber, o no?
- Si gracias quizás siga tu consejo.
- De quien estas enamorado Alex? si se puede saber.
- Disculpa pero ya no sé si estoy o no enamorado de alguien, pero ya cambiamos de tema.
- Esta bien, discúlpame si fui muy curiosa sobre tu vida.
- No te preocupes, pronto todos sabrán quien me ha vuelto loco de amor, y es mas tu ya la conoces...
- Por cierto a donde estas yendo.
- Verdad se me olvido por completo, iba a la casa de Charo.
- Bueno gracias por acompañarme hasta mi casa pero si has quedado con Charo mejor anda rápido.
- No la he llamado, solo iba porque quería hablar con ella.
- Entonces ya te vas?
- Si, quiero preguntarle algo importante.
- Entonces chau, llámame un día quiero hablar contigo.
- Chau, yo te llamo en esta semana.
            Me fui en dirección hacia la casa de Charo, aunque me encontraba mas lejos que antes.
            Antes de llegar a su casa me cruzo por la mente Margarita pero la saque de mi mente pensando en otras cosas.
            Al llegar a su casa, ella se encontraba en la puerta hablando con Jessica, me acerque saludándolas y me quede hablando con ellas unos minutos y luego me marche porque no me llevaba muy bien con Jessica; al despedirme de Charo le dije que la iba a llamar mas tarde.
            Me marche, pero en mi mente solo se encontraban las ganas de hablar con Charo; me fui lentamente caminando sin saber a donde ir ya que no deseaba regresar a mi casa. Mientras andaba por las calles sin saber a donde ir o que hacer me acorde de la dirección que habían dejado bajo mi puerta el otro día y me di cuenta que la dirección estaba cerca de donde me encontraba por lo que me decidí ir a ver quien era quien vivía allí, ya que como quedaba a cinco cuadras de la bodega de Sergio, y el me dijo que donde vivía Margarita era también a cinco cuadras podía ser que ese lugar sea donde por fin me vuelva a encontrar con Margarita.
            A pesar de que el camino era corto me demore bastante tiempo para llegar al destino; pensar que faltaba poco para que me vuelva a encontrar con Margarita, ya no esperaba el momento para llegar y tocar la puerta y que al abrir... pero todo esto era quizás solo una ilusión que nunca sucedería, como saber si dicha dirección era la casa de Margarita y si fuese así porque me dejaron la dirección bajo la puerta, quien habría sido la persona que quiere que me encuentre con ella de nuevo, tantas preguntas en mi mente y el camino parecía interminable como si algo me detuviera el avance hacia su casa.
            Al fin llegue, el edificio si es que se le podía llamar edificio, era una casa de tres pisos en donde vivían distintas personas, cuando me decidí a tocar la puerta vi en la esquina una hermosa mujer de cabellos negros que volteaba la esquina, mas no me fije muy bien; no le di mayor importancia, ya que quería saber quien vivía en dicha casa podía ser donde por fin llegue a encontrar a Margarita después de tanto tiempo.
            Al llamado de la puerta fue una señora extrañadísima de la visita, entonces fue cuando le pregunte.
- Disculpe señora, esta es la casa donde vive la señorita Margarita Morales?
- Porque, quien es usted? - dijo la señora muy desconfiada.
- Yo soy un viejo compañero de colegio.
- Esta seguro...- dijo dejando entrever la desconfianza que me tenia.
- Quizá usted no me cree por lo que ella es colombiana, pero fue un año en que se vino a vivir aquí.
- Si ya bueno no me interesa quien sea usted, esta bien ella si vive acá pero acaba de salir un minuto antes de que usted tocara la puerta, acaso no la vio cuando llego.
- Entonces era ella, estaba con una falda negra.
- Si, si pero dígame para que la busca, ella esta tratando de olvidarse cosas malas de los pasados años.
- No se preocupe, hasta pronto, dígale que vino ha verla un viejo compañero.- dije rápidamente y me fui corriendo a ver si la podía alcanzar, pero fue inútil no llegue a encontrarla por ningún lado. Perdí la oportunidad de encontrarla y pensar que casi nos cruzamos pero lo peor es que la vi pero no me di cuenta que era ella.
            Regrese a mi casa ya que parecía que no estaba de suerte, ya que no pude hablar con Charo y tampoco pude encontrarme con Margarita.
            Decidido a buscar mañana a Margarita me fui a mi casa, pero con los deseos de hablar con Charo, lastima que haya estado con Jessica en ese momento, mientras iba de regreso a mi casa me puse a pensar en el ultimo día que vi a Margarita, que podía hacer yo si después de tantos problemas entre ella y yo, ya no éramos ni amigos, es mas ella ni se despidió de mi; que tonto fui para que las cosas terminaran así.
            Al llegar a mi casa me senté a ver que había en televisión, la cual apague en breves minutos ya que no había nada bueno que ver. Me senté a escuchar música y encontré viejos papeles que me hicieron pensar en todo lo que hice para que Ellianna se enamorara de mí, sin que se diera cuenta.... A pesar de haber logrado su amistad yo tenia muy poco tiempo de conocerla y recién éramos unos amigos casuales, y yo tenia miedo de hacer  algo que pudiera dañar nuestra relación, como paso con Margarita y ese mismo año con otra amiga. No quise preguntarle nada, solo hablábamos, pero ninguno pregunto algo personal sobre el otro. Cómo saber algo de ella si no me tenia mucha confianza pero la respuesta era fácil Psicología!, en el departamento de psicología del colegio estaban todas las respuestas a mis preguntas, pero el problema era como estar solo en ese lugar como poder entrar allí sin que nadie sé de cuenta.
            Por suerte, la puerta tenia una chapa que era fácil de abrir, por un hueco de una chapa antigua que habían sacado, entonces ya tenia un plan para entrar allí.
            Me quede un día hasta tarde en el colegio, esperando que todos se fueran también los profesores, es decir nadie que me pudiera ver al entrar al departamento psicológico. Ya cuando todos se fueron puse en practica la teoría para la puerta y gracias a dios funciono satisfactoriamente; al estar adentro podía saber las intimidades de muchas personas pero solo me intereso ver lo de ella, lo de Ellianna, abrí los cajones y encontré el fólder donde guardaban todas las pruebas psicológicas que le habían tomado durante el tiempo que había estado en el colegio, logre averiguar cosas que ni me imaginaba; pero lo malo fue que eso de entrar allí tenia el riesgo de que alguien me encuentre mas no le brinde importancia a es inconveniente.
            Volví a entrar otros días hasta que por poco no la hago de salir sin ser descubierto; un profesor se había olvidado unos papeles y regreso, por suerte yo había salido a leer unos papeles fuera del lugar unos pocos segundos antes; el profesor vio la puerta abierta y se extraño ya que él estaba seguro de haberla cerrado, pero no le mostró mucha importancia debido a que estaba apurado; yo que me encontraba afuera escondido espere a que se fuera y volví a entrar y dejar los papeles en su sitio y ya nunca mas volví a entrar.
            Ya por ese tiempo ya se acercaba el fin de año, y yo iba a postular a la Escuela Naval y quizás nunca vuelva a ver a mis compañeros de colegio y como es lógico quizás tampoco a Ellianna.
            Con el fin de clase, mi graduación la veía mas cerca, pensar que después de tanto tiempo por fin iba a salir del colegio pero este año que lo esperaba desde hace tiempo me hizo ver que dejar el colegio no era tan bueno como lo creía. El pensar en tener que dejar el colegio, mi graduación que se acercaba, el tener que postular a la Escuela tantas cosas que hacer para tan poco tiempo me hicieron olvidar por unos momentos a Ellianna y a Lucía.
            Llego el día de mi graduación y como si algo hubiera cambiado a todos, después de esperar con ansias el día en que por fin saldrían del colegio se dieron cuenta que iba ser la ultima vez que iba a estar toda la promoción junta. Algunas de las chicas no pudieron aguantar las lagrimas; iban llamando uno a uno hasta que me llamaron y entre las voces, aplausos y todas las personas viéndome no le preste atención a nada, iba caminando hacia donde me entregarían el libro de graduación, sin escuchar nada, la bulla, las miradas de las personas no me interesaban, yo estaba fuera del mundo, pensando en que ya no iba a volver al colegio otra vez, ya no iba a volver a ver a mis profesores y lo peor quizás no vuelva a ver a Ellianna, si ella podía haber estado allí en mi graduación, pero no me anime a invitarla, como podía haberla invitado; si la hubiera visto ese día, verla y no poder hacer nada, no poder decirle que la amo y es mas saber que yo me iba y ella se quedaba en ese lugar que tanto tiempo quise que acabara ya que no había ninguna razón para estar allí hasta que la conocí a ella, entonces fue cuando me di cuenta que no me quería ir del colegio.
- Ring! Ring! - el teléfono empezó a sonar fui a levantar el fono para saber quien era.
- Aló quien habla? - dije con una voz cansada y extrañado por la hora que era ya que eran las once de la noche.
- Aló Alex! - respondió una voz con un tono de preocupación y nerviosismo - Alex! Alex!... soy yo Paloma.- dijo sin poder pronunciar muy bien las palabras.
- Que pasa?, Porque estas tan nerviosa, algo malo ha pasado?
- Ni te imaginas...- dijo Paloma y empezó a llorar.
- Cálmate no llores - dije tratando de que Paloma este más tranquila para que me contase lo sucedido.
- Es Charo, ha sufrido un accidente. - dijo Paloma siendo interrumpido bruscamente por mí.
- Que le paso? Esta bien? Dónde esta? - pregunte muy preocupado por la condición de Charo.
- Se choco con un poste por tratar de esquivar a un niño que cruzo imprudentemente la calle y no se dio cuenta que venia un carro.
- Pero esta bien? Cómo se encuentra? - pregunte ansioso por saber de ella.
- Se encuentra en el hospital naval, creo que esta bien, me acaba de avisar de Sofía.
- Cuándo sucedió si yo he estado con ella en la tarde?
- No sé exactamente pero creo que alrededor de las siete.
- Espérame un momento, en un minuto estoy en tu casa para ir a verla.
- Ya esta bien, chau.
- Chau. - colgué y rápidamente salí hacia la casa de Paloma.
            En el camino no podía dejar de pensar en Charo, como estará, si solo unos minutos antes yo estaba a su lado, y ella estaba feliz sin preocupación alguna, y contemplando su hermosa sonrisa; si solo Jessica no hubiera estado allá yo me hubiera quedado con Charo y no le hubiera pasado nada.
            Llegue a la casa de Paloma la cual me estaba esperando para ir al hospital, fuimos rápidamente los dos estabamos muy preocupados por Charo que ninguno quiso romper el silencio en que nos  encontrábamos.
            Ya en el hospital el doctor nos indico donde se encontraba y en la habitación solo se encontraba su prima; al entrar Charo estaba en la cama echada, me acerque pero no podía hablar, me sentía mal al verla así como estaba; Paloma se acerco y empezó a hablar, yo me aleje un poco y no podía dejar de pensar en que ella esta ahí herida por mi culpa si me hubiera quedado hasta que Jessica se fuera, ella no hubiera tenido que ir a ninguna parte. Después de unos minutos Charo nos dijo que quería descansar y seria mejor que volvamos mañana, Paloma y yo nos fuimos y le prometimos que en la mañana estabamos allá. A la salida Paloma empezó a hablarme.
- Alex, puedes pasar por mí en la mañana?
- Sí; estoy por tu casa a las nueve, esta bien?
- Sí gracias.
- Bien entonces nos vamos, te llevo a tu casa.
- Gracias.
            Salimos del hospital, ambos estabamos muy preocupados por Charo, subimos al auto y lleve a Paloma a su casa permaneciendo ambos en silencio en el camino. Llegue a su casa, le dije que volvería en la mañana me despedí pero pareciera que nos encontrábamos solos y que estaba hablando con la pared.
            Yo me fui en camino a mi casa, luego de haberla dejado y no podía sacarme de la mente la escena en que Charo estaba en el hospital, aun no lo podía creer que ha ella le haya sucedido tal accidente tan solo unos minutos después de haber estado con ella. En mi casa, seguí pensando en ella, desde que Paloma me llamo no podía sacar de mi mente a Charo.
            Luego de dos horas me quede dormido encima de la mesa ganado por el cansancio, a pesar de la incomodidad permanecí dormido por varias horas.
            Eras las nueve y media y el teléfono sonó lo cual me despertó bruscamente, no sabia que hora era y respondí el teléfono.
- Aló quien habla? - dije con una voz somnolienta.
- Aló, Alex, soy Paloma.
- Paloma, ah...  er - me fije en el reloj dando me cuenta que ya estaba tarde treinta minutos. - disculpa es que me quede dormido en quince minutos paso por tu casa.
- Ya esta bien, gracias, chau.
- Chau. - dije pero aun me encontraba un poco somnoliento.
            Me asee, me vestí con lo primero que vi y salí rápidamente, no tome desayuno nada porque ya se me hacia tarde. Exactamente quince minutos después de la llamada de Paloma llegue a su casa y nos fuimos hacia el hospital.
- Discúlpame es que me quede dormido arreglando unos papeles y lo que me levanto fue tu llamada.
- No te preocupes, solo que temía que a ti también te haya sucedido algo malo.
            La mañana, era clara, había sol y esto hizo a los dos estar un poco menos preocupados por Charo, aparte con la visita del día anterior vimos a Charo que no estaba muy mal, que el accidente no era muy grave.
            Ya en el hospital, fuimos hacia la habitación donde se encontraba Charo; yo le llevaba un ramo de rosas que había comprado en el camino. Al entrar en la habitación, Charo se encontraba viendo televisión, alegrándose de nuestra visita pasamos y nos quedamos alrededor de dos horas conversando con ella para hacerle compañía.
            En esas dos horas no le quite la mirada de encima verla allí, me sentí mal, pero no sé que me hacia verla a cada momento ver su sonrisa (aun la conservaba a pesar de los malos acontecimientos).
            Mientras estaba en la habitación me vino a la mente el recuerdo de esa mujer que me volvió loco hace tiempo, y a su vez estaba el recuerdo de la hermosa mujer que me ha conquistado el corazón, no podía definir mis sentimientos entre ellas dos y más ahora que siento que el amor no existe en mi vida; ya que solo como un capricho creo que amo a Ellianna y solo por recuerdo creo que amo a Margarita cuando en verdad siento que el amor de vida estaba echada en la cama.


V


            Al día siguiente de la visita a Charo, fui a buscar a Denisse ya que el día en que me encontré con ella me dijo que quería hablar conmigo y yo también quería hablar con ella.
            Al llegar a su casa me preguntaba si Denisse había ido a ver a Charo al hospital el día del accidente; toque el timbre de su casa esperando unos breves segundos antes de ser respondido. Denisse asombrada por la visita ( ya que muy rara vez iba a su casa), me hizo pasar, me invito a sentarme y me pregunto.
- Alex, sabes lo que le paso a Charo? - dijo Denisse un poco entristecida.
- Si me lo contó Paloma. Ayer la fui a ver como seguía y se encuentra bien. - respondí mostrando cierto interés en Charo.
- Me alegro que no le haya sucedido nada malo o es mejor decir no muy grave, aunque hasta ahora no he podio ir a verla.
- Si quieres después vamos a verla un momento.
- Gracias, pero no me gusta ir a los hospitales, a ver a alguien accidentado.
- Pero Denisse, ella no es cualquier persona.
- No pienses mal de mí, quisiera ir a verla pero tengo una razón muy importante para no querer ir, lo siento.
- Ya esta bien, ese es tu problema y no me interesa a mí.
- Discúlpame pero tengo mis razones.
- Entonces cambiando de tema, acerca de lo que me preguntaste la ultima vez sobre si estaba enamorado o no, quisiera yo hacerte una pregunta a ti y te pido me respondas como tu pienses, Denisse tu me conoces y por favor dime tú de quien crees que me he podido enamorar, desde que nos conocemos he hecho muchas tonterías que no se porque las hice y quizás solo fueron para que ella se fijara en mi, ahora dime tu quien crees que es ella, a tu parecer, dímelo no hay problema porque desde hoy día quiero aprovechar el tiempo que pudiera estar a su lado.
- Alex, porque me lo preguntas a mí, yo no te conozco muy bien. - dijo Denisse tratando de evadirse de la pregunta.
- Denisse, Denisse, mírame a quien crees que le puedo preguntar que las conozca a todas ustedes.
- A Lucía o sino porque no a Ellianna.
- No le puedo preguntar a ninguna de ellas, solo a ti ya que de una ellas es de quien estoy yo tontamente enamorado.
- Pero Alex no tengo idea, si te digo que Lucía por las cartas que hace tiempo mandaste; pueda quizás que sea Charo por la forma de hablar cada vez que te menciono su nombre, siempre mostrando interés en ella, en verdad no sé.
- Tu misma lo has dicho, no te pido que sepas exactamente, solo quiero saber quien es la que tu crees por las distintas tonterías que haya hecho.
- Simple si solo tomo en cuenta las tonterías hechas por ti, solo queda una entre todas ella es Ellianna. - dijo con confianza en lo que decía como si en verdad supiese que es ella.
- Gracias Denisse con esto ya esta comprobado que no hay otra mas que Ellianna.
- La conoces hace como diez años y tu nunca le has dicho nada ni siquiera le preguntaste lo que sentía.
- Si, solo que hace diez años las conocí a ustedes y sabes como conocí a Ellianna, fui poco a poco acercándome a ella, no iba a clases solo para verla pero no tenia el valor de decir lo que siento.
            Después yo averigüé donde vivía cada una de ustedes, ya cuando se acabaron las clases ustedes ni se imaginaban volver a verme, yo un día fui a ver a Lucia porque su casa si la conocía pero ella se había ido de viaje entonces me fui desde su casa buscando la casa de Ellianna de la cual tenia la dirección y solo una vaga referencia de donde quedaba.
- Y como sabias donde quedaba.
- Aparte de usar un mapa en el cual no aparecía la calle de su casa, me acordaba de la vez en que me subí en su bus para saber donde vivía, ni te imaginas cuando en el bus solo quedo ella y yo, que no sabia ya a donde ir; mi idea era de donde bajarme si quería saber donde quedaba su casa, así que me quede y me regreso al colegio. A pesar de esperarla a ver donde bajaba el bus no la dejo en la puerta de su casa.
            Si bueno desde la casa donde antes vivía Lucía hasta la casa de Ellianna son mas o menos...  bueno no sé pero es lejos y todo ese día estuve buscando su casa desde las diez hasta las doce del día, sin saber siquiera si la dirección que tenia era la de su casa, así fue como la empece a ver a menudo.
- Y entonces Lucía...  nunca has sentido nada por ella? - dijo Denisse interesada en lo que le contaba.
- Lucía... Lucía solo es mi amiga, si piensas que por las cartas escritas eso solo fue una locura, pero si tengo que aceptar que esas cartas, me hicieron sentir..., no sé no creo que sea amor porque el amor es eterno, pero todo eso fue momentáneo, hasta que Lucía no se porque cambio de carácter y tu lo sabes; a ella le conté mi más grande secreto que tenía y porque crees porque ella es una amiga de confianza igual que tu.
- Pareciese que tu te hiciste amigo de nosotras solo para conquistarnos.
- Si tienes razón, al principio solo fue un juego pero después me di cuenta que solo si en verdad la quisiera era la única razón de haber hecho tantas tonterías.
- Y Charo tiene que ver algo en la historia.
- Mi Charito..., cinco años antes de conocerlas a ustedes ella ya era mi amiga y vecina, y si ya has escuchado sobre mi vida casi todo no tengo porque no contarte de ella, el primer día que la vi a ella me gusto su rostro, su forma de ser, etc... algo como un amor a primera vista, a pesar de eso nunca... no se nunca...
- Te enamoraste de ella. - dijo Denisse terminando lo que intentaba decir.
- Exacto. - dije de forma seca y terminado la historia.
- Alex, ya me has contado sobre como conociste a Ellianna, Lucía, a Charo y a mí; me has dicho de quien estas enamorado pero... - Denisse hizo una pausa mientras tenia su mirada fija en mis ojos. - porque nunca le has dicho nada a Ellianna, porque no le dices que la quieres. - se quedo mirando a mis ojos esperando la respuesta de mis labios.
            Yo me quede en silencio y ella no dijo nada esperando mi respuesta, yo no tenia idea que decirle porque ni yo mismo sabia porque no se le había dicho.
- No sé, no sé. - fue lo único que pude responder a semejante pregunta.
- No te entiendo desde cuando has estado enamorado de ella.
- Yo, de ella... enamorado... desde cuando. - dije sin lograr constituir una oración coherente. - estoy enamorado de ella desde chico casi de la primera vez que la conocí.
- Y desde ahí no le has dicho nada, que es lo que esperas.
- No sé, no sé, no lo sé.
- Ella siempre me habla de ti eres su mejor amigo y quizás hasta te quiera de otra forma pero no te va esperar toda la vida, a ella también la puede conquistar cualquier otra persona.
- Si pero solo me ve como su amigo nada más.
- Y lo primero que hay que ser para encontrar el amor es encontrar la amistad, ella todavía recuerda cuando había terminado con Waldy y tu averiguabas todo lo que ella quería saber, cuando le dijiste que el  no la quería y que jamas la quiso, creyó en lo que tu le contaste porque sabia que tu jamas le ibas a mentir.
- Exacto tu misma lo has dicho me creyó porque si soy su amigo no tenia porque decir que el no la quería o que él la seguía queriendo, pero si ella se enterase que en ese momento yo estaba enamorado de ella entonces podría pensar en él.
- Y Alex eso era cierto?
- No! yo hubiese preferido que él la siguiera queriendo, así ella no iba sentir ese dolor de saber que solo la uso.
- Si pero eso ya paso hace bastante tiempo, yo te aconsejo que se lo digas, lo peor que pueda pasar es que ella te diga que no.
- Si pero en estos días a sucedido algo increíble que ha cambiado toda mi vida.
- Tu vida esta llena de misterios.
- No es que, he vuelto a encontrar a Margarita la primera de quien yo estuve enamorado, pero en su permanencia aquí en el Perú yo hice muchas cosas que hicieron que ella se enojara conmigo y se fue con ese recuerdo mío y lo que yo me prometí fue ir a buscarla para pedirle disculpas.
- Y eso que tiene que ver con Ellianna.
- Es que no sé si todavía la quiero.
- Ahí si yo ya no te puedo ayudar.
- Si ya lo sé pero gracias por escucharme, chau.
- No te preocupes siempre que quieras yo estoy aquí para que me cuentes tus problemas, chau.
            Al salir de su casa a pesar de ya ser muy de noche me fui a la casa de Margarita, porque no podía perder la oportunidad, ahora que estaba seguro que amo a Ellianna, ir a ver si Margarita me hacia surgir algún sentimiento dentro de mí.
            Fui rápidamente hacia su casa solo con el propósito de pedirle disculpas y olvidarme para siempre de ella. Todo el camino no dejaba de pensar en Ellianna y aunque iba a la casa de Margarita para olvidarla siempre sentía una confusión que me hacia pensar porque tener que olvidar a Margarita si yo la quise hace tiempo y durante todos estos años no la olvide quizás ella es la quien yo en verdad amo y no es Ellianna.
            Llegue a su casa, pero la duda de saber si era Margarita o era Ellianna la dueña de mi corazón, me hizo irme de ahí antes de hablar con Margarita, me fui pero en el fondo algo me decía que tenia que regresar pero no hice caso y me fui a mi casa y descansar mi mente después de lo sucedido en casa de Denisse y claro luego en la puerta de Margarita que me hizo que me fuera sin hacer lo que tenia pensado.
            En mi casa trate de despejar mi mente, pero al abrir la puerta había una nota de Sofía que decía para que me comunique con ella a penas llegara, pero yo me fije en la hora, y considere que era muy tarde para que la llamara, así que decidí llamarla temprano la mañana siguiente.


VI


            En estos momentos yo me encontraba en uno de los más grandes problemas que puede tener un hombre, enamorarse sin ser correspondido y peor aun para mí, encontrarme con ese sentimiento guardado por casi diez años; solo por ella fue que hice todo y en verdad hay cosas que nunca las hubiera hecho si no la hubiera conocido.
            Ellianna ese es el nombre que aun llevo en mi mente y no creo poder sacarlo jamas, ella era una chiquilla la primera  vez que la vi pero a pesar de eso su belleza me conquisto el corazón que no podía dejar de conocerla e hice todo lo que fuera para lograr su amistad y tratar de enamorarla pero han pasado diez años y mi estúpida timidez  no me ha permitido acercarme a ella. Por otro lado estaba Lucía que ha sido la primera a quien le había contado la historia de Margarita, Lucía fue la que creo una confusión ya que a ella yo le escribí unas cartas anónimas a pesar de encontrarme enamorado de Ellianna y en verdad no sé porque se las escribí a Lucía y no ha Ellianna, solamente creo que lo hice porque si no resultaba enamorar a Lucía no perdía nada en cambio si se las escribía a Ellianna podía perderla para siempre, pero no se me ocurrió en ningún momento que resultaría, así que en verdad era un juego sin sentido alguno lo malo es que lo que logre fue que yo me enamorara de Lucía y no tengo ni idea si Lucía llego a sentir algo por mi, lo único fue que yo de Ellianna me aleje pensando que Lucía la había sacado de mi corazón.
            Lucía después que salí del colegio y no la volví a ver en meses había cambiado su forma de ser y me empece a dar cuenta que lo que llegue a sentir por ella fue solo consecuencia de las cartas y no era un sentimiento verdadero.
            Lucía fue de las tres (Ellianna, Denisse y ella) la primera de quien me hice amigo, ella me presento a su hermana Sofía y gracias a esta conocí a Paloma, entre Sofía y Paloma querían que yo me vuelva a enamorar de Lucía y que los dos estemos de enamorados pero a pesar del tiempo todavía no se dan cuenta que solo para mí han existido dos y nada mas que dos mujeres que han logrado conquistar mi corazón de verdad una de ellas es Ellianna, la otra y que fue la primera es Margarita; ahora Margarita ha vuelto y ya no he podido saber quien es la que en verdad quiero.
            Entre todos esos pensamientos la única que sabe que yo amo a Ellianna es Denisse porque ha sido ella la única ha quien yo le confíe ese secreto, pero mejor dicho ella fue la que lo descubrió y yo no lo podía negar.
            En fin, tofo este largo tiempo que ha pasado desde que las conocí a las tres hasta estos días me parece haber perdido años de vida buscando un imposible, a ella; no sé pero creo que ella no siente mas que amistad por mí, lo peor es que por ser yo tan tímido no me he atrevido a decir nada.
            Todavía recuerdo cuando estaba postulando a la Escuela Naval que cada vez que iba a la Escuela al regreso iba a su casa, así en los meses de enero y febrero la fui a visitar, conocí a su madre y a su hermano el cual resulto ser de la promoción de colegio de mi hermano y empezamos a hablar de los compañeros de el así fue como me fui acercándome a su familia, pero llego el día en que leyeron los resultados generales de los exámenes, ese día en donde todos estaban nerviosos al saber si habían o no habían ingresado.
            El oficial nos tuvo frente al edificio Grau y ahí en la formación todos estaban hablando, especulando sobre quienes habían ingresado; yo estaba parado oyendo uno a uno los nombres y me parecía una eternidad hasta que después de solo nueve personas me llamaron a mí, yo el décimo puesto, salí y pase a ser ya parte integral de la marina, ya en otra formación con la cara levantada viendo al cielo, solo me quedaba pensar en ella, saber que en pocas horas saldría e iría a verla.
            Salí de la Escuela, ya no como postulante sino esta vez como aspirante a cadete naval, lo primero que hice fue ir a su casa a contarle que había ingresado, decirle como sentía, pedirle si podía irme a visitar en el mes de adoctrinamiento a la Escuela; me quede hablando por un rato mas con ella y con su madre y me fui a mi casa donde me esperaba mi familia.
            Fue un día viernes cuatro de marzo cuando se realizo la ceremonia de ingreso de los nuevos aspirantes, ya era la ultima vez que yo amanecía como civil, después siempre iba a ser todo diferente.
            La ceremonia fue la primera de las muchas que iba a tener en mi vida dentro de Escuela, al finalizar esta nos mostraron nuestros camarotes y todo fue horrible el trato que se nos dio, yo sabia como era pero no se me ocurrió pensar si yo lo aguantaría para los adoctrinadores nosotros no éramos nada.
            Terminando el primer día todos estaban cansados, iba a ser la primera vez de tener que dormir en ese tipo de camas que por cinco años nos acompañaría, saber que a pesar de haber sufrido todo lo que me hicieron ese día pronto amanecería y así pasarían todos los días entre golpes, sanciones físicas, estar todo el día corriendo, en formaciones con la vista al cielo, ser despertado por las noches; en fin todo lo que tenia que resistir para poder integrarme al Batallón Angamos.
            Amanecía un día que podía ser normal como todos pero ese día era uno de los esperados por fin llego la primera visita en donde nuestros familiares y amigos podrían ir a visitarnos, ese día estuve esperando para ver si Ellianna venia a verme, por todas partes la estuve buscando pero no la encontré ella no fue ni la primera ni la segunda pense que quizás estuvo ocupada como para ir o quizás no la dejaron, así luego tuve mi primera salida pero yo no la volví a ver no sabia si es que ella me quería volver a ver; luego sucedió lo de su cumpleaños y poco a poco intentaba sacármela de la mente pero la quería ver, en el fondo de mi corazón deseaba locamente volverla a ver.
            Así fue como no la volví a ver casi hasta diciembre, casi un año sin verla, sin saber nada de ella y no la iba a visitar por el simple hecho de no saber si quería o no quería volver a verme, a parte el primer año en la Escuela Naval es matador y no pensaba mucho en ella, pero le quise llevar un regalo el día de su cumpleaños pero ese día yo estaba dentro de la Escuela por lo que pense llevárselo un día antes ya que ese día siempre es feriado y salgo temprano, pero ese día hubo una competencia deportiva para lo cual fuimos de comisión todos los cadetes uniformados, de la competencia salimos tarde y me fui a mi casa  para descansar y luego ir a la casa de Ellianna para llevarle el regalo, pero mejor era al regreso a la Escuela pasaba por su casa y lo dejaba allí.
            A la hora de tener que regresar a la Escuela, se me había olvidado que regresaba uniformado y no quería que ella me viera con uniforme, por lo que al llegar a su puerta le dije al taxista que me llevaba si podía entregar el regalo, pero a pesar de todo yo baje toque el timbre, al cual salió a responder su papa quien me dijo que Ellianna no estaba pero sabia que me engañaba ya que por una rendija la vi a ella parada, así que me fui y nunca le entregue el regalo.
            Ya en la Escuela, estaba triste porque no le puede entregar su regalo y así pasaron los días y nunca le di ningún regalo por sus catorce años.


VII


            Me acorde de la nota de Sofía, la llame para saber que era tan urgente; me contesto Sofía la cual quería que nos encontrásemos en un parque cerca de su casa, pero no me dijo para que. Fui rápidamente hacia allá y la encontré sentada en una banca del parque la salude desde lejos y me acerque.
- Hola Sofía, porque tanto secreto que es tan urgente? - dije muy intrigado.
- Alex, quiero saber algo, quien es para ti Margarita?
- Que?, Cómo sabes eso?, Quién te lo dijo? - dije y me puse muy nervioso.
- Por que te pones nervioso, siempre has sido muy bueno escondiendo tus sentimientos.
- Te lo contó Lucía verdad?
- Que interesa quien me lo ha contado lo que importa es que sientes en verdad por ella.
- Sofía, porque tu interés por mi vida pasada.
- Estoy preocupada por... por ti, estoy preocupada por ti. - dijo dudando mucho de lo respondido.
- Bueno me da igual, Margarita para que sepas fue de la primera chica de quien yo me enamore, y ahora en estos días la he vuelto a ver.
- Pero lo que sentiste hace tiempo no puede ser serio, cuando la conociste eras muy joven.
- Si ya lo sé, yo la había olvidado casi por completo pero al volver a verla, al ver esa mirada que me había conquistado desde que era chico me di cuenta que si me había enamorado de ella.
- Y le vas a pedir que sea tu novia.
- No, me di cuenta que me había enamorado de ella pero su magia ya paso ella para mi solo es otra historia en mi vida, yo la busco tan desesperadamente porque me prometí que le iba a dar una disculpa a ella por lo mal que me comporte cuando era joven.
- No te entiendo, pero no interesa, otra cosa mas, tú estas enamorado de alguien ahora si se puede saber?
- Te digo la verdad si lo estoy y mucho y es alguien que tu conoces.
- Será....- se quedo pensando unos segundos y la interrumpí.
- No lo digas Sofía pronto lo sabrás y cuando todos lo sepan ya nadie mas me vera, me alejare de sus vidas porque los sueños siempre son sueños hasta que uno los quiera hacer realidad ahí yo no son sueños pero tampoco son tus sueños hechos realidad, como puedo saber si yo mismo no soy un sueño de alguien de otro mundo que ha creado este sueño llamado realidad.
- Te ahogas en un vaso de agua; pero porque te vas a alejar de todos?
- No quiero que nada me recuerde a ella.
- Porque; también de ella te vas a alejar?
- De ella me alejo si es que me quiere solamente como un amigo.
- Si supieras tantas cosas que se te han escapado por haberte enamorado ciegamente.
- Chau Sofía
- Adiós, ojalá nos volvamos a ver algún día eres muy bueno y no te mereces que nadie te haga daño.
            Me sentí como si fuera la ultima vez que vería a Sofía, me sentía tan confundido, quizás ara exageración mía el no volver a ver a nadie tan solo por no querer saber nada de ella.
            Me fui al hospital en donde sé Charo, para ver como estaba.
            Al llegar entre con todas las ganas de decirle tantas cosas, pensar que ella con toda su simplicidad y es sonrisa llego a enloquecerme desde el primer día que la conocí y que casi le digo para que sea mi novia tan solo por verla en al cama después del accidente.
            Entre a su habitación, la vi que seguía tan feliz como siempre, me contó que al día siguiente le daban de alta y que me daba las gracias por haberla acompañado todo el tiempo.
- Charo, ahora que te encuentras bien, quiero saber algo, tu amistad con Ellianna es poca verdad?
- Es mi amiga pero nunca he salido o hecho nada con ella o con su grupo de amigos.
- Bien entonces, hasta pronto que te vaya mejor que nunca.
- Hasta pronto anda a mi casa cuando quieras siempre estaré feliz de verte y conversar contigo.
- Sabes que...- dude y no dije nada
- Que pasa?
- Nada, nada, hasta pronto.
- Chau.
            Al estar cerrando la puerta me salieron unas palabras involuntarias las cuales eran “Te amo”, sabia que no lo había escuchado pero yo sabia que lo había dicho, quizás fue que si la amo y es ella quien en mi vida debe estar, pero en fin tengo que alejarme para siempre o lo que quisiera estar al lado de Ellianna para siempre, la duda era como decírselo no me atrevía a decírselo frente a frente no soportaría de ninguna forma que ella me digiera que no, así que como decírselo era el problema.
            En el pasadizo al salir de la habitación de Charo me encontré con Paloma.
- Paloma, hola como te ha ido?
- Bien vengo a despedirme de Charo.
- Despedirte, esta bien que Charo se vaya del hospital pero se van ha volver a ver otro día.
- Me voy a despedir porque me voy de viaje a Venezuela y no sé cuando vuelva a venir.
- Entonces tuve suerte de encontrarte antes de que te fueras, por cierto cuando te vas?
- Mañana a los dos de la tarde.
- Ni para hacerte una fiesta de despedida.
- No lo creo, hoy tengo que empacar; bueno escríbeme Alex para no perder la amistad y me cuentes como van las cosas por acá.
- Toma Paloma
- Que es? - dijo extrañada.
- Son dos pequeñas libretas donde guardo en una los poemas que escribo y en la otra poemas de varios autores famosos.
- Pero esto te ha tomado mucho trabajo hacerlo.
- Llévatelo para cuando te sientas sola, lee un poema para que te acuerdes de mí.
- Gracias estoy segura que jamas me olvidare de ti.
- Lo siento pero me tengo que ir.
- No te preocupes, cuídate chau.
- Hasta pronto.
            Me marche del hospital y me fui hacia mi casa y al llegar se me ocurrió una idea para que Ellianna sepa lo que siento y desde cuando lo siento, se me había ocurrido escribir una pequeña historia desde que la conocí hasta estos días decirle todo lo que siento como una carta en la que se encontrara todo lo que siento por ella y al ir a verla seria un día como tantos en los que la visito, tan solo que al despedirme yo sabría que quizás no la vuelva a ver nunca mas.
            En mi casa sentado escribiendo la historia para Ellianna, llamo Luis el cual me dio la noticia que se iba a casar con Pamela el próximo mes, me encontraba muy feliz pero a la vez envidioso porque el se iba a casar y yo ni siquiera tenia una mujer que me quiera tanto o más como Pamela lo quiere a Luis, pero yo sabia que yo me lo había buscado eso por ser tan complicado y tan tímido toda mi vida; continúe con la historia para regalársela a Ellianna como ultimo regalo que quizás le haga.


VIII


            Amanecí, como nuevo era jueves y el domingo había quedado con Ellianna para ir a su casa, pero antes de eso tenia que ir a ver a Lucía por si decidía alejarme a empezar otra vida lejos de todos los que conocen a Ellianna.
            Llame a Lucía, para avisarle que iba a pasar por su casa antes de salir hacia la casa de Lucía, ordene las hojas de la historia que le iba a regalar a Ellianna con una carta en la que decía lo que siento por ella.
            Salí de mi casa, pero aun era muy temprano para la hora en que había quedado con Lucía así que llame a Denisse para ver si podía ir a verla, al contestar Denisse me dijo que si quería que fuera porque estaba con una amiga pero que ya se iba a ir. Estaba en dirección a su casa cuando ya cerca de ahí, me puse a pensar en Denisse, tenia que darle las gracias por darme el valor para decir lo que siento a cada una de las personas que conozco y darme cuenta quien es de quien en verdad yo estoy enamorado. Me encontraba ya frente a la puerta de la casa de Denisse pero antes de que tocara el timbre la puerta se abrió y salió Denisse y detrás de ella estaba Ellianna, por poco me agarra el nerviosismo pero me logre controlar al cabo Ellianna es mi amiga y yo no tenia miedo si se enteraba que la amaba o no. Afuera nos quedamos hablando los tres por unos minutos y luego Ellianna se marcho, yo me despedí haciéndole acordar que el domingo iba estar por su casa.
            Luego Denisse me invito a pasar a su casa para poder hablar tranquilamente, adentro nos sentamos y empezamos a hablar.
- Como te ha ido Alex, tal parece que Ellianna ya no te pone nervioso como antes.
- Bueno Denisse antes que todo gracias, gracias por darme valor para enfrentarme a Ellianna y es mas te voy a contar, Ellianna, tú sabes que estoy loco por ella, bueno ella hoy día no se imagina lo que le voy a decir o mejor dicho lo que va a leer el domingo.
- Que dices?, que es lo que estas pensando hacer Alex?
- Yo, el domingo como sabes que moriría si mi amor no es correspondido por Ellianna, por eso no le digo nada, nunca podría decir  que la amo, por la vergüenza que haría frente a ella y peor vivir sabiendo que ella no me quiere; así que he escrito una historia desde que la conocí hasta estos días y una carta adjunta donde le voy a contar lo que siento, claro que después de esto no podría volver a verla de nuevo al igual que tampoco a ti pero aun dentro de mi corazón siempre las llevare guardado.
- Alex, estas seguro de lo que vas a hacer, tómate tu tiempo déjame que te ayude para ver si Ellianna te quiere como algo mas que un amigo.
- No ya ha pasado mucho tiempo no quiero pasar toda la vida sabiendo que la amo y no se lo digo, quiero que ella también lo sepa por mas que nunca me diga ella a mí que me ama, a mi no me importa.
- Es tu decisión, pero no te alejes de nosotras somos tus amigas y a pesar de todo siempre estaremos juntos, y a Ellianna también te querrá como un amigo como siempre lo ha sido.
- No sé, tendré que pensarlo mucho antes de actuar.
- Me siento culpable, yo te dije que se lo dijeras pero no era para que te lo tomes tan en serio, no sabia que la llegaste a querer tanto.
- Son años, que he pasado junto a ella queriendo besarla, decirle que la amo, no te imaginas yo iba a su casa a pesar de quedar tan lejos de la mía, aun sabiendo que quizás no la fuera a encontrar a mi no me interesaba lo lejos que se encuentre y si al verla fuera por unos minutos ella siempre me daba fuerzas para seguir adelante.
- Y entonces porque no olvidas tu ilusión y sigues teniendo como tu amiga.
- No puedo, solo el saber que sé esta de enamorada con alguien y es alguien le haga algún daño, que me entere yo voy a buscarlo y podría matarlo. Déjame que te cuente luego de un año de haber terminado el colegio Ellianna estaba con Waldy; yo fui a su casa a visitarla y aparte la quería invitar a la fiesta anual del cadete, pero mientras conversaba con ella y me contó que estaba  de enamorada de Waldy, no te imaginas quería matarlo pero veía que Ellianna estaba feliz con él así que mejor no me metí. No la volví a ver hasta el primer día que empezó el colegio, ella me contó que Waldy estaba en la Escuela y que lo cuide, yo me sentía un tonto, me había encargado que cuide al único que no quería hablar con él, pensaba destruirlo dentro de la Escuela, pero le dije que lo iba a cuidar; a Ellianna no la volví a ver sino hasta junio unas semanas antes de su cumpleaños porque me habían contado que había terminado con Waldy y aparte que había preguntado por mí para que vaya a su quinceañero, de ahí la historia la conoces Ellianna me pidió que averiguara cosas sobre Waldy y la verdad que salto fue un disgusto para Ellianna, y yo me sentía muy mal por lo sucedido, pero ella todavía lo quería... disculpa creo que te estoy aburriendo con esta historia.
- No, pero deberías contárselo a Ellianna.
- Si debería hacerlo pero no creo que le interese.
- No lo creas así, no pienses que Ellianna no te quiere quizá en el fondo a estado esperando que le digas algo.
- Quién sabe?, gracias de nuevo Denisse me siento mucho mejor después de haber hablado contigo lo siento pero me tengo que ir, quizás sea la ultima vez que hablemos, chau.
- Chau, no te alejes recuerda somos amigos.
            Salí de la casa de Denisse, pensando en lo que me dijo, por mas que Ellianna no me quiera como yo a ella siempre estará la amistad entre nosotros los amigos son eternos. En fin me fui a la casa de Lucía porque había quedado con ella en la mañana, cerca de su casa me acorde de la dirección de la casa de Margarita quería ir a buscarla y pedirle la disculpa que prometí hace tanto tiempo pero mejor esperaba hasta mañana, más tranquilo ir a buscarla especialmente. Toque la puerta de Lucía y rápidamente me la abrió.
- Hola Lucía.
- Hola Alex, pasa y toma asiento.
- Se encuentra Sofía por casualidad.
- No ella ha salido con su enamorado.
- Mucho mejor, no quería encontrarla hoy día.
- Te veo raro, tienes esa cara cuando tienes un plan por realizarse.
- No nada y por cierto porque le contaste a Sofía sobre Margarita.
- Que te ha dicho Sofía?
- Nada, pero me pregunto por ella.
- Estabamos conversando sobre tu actitud el día en que trajiste a Sofía a la casa y en eso se me escapo tu historia pero solo le conté que tú estabas embobado por ella, nada más.
- Embobado verdad, si puede que lo haya estado antes pero ya no, me he dado cuenta que solo era una ilusión de joven.
- Si eso es lo que pensaba. - Lucía se paro y sé hacia el espejo - aunque quizás aun sigas enamorado por mala suerte sin ser correspondido.
- De que hablas? - me puse de pie - dime a que te refieres.
- No vas a negar que estas enamorado de Ellianna y ella ni siquiera se ha dado cuenta, tonta, o mejor dicho no tan tonta, ella no quiere nada contigo por eso hace como que no se da cuenta que tú la quieres mas que como una amiga.
- Lucía, tú que sabes sobre Ellianna.
- Nada solo hubiese querido ser yo aquella quien tu corazón gano, tener esa historia de amor que le has dado a Ellianna; Alex no sé si en verdad estoy enamorada de ti o es aun el recuerdo que tengo de ti por tus cartas.
- Lucía. - me acerque hacia ella y la tome de las manos - mírame a los ojos, mírame fijamente y dime si es que en verdad sientes lo que me has dicho.
            Lucía me miro fijamente a los ojos y paso el tiempo en el silencio de nuestras miradas y luego Lucía hablo.
- Alex, tienes razón fue el recuerdo de las cartas, la más grande historia de amor que tendré en mi vida, gracias por hacerme dar cuenta de esto, pero me siento mal por ti por lo que dije de Ellianna, todo lo que te he dicho de ella es mentira o no sé pero todo lo invente yo por celos de ella.
- Lucía no sabia que sentías eso, y yo tontamente te conté sobre Margarita con razón tu actitud cada vez que la comparaba como una diosa a Margarita.
- En verdad no la conozco, pero como me la describiste me la imagine muy hermosa.
- Quizá solo fue un sueño el desear tenerla, fue solo que hizo recordar cuando la conocí y en ese tiempo si estaba perdidamente enamorado de ella pero al igual que ahora nunca se lo dije y peor aun siempre la molestaba solo para que se fijara en mi.
- Porque siempre haces cosas raras para llamar la atención, de seguro lo de sentarte en medio del patio también fue por lo mismo.
- Esa historia, aun la recuerdo gracias a José Antonio no me botaron del colegio ni me suspendieron. Ese día no sé porque se me ocurrió hacerlo solo te voy a decir  una cosa, no mejor déjame que te cuente como fue que se me ocurrió; yo estaba leyendo el libro llamado “El tercer ojo” que se trataba sobre los lamas que son como monjes pero del Tíbet en el libro el autor contaba que se sentó frente al lamasterio inmóvil y estaba soportando las piedras que le eran lanzadas por unos niños que estaban jugando, resistió todo el tiempo inmóvil y yo lo quería probar, pero no tenia valor, tenia que en el fondo tener  otro motivo y ese motivo era Ellianna, yo quería que se fije en mi por eso lo hice; tú tenias razón siempre en el fondo tenia ese motivo.
- Tienen razón el decirte loco, pero tú eres un loco enamorado, todas las locuras que haces son por alguna mujer.
- Es cierto la mujer es lo más grande que existe en el mundo por eso siempre la trato con el máximo respeto.
- Alex, quiero que sepas que tus cartas aun las conservo y guardo con mucho celo.
- Lucía, gracias por saber escucharme, eres la única a quien le puedo confesar mis secretos, lo siento mucho por mi pero quizás ya no te vuelva a ver, voy a empezar una vida nueva y no sé si nos volvamos a encontrar algún día de nuevo, espero que sí.
- Estas seguro que vas a empezar una nueva vida.
- No lo sé quizá, pero lo estoy dudando cada vez mas, pero si sucede no quiero dejar de verte sin antes despedirme, adiós y recuerda cada vez que dudas lo que sientes por alguien míralo fijamente a los ojos.
- No lo voy a olvidar, adiós, no te olvides nunca de mí, yo sé que nos volveremos a ver y tu vas a contarme como te ha ido, chau y hasta pronto.
            Tuve que marcharme de la casa de Lucía, pero sabia que siempre la iba a recordar a pesar del tiempo, me fui a mi casa y, la historia y la carta que tenia para Ellianna los quería romper; no le quería decir nada prefería tener a todos los amigos que tengo y olvidarme del amor que siento por Ellianna; con esa duda en la mente me acosté sabiendo que mañana me disculparía de Margarita.


IX


            Hoy es el día tan esperado por mí desde que Margarita se fue, hoy le iba a dar las disculpas que prometí cuando era joven, la esperare todo el día pero le diría que siento lo que paso hace tanto tiempo aunque no recuerde nada de lo sucedido, y lo mejor saber que la mirare a los ojos y a pesar de su mirada misteriosa ya nada sentiré por ella solo un dulce recuerdo de ella por haber sido la primera que mi corazón llego a querer de verdad.
            Me levante temprano tome el papel donde estaba la dirección escrita, agarre las  llaves de mi casa y me fui hacia la casa de Margarita, pero antes iba a pasar por la tienda de Sergio para saber si se encontraba bien.
            Estaba feliz como nunca, y me extrañaba porque, si pierdo la ilusión de mi primer gran amor, pero feliz estaba por saber que no me volví loco por segunda vez y pude escoger a la más hermosa mujer entre las dos bellísimas mujeres que robaron mi corazón, la de la mirada misteriosa o la de la mirada encantadora pude escapar del gran embrujo que encerraba la mirada misteriosa y dejarme atrapar por la dulzura de Ellianna que a pesar de no saber si me quiere o no siente nada por mi, siempre va a ser la dueña de mi corazón y de mis sueños, siempre será la mas bella para mi.
            Me encontraba frente a la puerta de la bodega de Sergio y por la vitrina vi que él estaba atendiendo; entré a la bodega y esperé  que se fueran todas las demás personas.
- Sergio, ya estas bien por lo visto.
- Si ya estoy mucho mejor, por cierto encontraste a Margarita?
- Como, no me mandaste una nota en la que decía que me olvide de buscarla.
- Yo, nunca. - se puso a pensar - debe de haber sido mi sobrino que esta enamorado de ella.
- Ya me parecía extraño, a parte alguien me dejo esta dirección, me la dejaron debajo de la puerta y resulta que es ahí donde vive Margarita, no tengo idea quien puede haber sido quien quiera que la encuentre de nuevo.
- Alex, esa dirección te la mande yo con un amigo solo que parece que se me olvido firmarla.
- Tú, me la mandaste, gracias pero me di cuenta que en verdad no quiero a Margarita, que es sólo un recuerdo de cuando era joven.
- Mucho mejor así mi sobrino puede seguir intentando enamorarla.
- Bueno muchas gracias por la ayuda ofrecida para encontrar a Margarita nunca lo hubiera hecho sin ti, gracias hasta pronto, ahora me voy a buscarla y hacer algo que debí hacer hace mucho tiempo.
- Buena suerte, vuelve pronto, adiós.
            Salí de la tienda rápidamente y fui hacia la casa de Margarita, estaba listo para esperar por horas con tal de encontrarla no importaba nada, ese día yo le daba las disculpas que hace tanto tiempo le debí haber dado.
            Ya estaba cerca de la casa; estará, la encontrare hoy día, llegare a volver a verla, será ella; muchas preguntas me cruzaban por la mente antes de llegar a mi destino.
            Luego de caminar por unos minutos llegue a la casa donde se encontraba Margarita viviendo, toque el timbre y salió a responderme la misma señora que la otra vez.
- Usted de nuevo, no le dije que Margarita no quería recordar cosas del pasado.
- Si, lose pero es una antigua promesa que tengo que cumplir.
- Bueno espero que no le diga nada malo, espere un momento le voy a pasar la voz a ver si quiere verlo.
- Dígale que si no quiere venir, yo estaré afuera esperando que salga algún día.
            La señora entro a la casa, yo estaba afuera esperándola, y así pasaron los minutos que se me hacían eternos hasta que vi que la puerta se empezaba a abrir lentamente y ante mis ojos la primera mujer de quien estuve enamorado, ver en sus ojos el misterio que encierran y pensar que después de haberla esperado por mucho tiempo ahora que esta frente a mi, lo único que le voy a decir es que me disculpe, y no le voy a hacer saber que ella fue quien me ha tenido loco desde joven no le podía decir que ya no siento nada por ella que hay otra que mas hermosa me ha robado el corazón sin saber.
- Buenos días Margarita, te acuerdas de mí?
- Buenos días, tú debes ser Alexander Guerra, porque tanto interés en hablar conmigo?
- Recuerdas el colegio, cuando tu estuviste estudiando en el Liceo Naval.
- Si, recuerdo yo vine por un año y medio, y hubo una persona que me hizo la vida imposible, pero en el fondo sabia que todo lo que había hecho era porque se había enamorado de mí.
- Margarita, discúlpame, lo siento mucho lo que te hice hace tiempo, pero tienes razón no sabia como decirte que me había enamorado de ti.
- Tú eras quien hizo todo, las llamadas, las cosas escondidas, y no sé cuantas cosas más; y porque no te disculpaste en ese año, tú eras mi amigo solo que te comportaste como un tonto y no te volví ha hablar porque me sentía mal contigo después de haber hecho todas esas cosas, pero en el fondo quería que te disculpes para volver a ser amigos.
- Si pero era muy orgulloso para aceptar que me había equivocado, y si te perdí fue tan solo por mi culpa.
- Ya, bueno no hay que guardar rencores pasados como desde un principio volvamos a ser amigos.
- Si esta bien solamente amigos, porque a pesar de haber estado enamorado de ti ahora ya no lo estoy como antes.
- Mejor porque igual que me dijeras que estas enamorado de mi yo no te podría corresponder; estoy apunto de casarme, me lo ha pedido hace dos días un buen hombre que me quiere y que también quiero, no creo que lo conozcas pero es sobrino del dueño de la tienda que queda cerca de aquí.
- Si, sé a que tienda te refieres y creo que lo he visto una vez, te deseo la mayor felicidad posible junto a él.
- Gracias cuando tenga la fecha exacta de la boda te voy a llamar para que vayas a mi matrimonio.
- Gracias, estaré sin falta, ahora me tengo que marchar, no nos veremos hasta tu boda porque de seguro vas estar bien ocupada con todos los arreglos para dicha ceremonia, chau.
- Chau, te llamo para decirte la fecha.
            Me despedí y me fui lentamente de ahí, ahora estaba feliz por tener a una amiga y no por perder un recuerdo, aparte saber que ella es feliz y no me guarda rencor alguno por el pasado.
            Regrese a mi casa temprano y me puse ha ver el papel que Margarita me dio ahora por fin entendí lo que significaba, siempre Margarita fue muy buena y a pesar de todo nunca me guardo ningún rencor.
            Ahora solo me queda esperar el domingo para ver si tengo el valor de darle la historia a Ellianna y decirle que la quiero y después desaparecer.


X


            Llego el domingo, hoy era el día en que iba a enfrentarme contra mi timidez y le diría o mejor dicho se lo daría escrito a Ellianna todo lo que siento por ella, me puse a leer la historia y la carta que le había escrito, me estaba arrepintiendo de dárselo porque quizás después de esto no la vuelva a ver nunca mas, pero como la podría ver para que me dijese que solo me quiere como un amigo.
            Esa mañana me fue eterna, el pensar sobre la historia, el recordar los últimos idas cuando hable con Lucía, Denisse, Sofía, Charo y Paloma, pensar que luego de ese día ya nunca volvería a hablar con ellas, saber que Margarita se va a casar y Luis también se vaya a casar; como llegaron a conseguir a alguien que en verdad lo quiera; y yo luego de tanto tiempo, por estar pensando sólo en Ellianna, me quedaría solo para siempre.
            Pasaron las horas rápidamente, como si el tiempo quisiera que yo vaya a la casa de Ellianna y le haga entrega de la historia, pero tenia que hacerlo porque sino lo hacia ahora siempre iba a estar arrepentido de no haberle dicho lo que siento así fue como decidido partí hacia su casa con un paquete donde estaban los papeles de la historia y la carta, sobre el largo camino que por ultima vez transitare; que día más triste para mí, la mujer de mis sueños se iba a ir de mis manos porque tenia las ganas de demostrar que tengo valor de decírselo.
            Llegue frente a su puerta pense botar la historia a la basura, y no entregárselo pero tenia que hacerlo, tenia que soportar el saber que nunca mas le podría decir lo que siento, en ese instante salió Ellianna, yo la vi de pies a cabeza para jamas olvidarme de ella.
- Hola Alex, como has estado? - dijo Ellianna con la misma alegría de siempre.
- Bien, bien - dije y me quede callado y mirándola fijamente
- Qué te cuentas, qué has hecho en estos días?
- Lo de siempre nada especial mejor cuéntame tú.
- Alex que te pasa te veo triste, callado, alejado como si estuvieras en otro mundo cuéntame lo que te pasa.
- Ellianna, disculpa mi actitud pero es que... estaba pensando en otras cosas.
- Dime lo que te pasa, no me tienes confianza?
- Esta bien, igual como hice con Lucía y Denisse, me despido para siempre, ya nunca mas me volverás a ver. - le dije sin siquiera esperar que leyera la historia.
- No te entiendo, te vas de viaje.
- No es eso, es que...
- Estas bien, no te vas a morir verdad. - interrumpió Ellianna muy preocupada.
- No es eso tampoco, antes de irme te lo cuento.
- Ya esta bien, y como te ha ido?
- Imagínate mi mejor amigo se va a casar, y también una amiga de hace mucho tiempo atrás que no la veía desde que era joven.
- Suerte y felicidad a ellos por haber encontrado quien correspondieran su amor.
            Paso el tiempo conversando los dos juntos y yo tenia el deseo de que fuese eterno para jamas tener que alejarme de ella, saber que en unos momentos yo ya no la vería mas, que el sueño de tenerla a mi lado iba a ser solamente un sueño, que esta pesadilla de tener que perderla para siempre era tan real que no podía despertar, y en verdad que realidad puede ser en la que uno cree estar soñando sobre lo real; y es mas soñar que sueño que es mía sin ver en verdad que solo estaba soñando. Por eso la realidad es un sueño de alguien que al igual que yo piensa que es real y solo es el sueño de alguien más.
            Pero el tiempo, el mayor enemigo de todos, corrió rápidamente, no iba a ser eterno estar junto a ella y peor aun sabiendo que ya no volvería.
- Bueno Ellianna, ahora me voy y puede que sea la ultima vez que nos veamos.
- Por qué? Qué es lo que sucede?
- Después que me marche lo sabrás, ves estos papeles todo es para ti para que sepas porque me marcho.
- No te entiendo, pero no quiero que te vayas así.
- No te preocupes, nunca te olvidare siempre te llevare dentro de mi corazón, toma pero no los leas todavía espera a que yo me vaya.
- Porque tanto misterio?
- No es misterio, no te lo puedo decir de frente por eso lo escribo ahora. Adiós si te vuelvo a ver discúlpame si no me acerco a saludarte pero ya sabrás la razón.
- Adiós, tampoco te olvidare.
            Me marche lentamente pero no di vuelta para ver si Ellianna seguía o no seguía parada en la puerta; me fui hacia mi casa.
            Ellianna luego que Alex se empezara a marchar empezó a leer la historia y luego la carta, se quedo desconcertada por lo que decía, no se lo imaginaba y lo único que pudo hacer fue.....
- Cadete Guerra, levántese, tiene que ir a la prevención en estos momentos.
- Comprendido cadete - dije y me levante de la cama - Fue un sueño, todo fue un sueño, tan real me pareció - dije luego de que se marchara el cadete de guardia y me encontraba alegre por saber que fue un sueño.

            Estaba en la Escuela pero como podía saber si lo que paso fue solo un sueño, y no es ahora el sueño; como podía diferenciar entre un sueño real y el sueño llamado realidad.

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