El sueño llamado realidad
I
- De nuevo
fuera de este mundo, ah.- dijo Lucía rompiendo mis pensamientos y con un tono
un poco burlón empezó a hablarme.
- Qué te pasa?,
acaso estás de nuevo en tu extraño mundo y te hice regresar sin decir adiós.
- No, lo que
pasa es que estaba pensando en mi vida, estaba recordando los problemas que
tenía y pareciera que se repite de nuevo, porque me encuentro con el mismo problema de hace tanto tiempo.
- Bueno, porque
no te das una vuelta y tal vez vuelvas a tus pensamientos.
- Quizás tengas
razón tal vez deba dar una vuelta solo, y reflexionar sobre lo que me ocurre.
Hasta luego Lucía.
- Chau...
Al salir de su casa, yo no sabía a donde ir, Lucía se
encontraba en la puerta y como yo no sabía a donde ir me fui a la izquierda en
dirección a una tienda, caminando a un paso lento.
Ya me
encontraba a un poco más de una cuadra cuando di vuelta y la vi ahí parada, en el
umbral de la puerta se encontraba Lucía que no se había movido de donde estaba
y aunque se encontraba lejos me di cuenta que tenía la vista dirigida hacia mí,
en que habrá estado pensando me preguntaba sin darme cuenta por donde iba. Ya lejos, a tres cuadras de su casa, me
encontraba yo frente a una tienda, era una bodega, una de esas en que el dueño
es amigo de todos los vecinos y personas que van frecuentemente a comprar allí.
La tienda se encontraba prácticamente vacía, sólo había
una señorita de unos hermosos cabellos negros, era blanca y eso hacía un
magnifico contraste que resaltaba su belleza; mas no pude distinguir muy bien
sus facciones a través de la ventana, por lo que me decidí a entrar porque me
parecía conocida.
Entre a la tienda, despacio,
silenciosamente para no interrumpir a la señorita, me estaba acercando cuando
de repente empezó a voltear y su mirada quedo fija en mi por unos segundos y
luego se retiro sin decir una sola palabra, yo me encontraba paralizado, fue
como si hubiese vuelto al pasado, frente a mí, por ese breve instante que paso,
estaba ella con su mirada misteriosa que salía de sus hermosos ojos negros,
pensaba que era un sueño que no podía ser verdad que ella estuviese frente a mi
de nuevo después de tanto tiempo, pero era ella, aunque sea eso es lo que
pensaba, era Margarita.
Me encontraba anonadado, perdido en
mis pensamientos que no sabían si era verdad o me lo había parecido, por lo que
decidí entablar conversación con el dueño de la tienda a ver si la conocía.
- Buenas
noches, señor. - dije muy cortésmente.
- Buenas
noches, en que lo puedo ayudar.
- Si no fuera
mucha molestia, por casualidad no sabe quién era la señorita que acaba de
salir?
- Le noto
cierto interés especial por ella, acaso se enamoró a primera vista?
- No, nada de
eso, es que...
- Sin
ofenderlo, pero es que la mirada de la señorita deja a todos como unos tontos.
- Bueno en eso
tiene razón, pero no es eso, es que me parecía que la conocía y que no veía
hace tanto tiempo a esa persona, y menos aquí siendo ella colombiana, pero ella
tiene la misma mirada que deja a los hombres a sus pies, esa mujer que me
volvió loco, y aun no he podido olvidar. Pero como era que se llamaba... ah sí,
María Margarita Morales Calderón como iba a olvidar su nombre si nunca la he
podido sacar de mi mente.
- No se como
decírselo pero es que yo sólo se como se llama y no se llama María, pero quizás
le consuele saber que ella se llama Margarita, pero no sé si será colombiana
aunque tiene un acento que no es peruano.
- Se llama Margarita,
entonces debe ser ella siempre usaba su segundo nombre, si yo la conocí y pensé
que tenía uno solo hasta que un día me dijo todo su nombre completo.
- Ella vive a
cinco cuadras de aquí, tiene un pequeño departamento y creo que vive sola,
aunque nunca se queda en su departamento.
- Sí, y cómo
sabe todo eso?
- Es que mi
sobrino se ha enamorado de ella, aunque sea eso es lo que él cree y siempre me
cuenta que cada vez que va a buscarla nunca la encuentra.
- Tome, dele
esta tarjeta y dígale que es alguien que la conoce de antes, quizás no recuerde
quien soy, pero otro día que la vea le diré quien soy. Ah sí, si le pudiese
decir que deje su teléfono para que me pueda comunicar con ella e ir a
visitarla un día que la encuentre.
- Muy bien, voy
a ver que puedo hacer. Cuando vuelva por aquí pregunte por Sergio, ese soy yo.
- Muchas
gracias, adiós. ah yo soy Alex.
- Hasta pronto.
Salí de la tienda con la mente en
ella, eran las ocho de la noche, y pensé
volver a ir a ver a Lucía para contarle lo que me había sucedido, pero mejor
iba para olvidar lo sucedido, ya que entre Margarita y yo la ultima vez que nos
vimos hubo un gran problema entre nosotros dos.
Ya en camino a ver a Lucía estaba
pensando si ella, Margarita, todavía se acordará de mí y si se acordará los
hechos acontecidos el año en que nos conocimos.
Encontrándome frente a la puerta,
dude por unos instantes en tocar esta, era un poco tarde y quizás su tía no
quiera que yo este allí con ella.
Al tocar la puerta, unos pocos
segundos después fue abierta y allí estaba parada Lucía, yo me quede mudo y
ella me dijo que era lo que me pasaba; ya adentro la salude, disculpando mi
actitud en al puerta, ella que estaba extrañada por mi visita tan tarde empezó
a hacer preguntas.
- Qué haces por
aquí tan tarde? - dijo con una voz llena de curiosidad.
- Me encontraba
pasando por aquí y vine a verte, ya que cuando estuve aquí temprano estaba en
otro mundo.
- Sí eso ya lo
sé y por lo visto el paseo que diste no fue muy lejos.
- Sí, pero si
supieras lo que me ha sucedido... - dije con un tono intrigante, haciendo que
Lucía se interese y me pida contárselo.
- Ay! ahora te
me pones intrigante si quieres contármelo cuéntamelo sino, no. - dijo Lucía con
una voz muy seria.
- Ya, ya... no
te molestes te lo voy a contar.
- Sí, espero
que sea interesante para que pongas tanta intriga para contármelo.
- Está bien, al
salir de tu casa me fui a una tienda y ahí ni te imaginas a quien me
encontré...
- Quién?...
habrá sido la chica de tus sueños o qué?
- Oye ya basta
que esto es serio y eres la primera a la que le voy a contar esto.
- Ya, está bien
disculpa no sé que me sucedió.
- Pero tenías
razón, se podría decir que era la chica de mis sueños, porque hay veces que mi
mente la recordaba y para mí ella ya no era más que un sueño que se hacía
lejano. Ella..., al verla me pareció un sueño, pensar que después de tanto
tiempo la volví a ver con esa misma mirada seductora, con esos hermosos
cabellos y con su piel blanca como la nieve, ese contraste de su piel blanca
con sus cabellos negros, me llamó de tal forma la atención que pensé que era
una diosa que había aparecido por un momento para volver locos a los hombres.
- Pero quién es
ella, acaso será la reina de la belleza. - me interrumpió bruscamente Lucía con
una voz que tenía un tono de celos.
- Me vas a
dejar que termine la historia? - dije con una voz muy seria.
- Ya, continua
no más. - dijo Lucía con tono despreciativo.
- Margarita,
que fue de la primera...
- La diosa,
verdad.
- Lucía sigues
cortándome, si no quieres oír la historia cambiamos de tema.
- Es que me dio
un poco de celos eso de diosa.
- Entonces
continúo... Margarita fue la primera chica de quién me enamoré y sin darme
cuenta. Al principio era curiosidad saber quién era ella, después se hizo un
capricho.
Yo, la conocí en el colegio un año,
no recuerdo bien, la vi saliendo del aula, y yo me quedé pasmado al verla, pero
ella desapareció cuando me di la vuelta por unos breves segundos; en todo ese
año de colegio no la volví a ver nunca más, ver esa mirada que me conquisto
desde la primera vez, ella me pareció un sueño, pensé que quizás como no había
una mujer de quien me enamorara mi mente inventó la mujer perfecta para mí.
- Me vas a
decir que no hay otra más bonita que ella, claro para ti - dijo Lucía
enfatizando las palabras para ti.
- Bueno, eso ya
es historia aparte.
- Entonces hay
alguna de quién estés tan o más enamorado que de ella.
- Déjame
continuar con la historia ya.- dije tratando de cambiar de tema.
Lucía que se dio cuenta que no
quería hablar sobre quién estaba enamorado en estos momentos guardó silencio,
pero se quedo mirándome fijamente como si quisiera decirme algo.
- Siguiendo...
- continúe con la historia, - en todo ese año no la vi, hasta una noche en que
no sé si había sido real o fue mi imaginación que la hizo aparecer frente a mí.
- Pero si era
real; porque si estaba frente a ti tú aprovechaste para hablarle o no?
- Te digo una
cosa, cada vez que la veía, no tenía el valor de hablarle porque me convertía
en una persona extremadamente tímida, como si al empezar a hablar me pondría a
tartamudear. Por eso, yo no pude hablar con ella porque se me paso el tiempo.
- Cómo que se
te paso el tiempo, acaso desapareció o qué?
- Esa noche,
estaba en una fiesta, ahí fue donde la vi, apareció frente a mí, pero me encontraba
un poco lejos, dude el ir hacia donde estaba y cuando por fin me decidí ella se
paro y se fue hacia la parte de afuera del local, yo me fui atrás de ella pero
no podía ir muy rápido por la cantidad de gente que había. Al llegar hasta el
umbral de la puerta que daba hacia afuera, vi por todas partes pero no la pude
encontrar, no había ninguna seña de que ella hubiese estado allí. Como podía
saber si ella era real o no, si sólo la había visto dos veces por unos cuantos
segundos.
- Esa mujer
quien era?, acaso nadie la conocía para que te den razón de ella.
- No, es que yo
no quería demostrar mi interés por ella, por eso no pregunté nada.
- Sólo me está
quedando una duda, si nunca has hablado con ella entonces cómo sabes que es
real?- dijo Lucía como si le pareciese un cuento o una novela sin un final
explícito.
- Es que, el
primer año en que la vi, sólo la vi dos veces, después, en vacaciones me la
pase pensando si algún día la volvería a ver.
- A tu diosa? -
dijo con tono sarcástico.
- Oye, ya basta
de burlas, esta bien, exageré un poco pero es que... no sé, fue lo que me salió
de la mente en esos momentos.
- Ya esta bien,
pero entonces cuando la volviste a ver.
- El siguiente
año, yo llegue al colegio y pensé si ya nunca la iba volver a ver para que buscarla
por todas partes, en alguna parte encontraré a otra que me robe el corazón.
- Entonces
nunca la volviste a ver. - dijo Lucía impaciente por saber lo que seguía.
- En ese año,
por casualidad o por la gracia divina de Dios, Margarita se encontraba en el
mismo salón de clases que yo, mas como yo ya quería olvidarla no le preste
mucho interés.
- Y qué,
encontraste a otra o qué?
- No, yo quería
olvidarla pero no se como ella llego a ser una buena amiga, pero había algo en
el fondo que me hacía que me comportase como un tonto. Como yo ya me había
acostumbrado a que ella sea mi amiga y nada mas, no sabía como decirle que me
encontraba enamorado de ella, ya que Margarita estaba enamorada de otro y me lo
había dicho.
- Qué, ese fue
el problema que tuviste?
- En parte si,
ya que en un año ella se iba a ir a Colombia; pero había otra persona envuelta
en todo esto, su hermana que la conocí un año antes, pero no sabía que era
hermana de Margarita; pero como te explico... ella tenía un carácter fuerte,
pero casi desde el principio hubo una rivalidad entre ella y yo que no se como
fue que comenzó.
Por otra parte, yo no sabía como
podía hacer para que Margarita sé de cuenta que existo, y empecé a hacer
estupideces, lo cual unido con los problemas entre su hermana y yo, creó un
alejamiento entre ella y yo. Yo estaba loco porque me encontraba en una guerra
que nunca iba a ganar, porque Margarita tenía algo que hizo que me pusiese a
sus pies; entonces cual es la única forma de acabar una guerra que se sabe
perdida?
- Rendirse o
no?
- Bueno, podría
ser pero lo que quiero decir es que si una guerra no la puedes ganar, hay
varias formas de acabar; la primera la del hombre valiente, morir y ser
vencido; la segunda la del cobarde, la retirada y el deshonor; otra sería
rendirse y ser vencido, pero yo estuve pensando y encontré otra solución, la
cual sería, si la guerra se extiende por largo tiempo va a llegar un punto en
que tu enemigo llegue a cansarse de pelear y pediría la paz en las que se
encontrarían algunas condiciones de ambos bandos, y así no te pueden decir que
te has rendido si no que todo llego a su fin.
- Y eso que
tiene que ver con la historia. - dijo Lucía con una mirada extraña.
- Si yo me
encontraba a merced de ella, ella no lo sabía, entonces la teoría se podía hacer
practica, pero hubo un error, el tiempo, si el tiempo es el enemigo de todo
siempre corre y no espera a nada ni a nadie. El tiempo no espero y el año que
me quedaba antes de que ella se vaya se acabo, no tuve oportunidad de llegar a
la paz, quedamos como en un empate, sólo que me sentía el más grande perdedor
que por no aceptar que estaba derrotado y hacer un acuerdo prefirió morir
tontamente.
- Y luego, qué
paso?
- Luego ya
nada, ella se fue y no supe cuando, de ahí no la volví a ver nunca más, pero ni
te imaginas se fue ella, pero no podía olvidarla y ahora después de tanto
tiempo ya sólo me quedaba un pequeño recuerdo y ahora la tuve que volver a ver
para que jamás me olvide de ella.
- Tú crees que
ella va a acordarse de ti, no sabes que por naturaleza las personas olvidan los
malos acontecimientos.
- No yo no lo
he pensado así, yo sólo sé que a ella yo le debo una disculpa, y yo lo prometí
por eso yo a ella le voy a dar esa disculpa aunque jamás sepa quien fue el que
se la dijo.
- Lucía!,
Lucía!, puedes venir un momento. - grito su tía molesta.
- Ya voy, un
momento.
- Lucía, yo ya
me voy se paso el tiempo hablando mira ya son las once, yo te llamo otro día,
chau. - dije antes que Lucía pudiese hablar.
- Chau, anda
con cuidado.
Salí de su casa con un sentimiento
de desahogo, de que me hubiese librado de un gran peso de encima; bueno después
de todo quizás era el tiempo de contárselo a alguien y quien mejor que ella que
es la única que me comprende.
No sé porque pero quisiera jamás
haber vuelto a ver a Margarita, ya después de tanto tiempo ella ya era parte
del pasado, ahora que de nuevo esta aquí no se como voy a actuar, ella me
volvió loco y yo ni me di cuenta como lo hizo, tengo miedo que me vuelva a
enamorar de ella y me olvide de todo lo que hago para que al final ella se
vuelva a ir.
II
- Ya es otro día, y ahora que
voy a hacer hoy. - pensaba al momento de levantarme.
Decidí buscar a un amigo para ver que es lo que estaba
haciendo y pasar el día. Al llegar a su casa me contaba que su sobrino estaba
postulando a la Escuela Naval y me empezó a preguntar que tal era, yo que no
tenía ganas de hablar sobre eso, traté de cambiar de tema dándole las
características generales.
- Qué te pasa?, pareciera
que estas pensando en otra cosa, tienes una cara, no sé de... a ya sé, estás
enamorado, claro todavía me acuerdo de las tonterías que hacías cuando te
enamorabas. - dijo Luis.
- Si supieras... - dije con
voz baja.
- No me digas que sigues
enamorado de Ellianna.
- Y tú como sabes que yo
estoy... estuve enamorado de Ellianna.
- Si se notaba a lo lejos.
- Si te contara todo, todo
lo que hice para que ella se enamorara de mí... oye y Pamela cómo está? - dije
cambiando de tema bruscamente.
- Bien, bien, el próximo año
nos casamos.
- Que suerte tienes de haber
encontrado a una chica que quieras y te quiera.
- Ya, ya no te pongas
sentimental. Qué te pasa, te veo preocupado?
-
Es
sólo que ha vuelto, ella ha vuelto.
- No me digas que ha vuelto
Margarita, con razón el primer amor no se olvida, aunque sea eso dicen. Bueno,
pero en realidad no veo el problema, te la encontraste una vez, no sabes si la
vas a volver a ver o no?
- Si, si pero tú sabes, yo
no puedo a olvidar a alguien como ella.
- Y claro está, puede
intervenir en tus sentimientos con respecto a Ellianna.
- Bueno me voy despidiendo
porque tengo otras cosas que hacer. - dije sin responder nada más.
- Chau. - dijo Luis.
- Chau. - dije y me marché.
Ahora yo me encontraba en duda, si en verdad me
encontraba enamorado de Ellianna, porque tenerle miedo al regreso de Margarita.
Salí de mi casa a visitar a Charito porque quería hacerle
unas preguntas sobre Ellianna y Lucía, ya que ella las conocía mejor que yo, y
como era su amiga pero no andaba mucho con ellas podía contarle o preguntarle
sobre ellas sin que se enteren ninguna de las dos.
Al llegar a su casa, Charo me hizo entrar y empecé a
hablar con ella pero cosas sin mayor importancia y luego en menos de treinta
minutos yo me despedí, ni yo mismo supe porque o para que me fui tan pronto.
Mientras tanto en otra parte sentía que me necesitaban,
como saberlo en verdad sólo era un sentimiento, pero en esos momentos como si
un fantasma apareciese de la nada, al frente de la casa de Charo pasaba ella,
Margarita, la que se encontraba doblando la esquina; salí desesperado en
búsqueda de ella, corriendo a toda velocidad pero con tanto nerviosismo me
resbalé y caí bruscamente al suelo, tenía un gran raspón en el brazo pero ni me
di cuenta porque me levante en menos de un segundo, pero ya era muy tarde, como
siempre Margarita había vuelto a desaparecer; por más de una hora vagaba por
las calles cercanas a la casa de Charo para ver si la encontraba a Margarita en
algún lado pero no había ni una seña de ella, hubiera sido como si el viento la
robara de este mundo.
Ya cansado de buscarla decidí irme a mi casa, pero era
una mala idea al encontrarme solo en mi casa, me iban a destrozar los nervios,
pareciera que me he vuelto loco y que en cualquier parte viera a Margarita.
En mi casa, solo como siempre me prepare algo de comer y
me puse a contemplar la foto de Ellianna, y tenía el recuerdo que me quedaba de
Margarita en la otra mano; me ponía a pensar en Ellianna y mi mente no dejaba
de acordarse de Margarita. Ellianna, una mujer tan hermosa como... ni puedo
compararla con nada ni nadie ya que no existe hermosura semejante; y Margarita, la dueña de mis sueños, la
primera mujer que robo mi corazón y que se fue y me dejo varado en mi mundo.
Como pensar que Margarita iba a volver de nuevo a mi vida después de tanto
tiempo.
En verdad es irónico, no sé ni siquiera lo que se siente
estar enamorado, y pienso que lo estoy con dos, la bella Ellianna y la
misteriosa Margarita; todas las tonterías que les hice a las dos, si lo
recuerdo bien... hace años cuando aún estaba en el colegio.
Bueno, todo empezó por cosas del destino porque la
primera vez que la vi fue cuando dejo olvidado su cuaderno en mi salón, leí su
nombre y me llamo la atención ya que “Ellianna” para mi se escribía con una
sola “l” y una “n”; yo fui a buscar a la dueña del cuaderno ya que como yo lo
había encontrado nadie quería perder el tiempo llevándole un cuaderno a alguien
que ni conocían. Al llegar a su aula no había casi nadie debido a que empezaba
el recreo, yo que no la conocía a ella, fui y pregunté por ella, pensando que
no la iba a encontrar pero por casualidad ella se encontraba allí no sé que me
paso al verla, la vi por unos minutos y ya tenía su recuerdo en mi mente sin
poder alejarlo por un momento. Cada día que pasaba trataba de verla, saber que
ella no era un sueño, saber que en verdad existía semejante belleza y dulzura,
volverme loco con su mirada, pero a veces parecía que yo no existía, que yo era
el sueño y no ella, saber que en la realidad yo no vivía sino en mi fantasía,
que tonto fui, y que podía hacer yo sino era más que una ilusión lo que sentía,
lo que en verdad tenía y no existía; en fin el sueño es más que la realidad
querida.
- Alex! Alex! abre la puerta
me estoy congelando de frío. - dijo una voz conocida pero no sabía quien era,
así que fui a ver quien llamaba, dándome con una sorpresa, era Sofía la hermana
de Lucía, la hice pasar y le pregunté que hacía por mi casa.
- Es que venía de la casa de
una amiga y el bus que tomé se malogro y no tenía más dinero así que me acorde
de que vivías cerca y me he venido caminando como cinco cuadras. - dijo Sofía
que se veía que tenía mucho frío.
- Deseas una taza de café
caliente para que te caliente un poco.
- Gracias, pero si me
podrías hacer el favor y prestarme un poco de dinero para regresarme a mi casa.
- No te preocupes yo te voy
a llevar.
- Gracias, entonces te
acepto el café caliente; por cierto en que estabas pensando cuando toque la
puerta, estuve más de cinco minutos afuera y tú no salías.
- Discúlpame pero estaba tan
concentrado en mis pensamientos que no me di cuenta que habían tocado la
puerta.
- Cuan importantes habrán
sido tus pensamientos para sacarte de este mundo.
- Más o menos, sólo que no
esperaba a nadie.
- Como siempre, siempre te a
gustado estar solo.
- No es que... no sé quizás
es verdad, y Lucía qué tal está? - dije para que Sofía deje de preguntar sobre
mi vida.
- Lucía?...bien, bien, ella
está bien. - respondió Sofía con cierto enfado conmigo.
- Ayer estuve por tu casa,
pero tú no estabas.
- No me encontraba, disculpa
que me tenga que ir tan pronto pero puede ser que mi tía se preocupe.
- Si, no te preocupes espera
un momento que voy a traer mis llaves. - dije y
subí las escaleras rápidamente.
Sofía, sola abajo se puso ha pensar porque era yo así,
siempre viviendo en otro mundo como si la realidad escapase de mis manos, así
se encontraba Sofía en silencio cuando baje para irnos a su casa.
Luego, nos subimos al auto para irnos a su casa; por un
largo tiempo dentro del auto no se escucho ni un ruido, ninguno de los dos
habló de nada, fue como si cada uno estuviera en un mundo distinto, yo al verla
me di cuenta que estaba pensando en algo que parecía preocuparle demasiado;
pero cuando me entro la curiosidad por preguntarle, no sé que paso pero dude en
hacerlo por temor a que el problema sea muy personal.
Al llegar a su casa, yo la acompañe hasta la puerta y me
fui rápidamente para no encontrarme con Lucía, porque no me sentía con el animo
de encontrármela tan pronto después de lo de ayer, pues no me sentía como para
verla después de haberle contado mi vida; pero no se como sucedió que Sofía, se
había olvidado su cartera en el auto y tuve que volver a su casa para
entregársela, al tocar la puerta estaba asustado por quien sería la que me
respondiera al llamado si sería Lucía o quizás Sofía; no quería encontrarme con
Lucía de ninguna forma, me destrozaba los nervios el sólo pensar que iba a ver
a Lucía pero quien se iba a imaginar que la persona quien me iba a abrir la
puerta iba ser ella, como pensar que ella iba a estar en la casa me quedé
pasmado perdí el habla por unos segundos y cuando pude hablar lo único que me
salió fue el buenas noches; ella me saludo y al ver que yo no decía nada me
pregunto como estaba.
- Bien, bien, bi...... -
dije tratando de empezar la conversación.
- Y qué te pasa te veo
nervioso? - dijo ella cuando de repente llego Sofía.
- Oye, muchas gracias me
había olvidado por completo de mi cartera, ven pasa un rato, espera un momento
creo que viene Lucía. - dijo Sofía volteando a ver si se encontraba Lucía. -
Lucía! Lucía! - grito Sofía para que se acercase su hermana.
- Discúlpame, pero ya me
tengo que ir le das mis saludos, disculpa pero estoy un poco apurado y tengo
muchas cosas que hacer. - dije para no encontrarme con Lucía.
- Ya esta bien, anda con
cuidado. - dijo Sofía.
- Chau. - se despidieron las
dos.
- Chau. - dije y me retire
rápidamente.
Subí a mi auto y me fui hacia mi casa, ya era de noche y
me sentía cansado. En todo el camino hasta mi casa no pude dejar de pensar en
ella, se me había metido a la cabeza, pensar que me comporte como un completo
tonto frente a ella, que habrá pensado ella de mi? ; en verdad quien podría
saber lo que en verdad ella pensó de mi en ese instante, quizás que yo era un
tímido que no se atrevía a hablar con las mujeres o algo semejante a eso, lo
único es que perdí otra oportunidad para decirle cuanto la quiero.
Al llegar a mi casa, me sentía demasiado cansado para
hacer cualquier cosa así que me fui a acostarme, cuando en ese momento sonó el
teléfono justo cuando había entrado al baño y este sonó varias veces hasta que
pude contestarlo, al levantar el fono no se escuchó nada excepto cuando
colgaron el teléfono.
Me quedó la duda de quien podría haber sido, que al
acostarme seguía eso en mi mente, y lo que me preguntaba era que es lo que
quería, quien llamo tan insistentemente y no hablo ni hizo un solo ruido.
A la mañana siguiente, me desperté aún un poco cansado,
fui hacia la cocina cuando de repente veo un papel que habían tirado por debajo
de la puerta. Lo recogí rápidamente y lo empece a leer y lo único que decía era
una dirección de una casa pero no había ninguna firma ni nada que se le
pareciese, lleno de curiosidad decidí ir a dicha dirección.
Ya cerca de donde la dirección me lo indicaba, me di
cuenta que estaba cerca de la casa Lucía y cerca de la tienda de Sergio por lo
que decidí ir hacia allá para preguntarle sobre la dirección, si sabía algo
sobre aquel lugar.
Al llegar entré y sólo se encontraba un joven.
- Buenos días señor, qué se
le ofrece? - dijo el joven muy
cortésmente.
- Buenos días... estaba
buscando a Sergio.
- A mi tío, pero no creo que
pueda venir ya que se encuentra delicado de salud, pero voy a ir a verlo a ver
si tiene algo que decirle.
- Muchas gracias, dígale que
soy Alex.
Después de unos minutos...
- Tome, me escribió una
nota.
- Gracias espero que se
mejore, chau.
- Hasta pronto señor.
Salí de la tienda y abrí la nota, en la que me decía que
me olvide de buscar a Margarita, pero no decía el porque; me quede con esa duda
y me fui a mi casa a pensar un poco.
Ya en mi casa seguí pensando en la nota, pero trate de
olvidarla; fui y me prepare algo de comer, y me puse a buscar entre mis cosas
entre las que se encontraba el único recuerdo que me quedaba de Margarita, una
hoja de papel donde sólo hay escrito cinco palabras, las cuales me hicieron
pensar mucho sobre quien era ella, me daba las gracias y nunca supe de que,
porque gracias después de todo lo que yo le hice, me porte tan mal con ella que
no supe porque gracias, y lo peor tan confundido me encontraba al leer por
primera vez el papel que lo único que atine fue a reírme; también encontré una
foto de Ellianna que tome por fastidiar en la que venía corriendo desde lejos,
y la tomé justo en el momento que ella subía al ómnibus, y una foto de Lucía
cuando entraba a su casa.
Todas esas cosas que guardé cuando era joven, me dieron
que pensar en cada una de ellas en Margarita, Ellianna y Lucía, pero lo único
que logre fue ponerme más triste que antes; como me hubiese gustado que se
hubiera detenido el tiempo cuando estaba en quinto de media, cuando conocí a
Ellianna, Lucía y Denisse, pero que mas da ese año se acabo e iba a postular a
la Escuela Naval, y ya no iba a volver a ver a nadie, todo iba a cambiar cuando
ingrese a la Escuela y así fue todo, era verdad ya no iba a ver a mis amigos
tan frecuentemente como antes; ya bueno basta de los recuerdos.
Decidí llamar a Ellianna para hablar y preguntarle
algunas cosas, pero ella no se encontraba, entonces no me quedaba otra cosa que
seguir sentado viendo antiguas fotos pero con eso recordé la dirección y me
decidí buscarla en un plano de la ciudad, donde ubique la casa de Lucía, cerca
de ahí se encontraba la bodega de Sergio y de ahí a cinco cuadras se ubicaba la
dirección del papel, pero me parecía conocido ese lugar, luego me acorde que
Sergio dijo que Margarita vivía a cinco cuadras de su tienda, pero entonces la
dirección del papel podía ser la casa de Margarita pero quien pudo ser el que
dejo el papel bajo la puerta, quien hubiese querido que sepa donde vive Margarita;
pero era mejor olvidarla como me lo decía Sergio y jamás volver a recordarla,
al cabo sino la había visto en más de quince años como podía ser que ella se
acuerde, o es mas que le interese
después de tanto tiempo una disculpa mía.
Sueños, eso es todo lo que me queda de ella, solamente el
recuerdo de lo que viví hace años nada más me queda de ella, como poder saber
si ella recuerda algo de mi, y yo que soy tan tonto que por tratar de
conquistarla puedo perder a la mas hermosa mujer de toda mi vida, la cual,
claro ni siquiera sabe cuanto la amo y sólo me ve como un gran amigo; como los
sueños mi vida surge de la nada y después desaparece en la nada, como saber si
existo, si todo lo que vivo, hago, siento no me parece que sea real, como saber
si los sueños son mas reales que la vida misma, como soñar sin saber vivir en
lo real.
Si fuese el destino lo que rige mi vida, entonces mi vida
estuvo hecha para conocer a Ellianna, o mejor dicho a que yo me acercase a
ella, y si fue así hice tantas cosas para que ella me conociera.
El siguiente año, luego de la primera vez que vi a
Ellianna, todo cambio en mi, yo en el colegio no fui el mismo del año pasado.
Bueno al principio todo fue normal, luego al ver que el
psicólogo era buena gente me hice su amigo y ahí fue donde comenzó todo, las
clases que no quería asistir me iba a psicología y me quedaba allí, después me
gusto estar allí y también en los recreos iba, ahí conocí mucha gente entre los
cuales estaba Lucía.
Yo primero no hice nada extraño, sólo que me atrajo mucho
la mujer del año pasado, Ellianna por supuesto, pero solo un poco. Al ir a
psicología casi diariamente me aleje de mis compañeros y empece a pasar los
recreos con los que se encontraban en segundo (yo estaba en quinto), vi que
Lucía era amiga de Ellianna, y en su salón estaba Charo, la hermana de un
compañero de mi promoción. Entonces, yo me quería acercar a Ellianna pero no
sabía como, así que se me ocurrió una cosa hacerme amigo de todos los de ese
salón, al principio fue fácil ya que yo me acerque con unos alambres en los que
escribía el nombre de cada uno; entonces eso fue lo que les llamo la atención
menos a Ellianna, que suerte la mía de todas las personas a la única que no le
llamo la atención fue a Ellianna. Pero se me ocurrió una cosa ya que todos o
mejor dicho casi todos eran mis amigos decidí hacer un regalo, justo en una
actuación del colegio donde iban a bailar ellos, entre los cuales estaba
Ellianna y Lucía yo me metí donde estaban esperando para salir a bailar y le
regale un nombre de alambre a Ellianna, a Charito y a Pamela, a las tres para
que nos se dieran cuenta que estaba enamorado de Ellianna. A ella le gusto solo
que al hacerlo me confundí y su nombre lo hice con una sola “n” por lo que tuve
que hacerle otro pero lo que yo quería ya estaba hecho, de ahí Ellianna se hizo
muy buena amiga mía y hasta ahora seguimos siendo muy buenos amigos nada más.
III
En la casa de Sofía se
encontraban Lucía y Denisse hablando sobre la reunión que tuvieron anoche ellas
tres con Ellianna y Paloma.
- Lucía, Qué te pasa?, te
veo deprimida. - dijo Denisse con cierta preocupación.
- No es nada, es que me
quede con la duda de porque Alex se puso tan nervioso cuando le abrieron la
puerta. - dijo Lucía muy pensativa.
- A mi me parece que Alex
está enamorado se le ve distinto ya no tiene la misma alegría que antes. - dijo
Denisse cuando empezó a sonar el teléfono.
- Denisse! Denisse! -
gritaba Sofía para que Denisse se acercase al teléfono.
- Ya voy espera un rato.
Luego de unos breves minutos Denisse regreso del teléfono
y se despidió de todos.
- Chau, chau nos vemos
mañana. - dijo Denisse al salir de la casa.
- Chau. - dijeron Lucía y
Sofía que se quedaron conversando.
- Lucía no te has dado
cuenta que Alex es muy extraño, me intriga porque se tenía que ir ayer tan
rápido sin esperar a que llegaras, si cuando estuve en su casa me dijo que no
tenía nada que hacer.
- Pero yo si lo sé Sofía, él
no quería encontrarse conmigo luego de lo que me había contado y aparte
por... otras cosas. - dijo Lucía arrepintiéndose
de lo que iba a decir.
- Lucía, qué tal te parece
Alex?
- Por qué me preguntas eso?
- Sólo quería saber si te
habías... no sólo que tal te parece nada
más.
- A mi parecer él es... como te lo digo es un poco extraño para hacer
y demostrar lo que siente; pero eso si, él, para mi es muy romántico, eso nadie
se lo quita. - dijo Lucía escapándosele un suspiro de los labios.
- Muy romántico, por qué? -
pregunto Sofía extrañadísima por la respuesta dada.
- A mi me parece así no se
si a otra le pareciera igual pero eso a mi no me interesa.
- Pero por qué?
- Déjame que te cuente, hace
tiempo cuando recién nos habíamos
conocido, cuando aun estabamos en el colegio, él hizo cosas que nunca
antes se habían visto en el colegio.
- Claro, como el sentarse en
medio del patio.
- Semejante a eso, no se en
verdad si lo que hizo fue porque él estaba enamorado de mi o tan sólo lo hizo
por probar algo; pero eso si después de eso todo cambio, yo me enamore de él
sin saber que era él; y él se enamoró de mi sin querer.
- Cómo, cómo? se enamoraron
los dos sin darse cuenta, por casualidad.
- No, es que, ni te lo
imaginas déjame que empiece, no se en verdad como se le ocurrió pero mira todo
empezó un día normal, cuando llegue al colegio y todos me llamaron, me
enseñaron una carta dirigida a mi que la habían encontrado pegada en el
periódico mural; en la carta tan solo había un poema y al final una firma no
tenía en ninguna parte el nombre de quien mandaba la carta, eso fue lo que me
llamo la atención y me hizo pensar que estaban jugando solamente.
- Y luego, cómo supiste que
era Alex el que te escribía?
- Yo ni me lo imaginaba, en
fin era sólo una para que ponerme a pensar quien era si sólo se podía tratar de
una broma. Pero al día siguiente en el mismo lugar otro poema para mi con la
misma firma, el mismo modelo de carta y la misma letra que la anterior, ahí me
empezó la curiosidad, trate de analizar la firma haber para ver que es lo que
decía pero no pude lograr nada. Al día siguiente fue lo mismo otra carta mas;
Ellianna, Denisse y yo nos pusimos a pensar quien podía haberlas escrito,
nosotras tres queríamos saber quien era el poeta secreto.
No nos imaginábamos quien podía haber sido así que
intentamos adivinar mientras que cada día me enamoraba mas de aquel poeta
desconocido. A veces nos quedábamos hasta tarde para ver si lo ponía en la tarde, otras veces llegábamos primeras al
colegio para atraparlo justo en el momento cuando lo colocase en el periódico
mural, pero era inútil siempre llegábamos y ya estaba allí, nunca dejo huella o
algo que lo pudiese identificar pero no nos dimos por vencidas.
- Cómo lo averiguaste?, Cómo
supiste que era él?
- Fue fácil, aunque a mi ya
poco me interesaba quien era, solo quería saberlo por curiosidad nada mas pero
Ellianna y Denisse si se esforzaron en averiguar quien era, pero era lógico; a
quien en el colegio se le hubiera ocurrido esa locura de escribir anónimos.
- A un loco pues.
- Ahí esta tú misma lo
dijiste un loco quien mas sino “Loco”(Alex) era el único que cumplía todos los
requisitos para dicha operación, mas yo no quería acusarlo sin tener pruebas
antes. Claro que a Ellianna y a Denisse no le interesaban las pruebas y fueron
y lo acusaron, le preguntaron casi afirmando que él era él de las cartas.
- Y que hizo Alex, reconoció
que era él?
- Como te dije no lo dejaron
que hablase sólo le echaron la culpa, si lo hubieras visto después que le
dijeron que el había sido, se quedo con la boca abierta, ni se imaginaba que
iba ha ser descubierto.
- Entonces lo acepto luego.
- No luego que lo acusaron
se fueron y lo dejaron parado e inmóvil, después de la sorpresa se marcho y los
siguientes días lo hubieras visto se encontraba escribiendo solo, casi
escondido sin hablar con nadie, porque después empezaron a acusarlo casi todos.
- Y que escribía, nunca
supiste?
- Nunca me lo enseño, pero
lo que me contaron es que estaba escribiendo como poemas para demostrar a todos
que no era el poeta secreto.
- Pero cuando supiste que
era él?
- Una vez nos encontramos y
él me pregunto sobre las cartas y me dijo que hablara con los demás para que
las convenciera que él no era él que las escribía; se le veía muy serio así que
porque no creerle, podía ser que otro las escribiera o no?
- Si pero solo alguien que
este muy enamorado o muy loco.
- Tienes razón, pero como lo
iba a reconocer después de recibir doce cartas todo acabo ya no volví a recibir
otra mas, pero lo seguían culpando a Alex y él poco a poco ya tuvo que
aceptarlo por mas que no lo hubiera hecho él creo que hubiera aceptado con tal
que se acabaran todas las acusaciones a parte el se escondía de todos como
arrepentido de si mismo.
- Cuándo fue que lo supiste
en verdad?
- Un día yo me encontraba
hablando con el psicólogo y el me espero
afuera, se escapo de clases para encontrarse justo en el momento que yo
saliera, ahí fue cuando me lo dijo, me pidió disculpas por si me había causado
algún daño y me pidió que lo perdonase; me sentí un poco mal al verlo como se
disculpaba de algo que me había encantado y que quizás nunca jamas lo vuelva a
vivir. Me contó que lo había hecho sólo por probar si a una mujer le gustaban
los anónimos, o sea si se enamorase de quien le escribe. Lo malo fue que desde
ese momento él ya no era él mismo, yo me di cuenta que él se había enamorado de
mi, y con su forma de ser y con esos poemas de las cartas puede ser que en el
fondo yo también me había enamorado de él.
- Nunca supiste si en verdad
se había enamorado de ti?
- No, nunca; en verdad
después de todo lo sucedido él ya no era el mismo se distancio mucho de mi, ya
no me hablaba con la misma alegría que antes.
- Quizás se sentía
avergonzado de lo que había hecho y...
- Pero si me encanto no me
hubiera imaginado que iba a recibir anónimos, poemas dirigidos a mi. - dijo
Lucía interrumpiendo a Sofía.
- Si verdad, que hermoso sería
recibir anónimos, cartas de amor, te crea una gran duda pero es muy romántico.
- Si, como la televisión -
dijo Lucía como broma.
- Y las cartas, aun las
conservas? - dijo Sofía con gran curiosidad.
- Por supuesto, las tengo
bien guardadas para que no les pase nada, las guardo como oro, son mi mejor
recuerdo del colegio. Y ahora después de 10 años siento que me estoy enamorando
de él.
- Si, me di cuenta de eso
hace tiempo pero porque no se lo dices.
- Para que, sería perder el
tiempo si él sólo piensa en ella y nada mas que en ella, y claro ahora para
mala suerte también en Margarita, y él esta tan confundido con las dos que no
sabe que hacer.
- Quién es Margarita? -
exclamo Sofía muy intrigada.
- Margarita ella... es una
larga historia que me contó hace poco.
- Pero quién es? De dónde
salió?
- En resumen ella fue su
primer amor pero nunca se lo dijo, y como ella era colombiana tenía que
regresar; lo malo que el hizo muchas tonterías que hizo que terminara la
amistad de las dos.
- Y ella, a quién te refieres
con ella?
- Ella, ella es la mujer que
lo ha vuelto loco, la que puede hacer su antojo con él, pero ella nada, ni
siquiera se da cuenta que él esta tontamente enamorado, tú la conoces, y él
sabe.....
- No me digas que es
Ellianna, con razón su actitud cuando ella abrió la puerta parecía como si
hubiese visto a un fantasma.
- Claro ni se imaginaba que
ella iba a estar aquí.
- Pero porque el miedo si
ella es su amiga.
- El miedo, porqué el miedo?
puede ser quizás porque temía que yo contase algo sobre lo de Margarita y
Ellianna lo escuche; él esta tan confundido desde que encontró a Margarita de
nuevo, ni siquiera le ha vuelto a hablar pero la ha vuelto ha recordar y la
recuerda como si fuera la mas grandiosa mujer del mundo.
- Pero si tú no hablaste
nada sobre Margarita y menos lo hubieras hecho, contar los secretos que Alex te
confio a nadie.
- Si, claro y ya se me
escapo, te lo he contado a ti, por favor no le vayas a contar esto a nadie.
- Ni tonta, a nadie le voy a
contar sobre Margarita te lo prometo.
- Esta sonando el teléfono
quien podría ser. - dijo Lucía mientras iba a responder.
Cuando Lucía levanto el fono no respondieron y después
colgaron.
- Quién era, ah?
- Nadie, solo estaban
jugando, no dijeron nada.
- Como odio, la gente que
llama y no habla, que creen que el teléfono es para juegos.
- Quizás tuvo miedo de
hablar
- Nadie llama y no le dan
ganas de hablar.
- Si pasa Sofía, yo ayer
llame a Alex, quería hablar con él y el teléfono sonó varias veces y cuando
contesto me arrepentí y colgué.
- Pero porque lo hiciste.
- No sé, no lo sé.
- Quieres que te diga algo,
yo que tú le haría saber lo mucho que lo quieres.
- Para que acaso crees que
yo le pueda ganar a su diosa.
- Qué?, qué es eso de diosa?
, será bonita pero no es para que compares a Ellianna con una diosa, tú también
eres hermosa y hasta mas que ella.
- No te estoy hablando de
Ellianna, Alex no me ha dicho ni siquiera que esta enamorado de ella, yo lo
supuse por la forma como se comporta cada vez que se encuentra cerca de ella
desde hace tanto tiempo. A la que me refería como diosa era a Margarita ya que
él me la describió como tal.
- Ya basta, cambiemos de
tema eso de los hombres ya me aburrió y yo estoy feliz con mi querido
Francisco.
- Ay sí que bonito,
suertuda. - dijo Lucía con un tono de desprecio.
- Bueno hablando de él, en
dos horas va a venir nos vamos a dar un paseo, otro día seguimos hablando de
Alex, ahora me tengo que arreglar.
- Apúrate que te demoras un
siglo. - dijo Lucía con cierta gracia.
- Graciosa, graciosa. - dijo
Sofía y se fue a arreglarse.
IV
Salí de mi casa a buscar a
Charo, solo por visitarla; mientras estaba en camino a su casa me encontré con
Denisse, la cual se encontraba yendo hacia su casa que queda cerca de allí, yo
la acompañe hasta su casa y me quede hablando con ella todo el camino y se me
olvido que iba a buscar a Charo.
- Cómo se encuentra Lucía,
sabes como esta? - pregunte a Denisse para enterarme como se encontraba Lucía.
- Esta bien, porque me lo
preguntas? - respondió Denisse con mucha curiosidad.
- Era solo por saber - dije
yo tratando de ocultar mi interés por Lucía.
- Alex, dime algo, pero
respóndeme con la verdad que sientes por Lucía?
- Yo,... yo por ella... que siento... bueno ella es
una muy buena amiga mía igual que tu - dije y se me notaba cierta duda en mi
respuesta.
- Estas seguro solo es una
amiga nada mas? - pregunto Denisse dudando de la respuesta que le había dado.
- Que quieres que te diga,
que estoy enamorado de Lucía, no te lo puedo decir porque no es cierto. - dije
un poco enojado con la actitud de Denisse.
- Disculpa, solo que si
estas enamorado de alguien es mejor que se lo hagas saber, o no?
- Si gracias quizás siga tu
consejo.
- De quien estas enamorado
Alex? si se puede saber.
- Disculpa pero ya no sé si
estoy o no enamorado de alguien, pero ya cambiamos de tema.
- Esta bien, discúlpame si
fui muy curiosa sobre tu vida.
- No te preocupes, pronto
todos sabrán quien me ha vuelto loco de amor, y es mas tu ya la conoces...
- Por cierto a donde estas
yendo.
- Verdad se me olvido por completo,
iba a la casa de Charo.
- Bueno gracias por
acompañarme hasta mi casa pero si has quedado con Charo mejor anda rápido.
- No la he llamado, solo iba
porque quería hablar con ella.
- Entonces ya te vas?
- Si, quiero preguntarle
algo importante.
- Entonces chau, llámame un
día quiero hablar contigo.
- Chau, yo te llamo en esta
semana.
Me fui en dirección hacia la casa de Charo, aunque me
encontraba mas lejos que antes.
Antes de llegar a su casa me cruzo por la mente Margarita
pero la saque de mi mente pensando en otras cosas.
Al llegar a su casa, ella se encontraba en la puerta
hablando con Jessica, me acerque saludándolas y me quede hablando con ellas
unos minutos y luego me marche porque no me llevaba muy bien con Jessica; al
despedirme de Charo le dije que la iba a llamar mas tarde.
Me marche, pero en mi mente solo se encontraban las ganas
de hablar con Charo; me fui lentamente caminando sin saber a donde ir ya que no
deseaba regresar a mi casa. Mientras andaba por las calles sin saber a donde ir
o que hacer me acorde de la dirección que habían dejado bajo mi puerta el otro
día y me di cuenta que la dirección estaba cerca de donde me encontraba por lo
que me decidí ir a ver quien era quien vivía allí, ya que como quedaba a cinco
cuadras de la bodega de Sergio, y el me dijo que donde vivía Margarita era
también a cinco cuadras podía ser que ese lugar sea donde por fin me vuelva a
encontrar con Margarita.
A pesar de que el camino era corto me demore bastante
tiempo para llegar al destino; pensar que faltaba poco para que me vuelva a
encontrar con Margarita, ya no esperaba el momento para llegar y tocar la
puerta y que al abrir... pero todo esto era quizás solo una ilusión que nunca
sucedería, como saber si dicha dirección era la casa de Margarita y si fuese
así porque me dejaron la dirección bajo la puerta, quien habría sido la persona
que quiere que me encuentre con ella de nuevo, tantas preguntas en mi mente y
el camino parecía interminable como si algo me detuviera el avance hacia su
casa.
Al fin llegue, el edificio si es que se le podía llamar
edificio, era una casa de tres pisos en donde vivían distintas personas, cuando
me decidí a tocar la puerta vi en la esquina una hermosa mujer de cabellos
negros que volteaba la esquina, mas no me fije muy bien; no le di mayor
importancia, ya que quería saber quien vivía en dicha casa podía ser donde por
fin llegue a encontrar a Margarita después de tanto tiempo.
Al llamado de la puerta fue una señora extrañadísima de
la visita, entonces fue cuando le pregunte.
- Disculpe señora, esta es
la casa donde vive la señorita Margarita Morales?
- Porque, quien es usted? -
dijo la señora muy desconfiada.
- Yo soy un viejo compañero
de colegio.
- Esta seguro...- dijo
dejando entrever la desconfianza que me tenia.
- Quizá usted no me cree por
lo que ella es colombiana, pero fue un año en que se vino a vivir aquí.
- Si ya bueno no me interesa
quien sea usted, esta bien ella si vive acá pero acaba de salir un minuto antes
de que usted tocara la puerta, acaso no la vio cuando llego.
- Entonces era ella, estaba
con una falda negra.
- Si, si pero dígame para
que la busca, ella esta tratando de olvidarse cosas malas de los pasados años.
- No se preocupe, hasta
pronto, dígale que vino ha verla un viejo compañero.- dije rápidamente y me fui
corriendo a ver si la podía alcanzar, pero fue inútil no llegue a encontrarla
por ningún lado. Perdí la oportunidad de encontrarla y pensar que casi nos
cruzamos pero lo peor es que la vi pero no me di cuenta que era ella.
Regrese a mi casa ya que parecía que no estaba de suerte,
ya que no pude hablar con Charo y tampoco pude encontrarme con Margarita.
Decidido a buscar mañana a Margarita me fui a mi casa,
pero con los deseos de hablar con Charo, lastima que haya estado con Jessica en
ese momento, mientras iba de regreso a mi casa me puse a pensar en el ultimo
día que vi a Margarita, que podía hacer yo si después de tantos problemas entre
ella y yo, ya no éramos ni amigos, es mas ella ni se despidió de mi; que tonto
fui para que las cosas terminaran así.
Al llegar a mi casa me senté a ver que había en
televisión, la cual apague en breves minutos ya que no había nada bueno que
ver. Me senté a escuchar música y encontré viejos papeles que me hicieron
pensar en todo lo que hice para que Ellianna se enamorara de mí, sin que se
diera cuenta.... A pesar de haber logrado su amistad yo tenia muy poco tiempo
de conocerla y recién éramos unos amigos casuales, y yo tenia miedo de
hacer algo que pudiera dañar nuestra
relación, como paso con Margarita y ese mismo año con otra amiga. No quise
preguntarle nada, solo hablábamos, pero ninguno pregunto algo personal sobre el
otro. Cómo saber algo de ella si no me tenia mucha confianza pero la respuesta
era fácil Psicología!, en el departamento de psicología del colegio estaban
todas las respuestas a mis preguntas, pero el problema era como estar solo en
ese lugar como poder entrar allí sin que nadie sé de cuenta.
Por suerte, la puerta tenia una chapa que era fácil de
abrir, por un hueco de una chapa antigua que habían sacado, entonces ya tenia
un plan para entrar allí.
Me quede un día hasta tarde en el colegio, esperando que
todos se fueran también los profesores, es decir nadie que me pudiera ver al
entrar al departamento psicológico. Ya cuando todos se fueron puse en practica
la teoría para la puerta y gracias a dios funciono satisfactoriamente; al estar
adentro podía saber las intimidades de muchas personas pero solo me intereso
ver lo de ella, lo de Ellianna, abrí los cajones y encontré el fólder donde
guardaban todas las pruebas psicológicas que le habían tomado durante el tiempo
que había estado en el colegio, logre averiguar cosas que ni me imaginaba; pero
lo malo fue que eso de entrar allí tenia el riesgo de que alguien me encuentre
mas no le brinde importancia a es inconveniente.
Volví a entrar otros días hasta que por poco no la hago
de salir sin ser descubierto; un profesor se había olvidado unos papeles y
regreso, por suerte yo había salido a leer unos papeles fuera del lugar unos
pocos segundos antes; el profesor vio la puerta abierta y se extraño ya que él
estaba seguro de haberla cerrado, pero no le mostró mucha importancia debido a
que estaba apurado; yo que me encontraba afuera escondido espere a que se fuera
y volví a entrar y dejar los papeles en su sitio y ya nunca mas volví a entrar.
Ya por ese tiempo ya se acercaba el fin de año, y yo iba
a postular a la Escuela Naval y quizás nunca vuelva a ver a mis compañeros de
colegio y como es lógico quizás tampoco a Ellianna.
Con el fin de clase, mi graduación la veía mas cerca,
pensar que después de tanto tiempo por fin iba a salir del colegio pero este
año que lo esperaba desde hace tiempo me hizo ver que dejar el colegio no era
tan bueno como lo creía. El pensar en tener que dejar el colegio, mi graduación
que se acercaba, el tener que postular a la Escuela tantas cosas que hacer para
tan poco tiempo me hicieron olvidar por unos momentos a Ellianna y a Lucía.
Llego el día de mi graduación y como si algo hubiera
cambiado a todos, después de esperar con ansias el día en que por fin saldrían
del colegio se dieron cuenta que iba ser la ultima vez que iba a estar toda la
promoción junta. Algunas de las chicas no pudieron aguantar las lagrimas; iban
llamando uno a uno hasta que me llamaron y entre las voces, aplausos y todas
las personas viéndome no le preste atención a nada, iba caminando hacia donde
me entregarían el libro de graduación, sin escuchar nada, la bulla, las miradas
de las personas no me interesaban, yo estaba fuera del mundo, pensando en que ya
no iba a volver al colegio otra vez, ya no iba a volver a ver a mis profesores
y lo peor quizás no vuelva a ver a Ellianna, si ella podía haber estado allí en
mi graduación, pero no me anime a invitarla, como podía haberla invitado; si la
hubiera visto ese día, verla y no poder hacer nada, no poder decirle que la amo
y es mas saber que yo me iba y ella se quedaba en ese lugar que tanto tiempo
quise que acabara ya que no había ninguna razón para estar allí hasta que la
conocí a ella, entonces fue cuando me di cuenta que no me quería ir del
colegio.
- Ring! Ring! - el teléfono
empezó a sonar fui a levantar el fono para saber quien era.
- Aló quien habla? - dije
con una voz cansada y extrañado por la hora que era ya que eran las once de la
noche.
- Aló Alex! - respondió una
voz con un tono de preocupación y nerviosismo - Alex! Alex!... soy yo Paloma.-
dijo sin poder pronunciar muy bien las palabras.
- Que pasa?, Porque estas
tan nerviosa, algo malo ha pasado?
- Ni te imaginas...- dijo
Paloma y empezó a llorar.
- Cálmate no llores - dije
tratando de que Paloma este más tranquila para que me contase lo sucedido.
- Es Charo, ha sufrido un
accidente. - dijo Paloma siendo interrumpido bruscamente por mí.
- Que le paso? Esta bien?
Dónde esta? - pregunte muy preocupado por la condición de Charo.
- Se choco con un poste por
tratar de esquivar a un niño que cruzo imprudentemente la calle y no se dio
cuenta que venia un carro.
- Pero esta bien? Cómo se
encuentra? - pregunte ansioso por saber de ella.
- Se encuentra en el hospital
naval, creo que esta bien, me acaba de avisar de Sofía.
- Cuándo sucedió si yo he
estado con ella en la tarde?
- No sé exactamente pero
creo que alrededor de las siete.
- Espérame un momento, en un
minuto estoy en tu casa para ir a verla.
- Ya esta bien, chau.
- Chau. - colgué y
rápidamente salí hacia la casa de Paloma.
En el camino no podía dejar de pensar en Charo, como
estará, si solo unos minutos antes yo estaba a su lado, y ella estaba feliz sin
preocupación alguna, y contemplando su hermosa sonrisa; si solo Jessica no
hubiera estado allá yo me hubiera quedado con Charo y no le hubiera pasado
nada.
Llegue a la casa de Paloma la cual me estaba esperando
para ir al hospital, fuimos rápidamente los dos estabamos muy preocupados por
Charo que ninguno quiso romper el silencio en que nos encontrábamos.
Ya en el hospital el doctor nos indico donde se
encontraba y en la habitación solo se encontraba su prima; al entrar Charo
estaba en la cama echada, me acerque pero no podía hablar, me sentía mal al
verla así como estaba; Paloma se acerco y empezó a hablar, yo me aleje un poco
y no podía dejar de pensar en que ella esta ahí herida por mi culpa si me
hubiera quedado hasta que Jessica se fuera, ella no hubiera tenido que ir a
ninguna parte. Después de unos minutos Charo nos dijo que quería descansar y
seria mejor que volvamos mañana, Paloma y yo nos fuimos y le prometimos que en
la mañana estabamos allá. A la salida Paloma empezó a hablarme.
- Alex, puedes pasar por mí
en la mañana?
- Sí; estoy por tu casa a
las nueve, esta bien?
- Sí gracias.
- Bien entonces nos vamos,
te llevo a tu casa.
-
Gracias.
Salimos del hospital, ambos estabamos muy preocupados por
Charo, subimos al auto y lleve a Paloma a su casa permaneciendo ambos en
silencio en el camino. Llegue a su casa, le dije que volvería en la mañana me
despedí pero pareciera que nos encontrábamos solos y que estaba hablando con la
pared.
Yo me fui en camino a mi casa, luego de haberla dejado y
no podía sacarme de la mente la escena en que Charo estaba en el hospital, aun
no lo podía creer que ha ella le haya sucedido tal accidente tan solo unos
minutos después de haber estado con ella. En mi casa, seguí pensando en ella,
desde que Paloma me llamo no podía sacar de mi mente a Charo.
Luego de dos horas me quede dormido encima de la mesa
ganado por el cansancio, a pesar de la incomodidad permanecí dormido por varias
horas.
Eras las nueve y media y el teléfono sonó lo cual me
despertó bruscamente, no sabia que hora era y respondí el teléfono.
- Aló quien habla? - dije
con una voz somnolienta.
- Aló, Alex, soy Paloma.
- Paloma, ah... er - me fije en el reloj dando me cuenta que
ya estaba tarde treinta minutos. - disculpa es que me quede dormido en quince
minutos paso por tu casa.
- Ya esta bien, gracias, chau.
- Chau. - dije pero aun me
encontraba un poco somnoliento.
Me asee, me vestí con lo primero que vi y salí
rápidamente, no tome desayuno nada porque ya se me hacia tarde. Exactamente
quince minutos después de la llamada de Paloma llegue a su casa y nos fuimos
hacia el hospital.
- Discúlpame es que me quede
dormido arreglando unos papeles y lo que me levanto fue tu llamada.
- No te preocupes, solo que
temía que a ti también te haya sucedido algo malo.
La mañana, era clara, había sol y esto hizo a los dos
estar un poco menos preocupados por Charo, aparte con la visita del día
anterior vimos a Charo que no estaba muy mal, que el accidente no era muy
grave.
Ya en el hospital, fuimos hacia la habitación donde se
encontraba Charo; yo le llevaba un ramo de rosas que había comprado en el
camino. Al entrar en la habitación, Charo se encontraba viendo televisión,
alegrándose de nuestra visita pasamos y nos quedamos alrededor de dos horas
conversando con ella para hacerle compañía.
En esas dos horas no le quite la mirada de encima verla
allí, me sentí mal, pero no sé que me hacia verla a cada momento ver su sonrisa
(aun la conservaba a pesar de los malos acontecimientos).
Mientras estaba en la habitación me vino a la mente el
recuerdo de esa mujer que me volvió loco hace tiempo, y a su vez estaba el
recuerdo de la hermosa mujer que me ha conquistado el corazón, no podía definir
mis sentimientos entre ellas dos y más ahora que siento que el amor no existe
en mi vida; ya que solo como un capricho creo que amo a Ellianna y solo por
recuerdo creo que amo a Margarita cuando en verdad siento que el amor de vida
estaba echada en la cama.
V
Al día siguiente de la visita a Charo, fui a buscar a
Denisse ya que el día en que me encontré con ella me dijo que quería hablar
conmigo y yo también quería hablar con ella.
Al llegar a su casa me preguntaba si Denisse había ido a
ver a Charo al hospital el día del accidente; toque el timbre de su casa
esperando unos breves segundos antes de ser respondido. Denisse asombrada por la
visita ( ya que muy rara vez iba a su casa), me hizo pasar, me invito a
sentarme y me pregunto.
- Alex, sabes lo que le paso
a Charo? - dijo Denisse un poco entristecida.
- Si me lo contó Paloma.
Ayer la fui a ver como seguía y se encuentra bien. - respondí mostrando cierto
interés en Charo.
- Me alegro que no le haya
sucedido nada malo o es mejor decir no muy grave, aunque hasta ahora no he
podio ir a verla.
- Si quieres después vamos a
verla un momento.
- Gracias, pero no me gusta
ir a los hospitales, a ver a alguien accidentado.
- Pero Denisse, ella no es
cualquier persona.
- No pienses mal de mí,
quisiera ir a verla pero tengo una razón muy importante para no querer ir, lo
siento.
- Ya esta bien, ese es tu
problema y no me interesa a mí.
- Discúlpame pero tengo mis
razones.
- Entonces cambiando de
tema, acerca de lo que me preguntaste la ultima vez sobre si estaba enamorado o
no, quisiera yo hacerte una pregunta a ti y te pido me respondas como tu
pienses, Denisse tu me conoces y por favor dime tú de quien crees que me he
podido enamorar, desde que nos conocemos he hecho muchas tonterías que no se
porque las hice y quizás solo fueron para que ella se fijara en mi, ahora dime
tu quien crees que es ella, a tu parecer, dímelo no hay problema porque desde hoy
día quiero aprovechar el tiempo que pudiera estar a su lado.
- Alex, porque me lo
preguntas a mí, yo no te conozco muy bien. - dijo Denisse tratando de evadirse
de la pregunta.
- Denisse, Denisse, mírame a
quien crees que le puedo preguntar que las conozca a todas ustedes.
- A Lucía o sino porque no a
Ellianna.
- No le puedo preguntar a
ninguna de ellas, solo a ti ya que de una ellas es de quien estoy yo tontamente
enamorado.
- Pero Alex no tengo idea,
si te digo que Lucía por las cartas que hace tiempo mandaste; pueda quizás que
sea Charo por la forma de hablar cada vez que te menciono su nombre, siempre
mostrando interés en ella, en verdad no sé.
- Tu misma lo has dicho, no
te pido que sepas exactamente, solo quiero saber quien es la que tu crees por
las distintas tonterías que haya hecho.
- Simple si solo tomo en
cuenta las tonterías hechas por ti, solo queda una entre todas ella es
Ellianna. - dijo con confianza en lo que decía como si en verdad supiese que es
ella.
- Gracias Denisse con esto
ya esta comprobado que no hay otra mas que Ellianna.
- La conoces hace como diez
años y tu nunca le has dicho nada ni siquiera le preguntaste lo que sentía.
- Si, solo que hace diez
años las conocí a ustedes y sabes como conocí a Ellianna, fui poco a poco
acercándome a ella, no iba a clases solo para verla pero no tenia el valor de
decir lo que siento.
Después yo averigüé donde vivía cada una de ustedes, ya
cuando se acabaron las clases ustedes ni se imaginaban volver a verme, yo un
día fui a ver a Lucia porque su casa si la conocía pero ella se había ido de
viaje entonces me fui desde su casa buscando la casa de Ellianna de la cual
tenia la dirección y solo una vaga referencia de donde quedaba.
- Y como sabias donde
quedaba.
- Aparte de usar un mapa en
el cual no aparecía la calle de su casa, me acordaba de la vez en que me subí
en su bus para saber donde vivía, ni te imaginas cuando en el bus solo quedo
ella y yo, que no sabia ya a donde ir; mi idea era de donde bajarme si quería
saber donde quedaba su casa, así que me quede y me regreso al colegio. A pesar
de esperarla a ver donde bajaba el bus no la dejo en la puerta de su casa.
Si bueno desde la casa donde antes vivía Lucía hasta la
casa de Ellianna son mas o menos...
bueno no sé pero es lejos y todo ese día estuve buscando su casa desde
las diez hasta las doce del día, sin saber siquiera si la dirección que tenia
era la de su casa, así fue como la empece a ver a menudo.
- Y entonces Lucía... nunca has sentido nada por ella? - dijo
Denisse interesada en lo que le contaba.
- Lucía... Lucía solo es mi
amiga, si piensas que por las cartas escritas eso solo fue una locura, pero si
tengo que aceptar que esas cartas, me hicieron sentir..., no sé no creo que sea
amor porque el amor es eterno, pero todo eso fue momentáneo, hasta que Lucía no
se porque cambio de carácter y tu lo sabes; a ella le conté mi más grande
secreto que tenía y porque crees porque ella es una amiga de confianza igual
que tu.
- Pareciese que tu te
hiciste amigo de nosotras solo para conquistarnos.
- Si tienes razón, al
principio solo fue un juego pero después me di cuenta que solo si en verdad la
quisiera era la única razón de haber hecho tantas tonterías.
- Y Charo tiene que ver algo
en la historia.
- Mi Charito..., cinco años
antes de conocerlas a ustedes ella ya era mi amiga y vecina, y si ya has
escuchado sobre mi vida casi todo no tengo porque no contarte de ella, el
primer día que la vi a ella me gusto su rostro, su forma de ser, etc... algo
como un amor a primera vista, a pesar de eso nunca... no se nunca...
- Te enamoraste de ella. -
dijo Denisse terminando lo que intentaba decir.
- Exacto. - dije de forma
seca y terminado la historia.
- Alex, ya me has contado
sobre como conociste a Ellianna, Lucía, a Charo y a mí; me has dicho de quien
estas enamorado pero... - Denisse hizo una pausa mientras tenia su mirada fija
en mis ojos. - porque nunca le has dicho nada a Ellianna, porque no le dices
que la quieres. - se quedo mirando a mis ojos esperando la respuesta de mis
labios.
Yo me quede en silencio y ella no dijo nada esperando mi
respuesta, yo no tenia idea que decirle porque ni yo mismo sabia porque no se
le había dicho.
- No sé, no sé. - fue lo
único que pude responder a semejante pregunta.
- No te entiendo desde
cuando has estado enamorado de ella.
- Yo, de ella...
enamorado... desde cuando. - dije sin lograr constituir una oración coherente.
- estoy enamorado de ella desde chico casi de la primera vez que la conocí.
- Y desde ahí no le has
dicho nada, que es lo que esperas.
- No sé, no sé, no lo sé.
- Ella siempre me habla de
ti eres su mejor amigo y quizás hasta te quiera de otra forma pero no te va
esperar toda la vida, a ella también la puede conquistar cualquier otra
persona.
- Si pero solo me ve como su
amigo nada más.
- Y lo primero que hay que
ser para encontrar el amor es encontrar la amistad, ella todavía recuerda
cuando había terminado con Waldy y tu averiguabas todo lo que ella quería
saber, cuando le dijiste que el no la
quería y que jamas la quiso, creyó en lo que tu le contaste porque sabia que tu
jamas le ibas a mentir.
- Exacto tu misma lo has
dicho me creyó porque si soy su amigo no tenia porque decir que el no la quería
o que él la seguía queriendo, pero si ella se enterase que en ese momento yo
estaba enamorado de ella entonces podría pensar en él.
- Y Alex eso era cierto?
- No! yo hubiese preferido
que él la siguiera queriendo, así ella no iba sentir ese dolor de saber que
solo la uso.
- Si pero eso ya paso hace
bastante tiempo, yo te aconsejo que se lo digas, lo peor que pueda pasar es que
ella te diga que no.
- Si pero en estos días a
sucedido algo increíble que ha cambiado toda mi vida.
- Tu vida esta llena de
misterios.
- No es que, he vuelto a
encontrar a Margarita la primera de quien yo estuve enamorado, pero en su
permanencia aquí en el Perú yo hice muchas cosas que hicieron que ella se
enojara conmigo y se fue con ese recuerdo mío y lo que yo me prometí fue ir a
buscarla para pedirle disculpas.
- Y eso que tiene que ver
con Ellianna.
- Es que no sé si todavía la
quiero.
- Ahí si yo ya no te puedo
ayudar.
- Si ya lo sé pero gracias
por escucharme, chau.
- No te preocupes siempre
que quieras yo estoy aquí para que me cuentes tus problemas, chau.
Al salir de su casa a pesar de ya ser muy de noche me fui
a la casa de Margarita, porque no podía perder la oportunidad, ahora que estaba
seguro que amo a Ellianna, ir a ver si Margarita me hacia surgir algún
sentimiento dentro de mí.
Fui rápidamente hacia su casa solo con el propósito de
pedirle disculpas y olvidarme para siempre de ella. Todo el camino no dejaba de
pensar en Ellianna y aunque iba a la casa de Margarita para olvidarla siempre
sentía una confusión que me hacia pensar porque tener que olvidar a Margarita
si yo la quise hace tiempo y durante todos estos años no la olvide quizás ella
es la quien yo en verdad amo y no es Ellianna.
Llegue a su casa, pero la duda de saber si era Margarita
o era Ellianna la dueña de mi corazón, me hizo irme de ahí antes de hablar con
Margarita, me fui pero en el fondo algo me decía que tenia que regresar pero no
hice caso y me fui a mi casa y descansar mi mente después de lo sucedido en
casa de Denisse y claro luego en la puerta de Margarita que me hizo que me
fuera sin hacer lo que tenia pensado.
En mi casa trate de despejar mi mente, pero al abrir la
puerta había una nota de Sofía que decía para que me comunique con ella a penas
llegara, pero yo me fije en la hora, y considere que era muy tarde para que la
llamara, así que decidí llamarla temprano la mañana siguiente.
VI
En estos momentos yo me encontraba en uno de los más
grandes problemas que puede tener un hombre, enamorarse sin ser correspondido y
peor aun para mí, encontrarme con ese sentimiento guardado por casi diez años;
solo por ella fue que hice todo y en verdad hay cosas que nunca las hubiera
hecho si no la hubiera conocido.
Ellianna ese es el nombre que aun llevo en mi mente y no
creo poder sacarlo jamas, ella era una chiquilla la primera vez que la vi pero a pesar de eso su belleza
me conquisto el corazón que no podía dejar de conocerla e hice todo lo que
fuera para lograr su amistad y tratar de enamorarla pero han pasado diez años y
mi estúpida timidez no me ha permitido
acercarme a ella. Por otro lado estaba Lucía que ha sido la primera a quien le
había contado la historia de Margarita, Lucía fue la que creo una confusión ya
que a ella yo le escribí unas cartas anónimas a pesar de encontrarme enamorado
de Ellianna y en verdad no sé porque se las escribí a Lucía y no ha Ellianna,
solamente creo que lo hice porque si no resultaba enamorar a Lucía no perdía
nada en cambio si se las escribía a Ellianna podía perderla para siempre, pero
no se me ocurrió en ningún momento que resultaría, así que en verdad era un
juego sin sentido alguno lo malo es que lo que logre fue que yo me enamorara de
Lucía y no tengo ni idea si Lucía llego a sentir algo por mi, lo único fue que
yo de Ellianna me aleje pensando que Lucía la había sacado de mi corazón.
Lucía después que salí del colegio y no la volví a ver en
meses había cambiado su forma de ser y me empece a dar cuenta que lo que llegue
a sentir por ella fue solo consecuencia de las cartas y no era un sentimiento
verdadero.
Lucía fue de las tres (Ellianna, Denisse y ella) la
primera de quien me hice amigo, ella me presento a su hermana Sofía y gracias a
esta conocí a Paloma, entre Sofía y Paloma querían que yo me vuelva a enamorar
de Lucía y que los dos estemos de enamorados pero a pesar del tiempo todavía no
se dan cuenta que solo para mí han existido dos y nada mas que dos mujeres que han
logrado conquistar mi corazón de verdad una de ellas es Ellianna, la otra y que
fue la primera es Margarita; ahora Margarita ha vuelto y ya no he podido saber
quien es la que en verdad quiero.
Entre todos esos pensamientos la única que sabe que yo
amo a Ellianna es Denisse porque ha sido ella la única ha quien yo le confíe
ese secreto, pero mejor dicho ella fue la que lo descubrió y yo no lo podía
negar.
En fin, tofo este largo tiempo que ha pasado desde que
las conocí a las tres hasta estos días me parece haber perdido años de vida
buscando un imposible, a ella; no sé pero creo que ella no siente mas que
amistad por mí, lo peor es que por ser yo tan tímido no me he atrevido a decir
nada.
Todavía recuerdo cuando estaba postulando a la Escuela
Naval que cada vez que iba a la Escuela al regreso iba a su casa, así en los
meses de enero y febrero la fui a visitar, conocí a su madre y a su hermano el
cual resulto ser de la promoción de colegio de mi hermano y empezamos a hablar
de los compañeros de el así fue como me fui acercándome a su familia, pero
llego el día en que leyeron los resultados generales de los exámenes, ese día
en donde todos estaban nerviosos al saber si habían o no habían ingresado.
El oficial nos tuvo frente al edificio Grau y ahí en la
formación todos estaban hablando, especulando sobre quienes habían ingresado;
yo estaba parado oyendo uno a uno los nombres y me parecía una eternidad hasta
que después de solo nueve personas me llamaron a mí, yo el décimo puesto, salí
y pase a ser ya parte integral de la marina, ya en otra formación con la cara
levantada viendo al cielo, solo me quedaba pensar en ella, saber que en pocas
horas saldría e iría a verla.
Salí de la Escuela, ya no como postulante sino esta vez
como aspirante a cadete naval, lo primero que hice fue ir a su casa a contarle
que había ingresado, decirle como sentía, pedirle si podía irme a visitar en el
mes de adoctrinamiento a la Escuela; me quede hablando por un rato mas con ella
y con su madre y me fui a mi casa donde me esperaba mi familia.
Fue un día viernes cuatro de marzo cuando se realizo la
ceremonia de ingreso de los nuevos aspirantes, ya era la ultima vez que yo
amanecía como civil, después siempre iba a ser todo diferente.
La ceremonia fue la primera de las muchas que iba a tener
en mi vida dentro de Escuela, al finalizar esta nos mostraron nuestros
camarotes y todo fue horrible el trato que se nos dio, yo sabia como era pero
no se me ocurrió pensar si yo lo aguantaría para los adoctrinadores nosotros no
éramos nada.
Terminando el primer día todos estaban cansados, iba a
ser la primera vez de tener que dormir en ese tipo de camas que por cinco años
nos acompañaría, saber que a pesar de haber sufrido todo lo que me hicieron ese
día pronto amanecería y así pasarían todos los días entre golpes, sanciones
físicas, estar todo el día corriendo, en formaciones con la vista al cielo, ser
despertado por las noches; en fin todo lo que tenia que resistir para poder
integrarme al Batallón Angamos.
Amanecía un día que podía ser normal como todos pero ese
día era uno de los esperados por fin llego la primera visita en donde nuestros
familiares y amigos podrían ir a visitarnos, ese día estuve esperando para ver
si Ellianna venia a verme, por todas partes la estuve buscando pero no la encontré
ella no fue ni la primera ni la segunda pense que quizás estuvo ocupada como
para ir o quizás no la dejaron, así luego tuve mi primera salida pero yo no la
volví a ver no sabia si es que ella me quería volver a ver; luego sucedió lo de
su cumpleaños y poco a poco intentaba sacármela de la mente pero la quería ver,
en el fondo de mi corazón deseaba locamente volverla a ver.
Así fue como no la volví a ver casi hasta diciembre, casi
un año sin verla, sin saber nada de ella y no la iba a visitar por el simple
hecho de no saber si quería o no quería volver a verme, a parte el primer año
en la Escuela Naval es matador y no pensaba mucho en ella, pero le quise llevar
un regalo el día de su cumpleaños pero ese día yo estaba dentro de la Escuela
por lo que pense llevárselo un día antes ya que ese día siempre es feriado y
salgo temprano, pero ese día hubo una competencia deportiva para lo cual fuimos
de comisión todos los cadetes uniformados, de la competencia salimos tarde y me
fui a mi casa para descansar y luego ir
a la casa de Ellianna para llevarle el regalo, pero mejor era al regreso a la
Escuela pasaba por su casa y lo dejaba allí.
A la hora de tener que regresar a la Escuela, se me había
olvidado que regresaba uniformado y no quería que ella me viera con uniforme,
por lo que al llegar a su puerta le dije al taxista que me llevaba si podía
entregar el regalo, pero a pesar de todo yo baje toque el timbre, al cual salió
a responder su papa quien me dijo que Ellianna no estaba pero sabia que me
engañaba ya que por una rendija la vi a ella parada, así que me fui y nunca le
entregue el regalo.
Ya en la Escuela, estaba triste porque no le puede
entregar su regalo y así pasaron los días y nunca le di ningún regalo por sus
catorce años.
VII
Me acorde de la nota de Sofía, la llame para saber que
era tan urgente; me contesto Sofía la cual quería que nos encontrásemos en un
parque cerca de su casa, pero no me dijo para que. Fui rápidamente hacia allá y
la encontré sentada en una banca del parque la salude desde lejos y me acerque.
- Hola Sofía, porque tanto
secreto que es tan urgente? - dije muy intrigado.
- Alex, quiero saber algo,
quien es para ti Margarita?
- Que?, Cómo sabes eso?,
Quién te lo dijo? - dije y me puse muy nervioso.
- Por que te pones nervioso,
siempre has sido muy bueno escondiendo tus sentimientos.
- Te lo contó Lucía verdad?
- Que interesa quien me lo
ha contado lo que importa es que sientes en verdad por ella.
- Sofía, porque tu interés
por mi vida pasada.
- Estoy preocupada por...
por ti, estoy preocupada por ti. - dijo dudando mucho de lo respondido.
- Bueno me da igual,
Margarita para que sepas fue de la primera chica de quien yo me enamore, y
ahora en estos días la he vuelto a ver.
- Pero lo que sentiste hace
tiempo no puede ser serio, cuando la conociste eras muy joven.
- Si ya lo sé, yo la había
olvidado casi por completo pero al volver a verla, al ver esa mirada que me
había conquistado desde que era chico me di cuenta que si me había enamorado de
ella.
- Y le vas a pedir que sea
tu novia.
- No, me di cuenta que me
había enamorado de ella pero su magia ya paso ella para mi solo es otra
historia en mi vida, yo la busco tan desesperadamente porque me prometí que le
iba a dar una disculpa a ella por lo mal que me comporte cuando era joven.
- No te entiendo, pero no
interesa, otra cosa mas, tú estas enamorado de alguien ahora si se puede saber?
- Te digo la verdad si lo
estoy y mucho y es alguien que tu conoces.
- Será....- se quedo
pensando unos segundos y la interrumpí.
- No lo digas Sofía pronto
lo sabrás y cuando todos lo sepan ya nadie mas me vera, me alejare de sus vidas
porque los sueños siempre son sueños hasta que uno los quiera hacer realidad
ahí yo no son sueños pero tampoco son tus sueños hechos realidad, como puedo
saber si yo mismo no soy un sueño de alguien de otro mundo que ha creado este
sueño llamado realidad.
- Te ahogas en un vaso de
agua; pero porque te vas a alejar de todos?
- No quiero que nada me
recuerde a ella.
- Porque; también de ella te
vas a alejar?
- De ella me alejo si es que
me quiere solamente como un amigo.
- Si supieras tantas cosas
que se te han escapado por haberte enamorado ciegamente.
- Chau Sofía
- Adiós, ojalá nos volvamos
a ver algún día eres muy bueno y no te mereces que nadie te haga daño.
Me sentí como si fuera la ultima vez que vería a Sofía,
me sentía tan confundido, quizás ara exageración mía el no volver a ver a nadie
tan solo por no querer saber nada de ella.
Me fui al hospital en donde sé Charo, para ver como
estaba.
Al llegar entre con todas las ganas de decirle tantas
cosas, pensar que ella con toda su simplicidad y es sonrisa llego a
enloquecerme desde el primer día que la conocí y que casi le digo para que sea
mi novia tan solo por verla en al cama después del accidente.
Entre a su habitación, la vi que seguía tan feliz como
siempre, me contó que al día siguiente le daban de alta y que me daba las
gracias por haberla acompañado todo el tiempo.
- Charo, ahora que te
encuentras bien, quiero saber algo, tu amistad con Ellianna es poca verdad?
- Es mi amiga pero nunca he
salido o hecho nada con ella o con su grupo de amigos.
- Bien entonces, hasta
pronto que te vaya mejor que nunca.
- Hasta pronto anda a mi
casa cuando quieras siempre estaré feliz de verte y conversar contigo.
- Sabes que...- dude y no
dije nada
- Que pasa?
- Nada, nada, hasta pronto.
- Chau.
Al estar cerrando la puerta me salieron unas palabras
involuntarias las cuales eran “Te amo”, sabia que no lo había escuchado pero yo
sabia que lo había dicho, quizás fue que si la amo y es ella quien en mi vida
debe estar, pero en fin tengo que alejarme para siempre o lo que quisiera estar
al lado de Ellianna para siempre, la duda era como decírselo no me atrevía a
decírselo frente a frente no soportaría de ninguna forma que ella me digiera que
no, así que como decírselo era el problema.
En el pasadizo al salir de la habitación de Charo me
encontré con Paloma.
- Paloma, hola como te ha
ido?
- Bien vengo a despedirme de
Charo.
- Despedirte, esta bien que
Charo se vaya del hospital pero se van ha volver a ver otro día.
- Me voy a despedir porque
me voy de viaje a Venezuela y no sé cuando vuelva a venir.
- Entonces tuve suerte de
encontrarte antes de que te fueras, por cierto cuando te vas?
- Mañana a los dos de la
tarde.
- Ni para hacerte una fiesta
de despedida.
- No lo creo, hoy tengo que
empacar; bueno escríbeme Alex para no perder la amistad y me cuentes como van
las cosas por acá.
- Toma Paloma
- Que es? - dijo extrañada.
- Son dos pequeñas libretas
donde guardo en una los poemas que escribo y en la otra poemas de varios
autores famosos.
- Pero esto te ha tomado
mucho trabajo hacerlo.
- Llévatelo para cuando te
sientas sola, lee un poema para que te acuerdes de mí.
- Gracias estoy segura que
jamas me olvidare de ti.
- Lo siento pero me tengo que
ir.
- No te preocupes, cuídate
chau.
- Hasta pronto.
Me marche del hospital y me fui hacia mi casa y al llegar
se me ocurrió una idea para que Ellianna sepa lo que siento y desde cuando lo
siento, se me había ocurrido escribir una pequeña historia desde que la conocí
hasta estos días decirle todo lo que siento como una carta en la que se
encontrara todo lo que siento por ella y al ir a verla seria un día como tantos
en los que la visito, tan solo que al despedirme yo sabría que quizás no la
vuelva a ver nunca mas.
En mi casa sentado escribiendo la historia para Ellianna,
llamo Luis el cual me dio la noticia que se iba a casar con Pamela el próximo
mes, me encontraba muy feliz pero a la vez envidioso porque el se iba a casar y
yo ni siquiera tenia una mujer que me quiera tanto o más como Pamela lo quiere
a Luis, pero yo sabia que yo me lo había buscado eso por ser tan complicado y
tan tímido toda mi vida; continúe con la historia para regalársela a Ellianna
como ultimo regalo que quizás le haga.
VIII
Amanecí, como nuevo era jueves y el domingo había quedado
con Ellianna para ir a su casa, pero antes de eso tenia que ir a ver a Lucía
por si decidía alejarme a empezar otra vida lejos de todos los que conocen a
Ellianna.
Llame a Lucía, para avisarle que iba a pasar por su casa
antes de salir hacia la casa de Lucía, ordene las hojas de la historia que le
iba a regalar a Ellianna con una carta en la que decía lo que siento por ella.
Salí de mi casa, pero aun era muy temprano para la hora
en que había quedado con Lucía así que llame a Denisse para ver si podía ir a
verla, al contestar Denisse me dijo que si quería que fuera porque estaba con
una amiga pero que ya se iba a ir. Estaba en dirección a su casa cuando ya
cerca de ahí, me puse a pensar en Denisse, tenia que darle las gracias por
darme el valor para decir lo que siento a cada una de las personas que conozco
y darme cuenta quien es de quien en verdad yo estoy enamorado. Me encontraba ya
frente a la puerta de la casa de Denisse pero antes de que tocara el timbre la
puerta se abrió y salió Denisse y detrás de ella estaba Ellianna, por poco me
agarra el nerviosismo pero me logre controlar al cabo Ellianna es mi amiga y yo
no tenia miedo si se enteraba que la amaba o no. Afuera nos quedamos hablando
los tres por unos minutos y luego Ellianna se marcho, yo me despedí haciéndole
acordar que el domingo iba estar por su casa.
Luego Denisse me invito a pasar a su casa para poder
hablar tranquilamente, adentro nos sentamos y empezamos a hablar.
- Como te ha ido Alex, tal
parece que Ellianna ya no te pone nervioso como antes.
- Bueno Denisse antes que
todo gracias, gracias por darme valor para enfrentarme a Ellianna y es mas te
voy a contar, Ellianna, tú sabes que estoy loco por ella, bueno ella hoy día no
se imagina lo que le voy a decir o mejor dicho lo que va a leer el domingo.
- Que dices?, que es lo que
estas pensando hacer Alex?
- Yo, el domingo como sabes
que moriría si mi amor no es correspondido por Ellianna, por eso no le digo
nada, nunca podría decir que la amo, por
la vergüenza que haría frente a ella y peor vivir sabiendo que ella no me
quiere; así que he escrito una historia desde que la conocí hasta estos días y
una carta adjunta donde le voy a contar lo que siento, claro que después de
esto no podría volver a verla de nuevo al igual que tampoco a ti pero aun
dentro de mi corazón siempre las llevare guardado.
- Alex, estas seguro de lo
que vas a hacer, tómate tu tiempo déjame que te ayude para ver si Ellianna te
quiere como algo mas que un amigo.
- No ya ha pasado mucho
tiempo no quiero pasar toda la vida sabiendo que la amo y no se lo digo, quiero
que ella también lo sepa por mas que nunca me diga ella a mí que me ama, a mi
no me importa.
- Es tu decisión, pero no te
alejes de nosotras somos tus amigas y a pesar de todo siempre estaremos juntos,
y a Ellianna también te querrá como un amigo como siempre lo ha sido.
- No sé, tendré que pensarlo
mucho antes de actuar.
- Me siento culpable, yo te
dije que se lo dijeras pero no era para que te lo tomes tan en serio, no sabia
que la llegaste a querer tanto.
- Son años, que he pasado
junto a ella queriendo besarla, decirle que la amo, no te imaginas yo iba a su
casa a pesar de quedar tan lejos de la mía, aun sabiendo que quizás no la fuera
a encontrar a mi no me interesaba lo lejos que se encuentre y si al verla fuera
por unos minutos ella siempre me daba fuerzas para seguir adelante.
- Y entonces porque no
olvidas tu ilusión y sigues teniendo como tu amiga.
- No puedo, solo el saber
que sé esta de enamorada con alguien y es alguien le haga algún daño, que me
entere yo voy a buscarlo y podría matarlo. Déjame que te cuente luego de un año
de haber terminado el colegio Ellianna estaba con Waldy; yo fui a su casa a
visitarla y aparte la quería invitar a la fiesta anual del cadete, pero
mientras conversaba con ella y me contó que estaba de enamorada de Waldy, no te imaginas quería
matarlo pero veía que Ellianna estaba feliz con él así que mejor no me metí. No
la volví a ver hasta el primer día que empezó el colegio, ella me contó que
Waldy estaba en la Escuela y que lo cuide, yo me sentía un tonto, me había
encargado que cuide al único que no quería hablar con él, pensaba destruirlo
dentro de la Escuela, pero le dije que lo iba a cuidar; a Ellianna no la volví
a ver sino hasta junio unas semanas antes de su cumpleaños porque me habían
contado que había terminado con Waldy y aparte que había preguntado por mí para
que vaya a su quinceañero, de ahí la historia la conoces Ellianna me pidió que
averiguara cosas sobre Waldy y la verdad que salto fue un disgusto para
Ellianna, y yo me sentía muy mal por lo sucedido, pero ella todavía lo
quería... disculpa creo que te estoy aburriendo con esta historia.
- No, pero deberías
contárselo a Ellianna.
- Si debería hacerlo pero no
creo que le interese.
- No lo creas así, no
pienses que Ellianna no te quiere quizá en el fondo a estado esperando que le
digas algo.
- Quién sabe?, gracias de
nuevo Denisse me siento mucho mejor después de haber hablado contigo lo siento
pero me tengo que ir, quizás sea la ultima vez que hablemos, chau.
- Chau, no te alejes
recuerda somos amigos.
Salí de la casa de Denisse, pensando en lo que me dijo,
por mas que Ellianna no me quiera como yo a ella siempre estará la amistad
entre nosotros los amigos son eternos. En fin me fui a la casa de Lucía porque
había quedado con ella en la mañana, cerca de su casa me acorde de la dirección
de la casa de Margarita quería ir a buscarla y pedirle la disculpa que prometí
hace tanto tiempo pero mejor esperaba hasta mañana, más tranquilo ir a buscarla
especialmente. Toque la puerta de Lucía y rápidamente me la abrió.
- Hola Lucía.
- Hola Alex, pasa y toma
asiento.
- Se encuentra Sofía por
casualidad.
- No ella ha salido con su
enamorado.
- Mucho mejor, no quería
encontrarla hoy día.
- Te veo raro, tienes esa
cara cuando tienes un plan por realizarse.
- No nada y por cierto
porque le contaste a Sofía sobre Margarita.
- Que te ha dicho Sofía?
- Nada, pero me pregunto por
ella.
- Estabamos conversando
sobre tu actitud el día en que trajiste a Sofía a la casa y en eso se me escapo
tu historia pero solo le conté que tú estabas embobado por ella, nada más.
- Embobado verdad, si puede
que lo haya estado antes pero ya no, me he dado cuenta que solo era una ilusión
de joven.
- Si eso es lo que pensaba.
- Lucía se paro y sé hacia el espejo - aunque quizás aun sigas enamorado por
mala suerte sin ser correspondido.
- De que hablas? - me puse
de pie - dime a que te refieres.
- No vas a negar que estas
enamorado de Ellianna y ella ni siquiera se ha dado cuenta, tonta, o mejor
dicho no tan tonta, ella no quiere nada contigo por eso hace como que no se da
cuenta que tú la quieres mas que como una amiga.
- Lucía, tú que sabes sobre
Ellianna.
- Nada solo hubiese querido
ser yo aquella quien tu corazón gano, tener esa historia de amor que le has
dado a Ellianna; Alex no sé si en verdad estoy enamorada de ti o es aun el
recuerdo que tengo de ti por tus cartas.
- Lucía. - me acerque hacia
ella y la tome de las manos - mírame a los ojos, mírame fijamente y dime si es
que en verdad sientes lo que me has dicho.
Lucía me miro fijamente a los ojos y paso el tiempo en el
silencio de nuestras miradas y luego Lucía hablo.
- Alex, tienes razón fue el
recuerdo de las cartas, la más grande historia de amor que tendré en mi vida,
gracias por hacerme dar cuenta de esto, pero me siento mal por ti por lo que
dije de Ellianna, todo lo que te he dicho de ella es mentira o no sé pero todo
lo invente yo por celos de ella.
- Lucía no sabia que sentías
eso, y yo tontamente te conté sobre Margarita con razón tu actitud cada vez que
la comparaba como una diosa a Margarita.
- En verdad no la conozco,
pero como me la describiste me la imagine muy hermosa.
- Quizá solo fue un sueño el
desear tenerla, fue solo que hizo recordar cuando la conocí y en ese tiempo si
estaba perdidamente enamorado de ella pero al igual que ahora nunca se lo dije
y peor aun siempre la molestaba solo para que se fijara en mi.
- Porque siempre haces cosas
raras para llamar la atención, de seguro lo de sentarte en medio del patio
también fue por lo mismo.
- Esa historia, aun la
recuerdo gracias a José Antonio no me botaron del colegio ni me suspendieron.
Ese día no sé porque se me ocurrió hacerlo solo te voy a decir una cosa, no mejor déjame que te cuente como
fue que se me ocurrió; yo estaba leyendo el libro llamado “El tercer ojo” que
se trataba sobre los lamas que son como monjes pero del Tíbet en el libro el
autor contaba que se sentó frente al lamasterio inmóvil y estaba soportando las
piedras que le eran lanzadas por unos niños que estaban jugando, resistió todo
el tiempo inmóvil y yo lo quería probar, pero no tenia valor, tenia que en el
fondo tener otro motivo y ese motivo era
Ellianna, yo quería que se fije en mi por eso lo hice; tú tenias razón siempre
en el fondo tenia ese motivo.
- Tienen razón el decirte
loco, pero tú eres un loco enamorado, todas las locuras que haces son por
alguna mujer.
- Es cierto la mujer es lo
más grande que existe en el mundo por eso siempre la trato con el máximo respeto.
- Alex, quiero que sepas que
tus cartas aun las conservo y guardo con mucho celo.
- Lucía, gracias por saber
escucharme, eres la única a quien le puedo confesar mis secretos, lo siento
mucho por mi pero quizás ya no te vuelva a ver, voy a empezar una vida nueva y
no sé si nos volvamos a encontrar algún día de nuevo, espero que sí.
- Estas seguro que vas a
empezar una nueva vida.
- No lo sé quizá, pero lo
estoy dudando cada vez mas, pero si sucede no quiero dejar de verte sin antes
despedirme, adiós y recuerda cada vez que dudas lo que sientes por alguien
míralo fijamente a los ojos.
- No lo voy a olvidar,
adiós, no te olvides nunca de mí, yo sé que nos volveremos a ver y tu vas a
contarme como te ha ido, chau y hasta pronto.
Tuve que marcharme de la casa de Lucía, pero sabia que
siempre la iba a recordar a pesar del tiempo, me fui a mi casa y, la historia y
la carta que tenia para Ellianna los quería romper; no le quería decir nada
prefería tener a todos los amigos que tengo y olvidarme del amor que siento por
Ellianna; con esa duda en la mente me acosté sabiendo que mañana me disculparía
de Margarita.
IX
Hoy es el día tan esperado por mí desde que Margarita se
fue, hoy le iba a dar las disculpas que prometí cuando era joven, la esperare
todo el día pero le diría que siento lo que paso hace tanto tiempo aunque no
recuerde nada de lo sucedido, y lo mejor saber que la mirare a los ojos y a
pesar de su mirada misteriosa ya nada sentiré por ella solo un dulce recuerdo
de ella por haber sido la primera que mi corazón llego a querer de verdad.
Me levante temprano tome el papel donde estaba la
dirección escrita, agarre las llaves de
mi casa y me fui hacia la casa de Margarita, pero antes iba a pasar por la
tienda de Sergio para saber si se encontraba bien.
Estaba feliz como nunca, y me extrañaba porque, si pierdo
la ilusión de mi primer gran amor, pero feliz estaba por saber que no me volví
loco por segunda vez y pude escoger a la más hermosa mujer entre las dos
bellísimas mujeres que robaron mi corazón, la de la mirada misteriosa o la de
la mirada encantadora pude escapar del gran embrujo que encerraba la mirada
misteriosa y dejarme atrapar por la dulzura de Ellianna que a pesar de no saber
si me quiere o no siente nada por mi, siempre va a ser la dueña de mi corazón y
de mis sueños, siempre será la mas bella para mi.
Me encontraba frente a la puerta de la bodega de Sergio y
por la vitrina vi que él estaba atendiendo; entré a la bodega y esperé que se fueran todas las demás personas.
- Sergio, ya estas bien por
lo visto.
- Si ya estoy mucho mejor,
por cierto encontraste a Margarita?
- Como, no me mandaste una
nota en la que decía que me olvide de buscarla.
- Yo, nunca. - se puso a
pensar - debe de haber sido mi sobrino que esta enamorado de ella.
- Ya me parecía extraño, a
parte alguien me dejo esta dirección, me la dejaron debajo de la puerta y
resulta que es ahí donde vive Margarita, no tengo idea quien puede haber sido
quien quiera que la encuentre de nuevo.
- Alex, esa dirección te la
mande yo con un amigo solo que parece que se me olvido firmarla.
- Tú, me la mandaste,
gracias pero me di cuenta que en verdad no quiero a Margarita, que es sólo un
recuerdo de cuando era joven.
- Mucho mejor así mi sobrino
puede seguir intentando enamorarla.
- Bueno muchas gracias por
la ayuda ofrecida para encontrar a Margarita nunca lo hubiera hecho sin ti,
gracias hasta pronto, ahora me voy a buscarla y hacer algo que debí hacer hace
mucho tiempo.
- Buena suerte, vuelve
pronto, adiós.
Salí de la tienda rápidamente y fui hacia la casa de
Margarita, estaba listo para esperar por horas con tal de encontrarla no
importaba nada, ese día yo le daba las disculpas que hace tanto tiempo le debí
haber dado.
Ya estaba cerca de la casa; estará, la encontrare hoy
día, llegare a volver a verla, será ella; muchas preguntas me cruzaban por la
mente antes de llegar a mi destino.
Luego de caminar por unos minutos llegue a la casa donde
se encontraba Margarita viviendo, toque el timbre y salió a responderme la
misma señora que la otra vez.
- Usted de nuevo, no le dije
que Margarita no quería recordar cosas del pasado.
- Si, lose pero es una
antigua promesa que tengo que cumplir.
- Bueno espero que no le
diga nada malo, espere un momento le voy a pasar la voz a ver si quiere verlo.
- Dígale que si no quiere
venir, yo estaré afuera esperando que salga algún día.
La señora entro a la casa, yo estaba afuera esperándola,
y así pasaron los minutos que se me hacían eternos hasta que vi que la puerta
se empezaba a abrir lentamente y ante mis ojos la primera mujer de quien estuve
enamorado, ver en sus ojos el misterio que encierran y pensar que después de
haberla esperado por mucho tiempo ahora que esta frente a mi, lo único que le
voy a decir es que me disculpe, y no le voy a hacer saber que ella fue quien me
ha tenido loco desde joven no le podía decir que ya no siento nada por ella que
hay otra que mas hermosa me ha robado el corazón sin saber.
- Buenos días Margarita, te
acuerdas de mí?
- Buenos días, tú debes ser
Alexander Guerra, porque tanto interés en hablar conmigo?
- Recuerdas el colegio,
cuando tu estuviste estudiando en el Liceo Naval.
- Si, recuerdo yo vine por
un año y medio, y hubo una persona que me hizo la vida imposible, pero en el
fondo sabia que todo lo que había hecho era porque se había enamorado de mí.
- Margarita, discúlpame, lo
siento mucho lo que te hice hace tiempo, pero tienes razón no sabia como
decirte que me había enamorado de ti.
- Tú eras quien hizo todo,
las llamadas, las cosas escondidas, y no sé cuantas cosas más; y porque no te
disculpaste en ese año, tú eras mi amigo solo que te comportaste como un tonto
y no te volví ha hablar porque me sentía mal contigo después de haber hecho
todas esas cosas, pero en el fondo quería que te disculpes para volver a ser
amigos.
- Si pero era muy orgulloso
para aceptar que me había equivocado, y si te perdí fue tan solo por mi culpa.
- Ya, bueno no hay que
guardar rencores pasados como desde un principio volvamos a ser amigos.
- Si esta bien solamente
amigos, porque a pesar de haber estado enamorado de ti ahora ya no lo estoy
como antes.
- Mejor porque igual que me
dijeras que estas enamorado de mi yo no te podría corresponder; estoy apunto de
casarme, me lo ha pedido hace dos días un buen hombre que me quiere y que
también quiero, no creo que lo conozcas pero es sobrino del dueño de la tienda
que queda cerca de aquí.
- Si, sé a que tienda te
refieres y creo que lo he visto una vez, te deseo la mayor felicidad posible
junto a él.
- Gracias cuando tenga la
fecha exacta de la boda te voy a llamar para que vayas a mi matrimonio.
- Gracias, estaré sin falta,
ahora me tengo que marchar, no nos veremos hasta tu boda porque de seguro vas
estar bien ocupada con todos los arreglos para dicha ceremonia, chau.
- Chau, te llamo para
decirte la fecha.
Me despedí y me fui lentamente de ahí, ahora estaba feliz
por tener a una amiga y no por perder un recuerdo, aparte saber que ella es
feliz y no me guarda rencor alguno por el pasado.
Regrese a mi casa temprano y me puse ha ver el papel que
Margarita me dio ahora por fin entendí lo que significaba, siempre Margarita
fue muy buena y a pesar de todo nunca me guardo ningún rencor.
Ahora solo me queda esperar el domingo para ver si tengo
el valor de darle la historia a Ellianna y decirle que la quiero y después
desaparecer.
X
Llego el domingo, hoy era el día en que iba a enfrentarme
contra mi timidez y le diría o mejor dicho se lo daría escrito a Ellianna todo
lo que siento por ella, me puse a leer la historia y la carta que le había
escrito, me estaba arrepintiendo de dárselo porque quizás después de esto no la
vuelva a ver nunca mas, pero como la podría ver para que me dijese que solo me
quiere como un amigo.
Esa mañana me fue eterna, el pensar sobre la historia, el
recordar los últimos idas cuando hable con Lucía, Denisse, Sofía, Charo y
Paloma, pensar que luego de ese día ya nunca volvería a hablar con ellas, saber
que Margarita se va a casar y Luis también se vaya a casar; como llegaron a
conseguir a alguien que en verdad lo quiera; y yo luego de tanto tiempo, por
estar pensando sólo en Ellianna, me quedaría solo para siempre.
Pasaron las horas rápidamente, como si el tiempo quisiera
que yo vaya a la casa de Ellianna y le haga entrega de la historia, pero tenia
que hacerlo porque sino lo hacia ahora siempre iba a estar arrepentido de no
haberle dicho lo que siento así fue como decidido partí hacia su casa con un
paquete donde estaban los papeles de la historia y la carta, sobre el largo
camino que por ultima vez transitare; que día más triste para mí, la mujer de
mis sueños se iba a ir de mis manos porque tenia las ganas de demostrar que
tengo valor de decírselo.
Llegue frente a su puerta pense botar la historia a la
basura, y no entregárselo pero tenia que hacerlo, tenia que soportar el saber
que nunca mas le podría decir lo que siento, en ese instante salió Ellianna, yo
la vi de pies a cabeza para jamas olvidarme de ella.
- Hola Alex, como has
estado? - dijo Ellianna con la misma alegría de siempre.
- Bien, bien - dije y me
quede callado y mirándola fijamente
- Qué te cuentas, qué has
hecho en estos días?
- Lo de siempre nada
especial mejor cuéntame tú.
- Alex que te pasa te veo
triste, callado, alejado como si estuvieras en otro mundo cuéntame lo que te
pasa.
- Ellianna, disculpa mi
actitud pero es que... estaba pensando en otras cosas.
- Dime lo que te pasa, no me
tienes confianza?
- Esta bien, igual como hice
con Lucía y Denisse, me despido para siempre, ya nunca mas me volverás a ver. -
le dije sin siquiera esperar que leyera la historia.
- No te entiendo, te vas de
viaje.
- No es eso, es que...
- Estas bien, no te vas a
morir verdad. - interrumpió Ellianna muy preocupada.
- No es eso tampoco, antes
de irme te lo cuento.
- Ya esta bien, y como te ha
ido?
- Imagínate mi mejor amigo
se va a casar, y también una amiga de hace mucho tiempo atrás que no la veía
desde que era joven.
- Suerte y felicidad a ellos
por haber encontrado quien correspondieran su amor.
Paso el tiempo conversando los dos juntos y yo tenia el
deseo de que fuese eterno para jamas tener que alejarme de ella, saber que en
unos momentos yo ya no la vería mas, que el sueño de tenerla a mi lado iba a
ser solamente un sueño, que esta pesadilla de tener que perderla para siempre
era tan real que no podía despertar, y en verdad que realidad puede ser en la
que uno cree estar soñando sobre lo real; y es mas soñar que sueño que es mía
sin ver en verdad que solo estaba soñando. Por eso la realidad es un sueño de
alguien que al igual que yo piensa que es real y solo es el sueño de alguien más.
Pero el tiempo, el mayor enemigo de todos, corrió
rápidamente, no iba a ser eterno estar junto a ella y peor aun sabiendo que ya
no volvería.
- Bueno Ellianna, ahora me
voy y puede que sea la ultima vez que nos veamos.
- Por qué? Qué es lo que
sucede?
- Después que me marche lo
sabrás, ves estos papeles todo es para ti para que sepas porque me marcho.
- No te entiendo, pero no
quiero que te vayas así.
- No te preocupes, nunca te
olvidare siempre te llevare dentro de mi corazón, toma pero no los leas todavía
espera a que yo me vaya.
- Porque tanto misterio?
- No es misterio, no te lo
puedo decir de frente por eso lo escribo ahora. Adiós si te vuelvo a ver
discúlpame si no me acerco a saludarte pero ya sabrás la razón.
- Adiós, tampoco te
olvidare.
Me marche lentamente pero no di vuelta para ver si
Ellianna seguía o no seguía parada en la puerta; me fui hacia mi casa.
Ellianna luego que Alex se empezara a marchar empezó a
leer la historia y luego la carta, se quedo desconcertada por lo que decía, no
se lo imaginaba y lo único que pudo hacer fue.....
- Cadete Guerra, levántese,
tiene que ir a la prevención en estos momentos.
- Comprendido cadete - dije
y me levante de la cama - Fue un sueño, todo fue un sueño, tan real me pareció
- dije luego de que se marchara el cadete de guardia y me encontraba alegre por
saber que fue un sueño.
Estaba
en la Escuela pero como podía saber si lo que paso fue solo un sueño, y no es
ahora el sueño; como podía diferenciar entre un sueño real y el sueño llamado
realidad.
Comentarios
Publicar un comentario