La soledad del recuerdo

 

Otra noche más y mi cabeza comienza a dar vueltas, aquí en un pequeño lugar escondido en mis memorias veo la vida pasar, lentamente las imágenes regresan a mí, cada momento, cada persona que estuvo a mi lado, a veces sonrió, otras veces me dan ganas de llorar, pero la oscuridad triunfa y borra esas imágenes haciéndolas nada, y nuevamente miro a mi alrededor y me encuentro solo.

Otra noche sin saber si esas imágenes regresaran a hacerme compañía, aunque pareciera que cada noche las espero con ansias, deseando vivir un pasado que no fue mejor ni peor, simplemente es un recuerdo que me absorbe y me encierra en mi soledad.

Otra noche, esperando que sea distinto, que esas personas, ahora ficticias, se alejan de mí, pero no puedo mentir a mi cabeza, ellas están, aunque no las espere siempre regresan puntualmente a mis memorias y me dejan absorto en un mundo casi paralelo, como si viajara al pasado sin querer regresar.

Otra noche que pienso que será de ellas, de cada uno que viene y se va de mis recuerdos, que me hacen compañía en esta soledad nocturna que siempre vivo, luego regreso a ver a mi alrededor y solo los pequeños ruidos de una penumbra conocida se escuchan en mi mente, confundiéndose entre mis recuerdos y mis sueños.


Otra noche sin saber cómo escapar de estos recuerdos que me acosan incansablemente y no dejan la ver la pequeña luz tenue que lucha por alumbrar la oscura noche, será quizá una noche más en que viva esta soledad del recuerdo, o será una noche de recuerdos que me acompañan.


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